Fútbol

Lucy Bronze habla por primera vez de su autismo: "No soy apasionada, sólo estoy obsesionada... Es mi superpoder"

La exfutbolista del Barça cuenta cómo fue diagnosticada hace unos años y cómo, a raíz de eso, entendió sus comportamientos en determinadas situaciones

Lucy Bronze durante un partido en el Mundial

Lucy Bronze durante un partido en el Mundial / MATT TURNER / EFE

Laia Bonals

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Lucy Bronze ha sabido toda su vida que era diferente. Copiaba comportamientos y disfrutaba de diferente manera las cosas a cómo lo vivía su entorno. Tuvo problemas de aprendizaje en la escuela y fue adquiriendo hábitos como el de tocarse el pelo durante los partidos, uno de sus gestos más característicos. Mucha gente la acusaba de que siempre estaba haciendo el tonto, pero en realidad era una manera de autocalmarse. En 2021 encontró la respuesta a esa forma de vivir. Fue durante un campamento de entrenamiento de las Leonas cuando la exfutbolista del Barça se enteró de que tenía TDAH y autismo.

"No cambió nada en lo esencial, pero me abrió los ojos", relata la exfutbolista del Barça en una entrevista en la BBC, donde ha relatado abiertamente cómo fue el diagnóstico. "Simplemente aprendí más sobre mí misma, entendí por qué en determinadas situaciones veía las cosas de forma diferente a otras personas o actuaba de forma diferente. Conseguir sentarme y hablar realmente a través de mis rasgos y cómo me afectan, las situaciones que me hacen sentir bien o mal, eso fue lo que realmente hizo clic en mi cabeza y me hizo sentir mucho mejor", añade en una conversación donde, por primera vez, habla públicamente del tema.

Cuando le dieron el diagnóstico, muchas piezas encajaron. En la escuela, su condición se manifestó en su dificultad para leer y deletrear, y se le diagnosticó dislexia. También, desde muy pequeña, tuvo problemas para dormir. Su cabeza no paraba, no dejaba de darle vueltas a las cosas incluso cuando estaba tumbada en la cama.

Bronze describe en la entrevista cómo "copió el comportamiento de los demás" durante toda su veintena para enmascarar su autismo."Cuando me incorporé a Inglaterra no podía hablar con nadie", dice Bronze. [Recuerdo que] Casey Stoney me dijo: 'Nunca me has mirado a los ojos cuando me hablas', y yo le dije: 'No es por ti, es por mí'. Me fijaba en Jill [Scott] y en cómo le habla a la gente. Pensé en imitarla un poco. Ahora lo hago mejor, pero a veces me siento un poco incómoda. Abrazar a la gente, mantener el contacto visual cuando hablas, esas dos cosas tuve que aprenderlas porque se ven como la norma, y me resultaron muy difíciles. Antes era muy frustrante porque sentía que tenía que hacerlo para que los demás se sintieran cómodos, pero a mí me hacía sentir más incómoda", confiesa la actual futbolista del Chelsea y de la selección inglesa.

Lucy Bronze y Aitana Bonmatí observan la medalla de campeonas de la Supercopa de España que tuvieron que ir a recoger personalmente.

Lucy Bronze y Aitana Bonmatí observan la medalla de campeonas de la Supercopa de España que tuvieron que ir a recoger personalmente. / @fcbfemeni

Sin saberlo, Bronze encontró en el deporte y el fútbol una vía de escape. Una manera de sentirse bien, encajando en un conjunto por sí misma. "No sé si diría si soy apasionada [por el fútbol], estoy obsesionada. Es mi autismo, mi hiperfocalización en el fútbol. Algo que es realmente bueno para el TDAH y el autismo es el ejercicio. Tener esa concentración, algo que hacer, mantenerse en movimiento. Entrenar todos los días es increíble para mí. Algunas de las otras chicas dirán: '¿Seguro que tienes 33 años porque no paras?'. Todas las cosas que tengo a causa del autismo han jugado a mi favor", cuenta.

No solo ha conseguido sobrellevar y superar muchas barreras. Lucy Bronze los ha convertido en "su superpoder" y la ha convertido (aún más) una referente para muchos.