Nos han dejado momentos muy divertidos mirando los puestos.
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La Kardashian fichó muchos trapitos de segunda mano y flipó con sus precios.
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Kendall se puso un vestidito muy mono con botas mientras que Kim se pasó a los pantalones de camuflaje y a la camiseta básica transparente para marcar bien de pezón. Fresquita y cómoda para ir de shopping.
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Las hermanas dieron una vuelta por los puestos, y por sus caras, parece que nunca habían visto una bragas que costaran menos de 50 euros.
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Por su cara, no le convencía mucho lo que veía.
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La celeb, siempre pendiente de su melenón, no pierde el glamour aunque vaya a fichar trapitos de segunda mano. Ella siempre divina en todos los saraos.
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La celeb está frita de tanto flash que le hace enseñar sus vergüenzas...
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Siempre, siempre, siempre Kendall va mirando al suelo no sabemos si para no meterse una castaña o por si se encuentra cinco euros.