LIROPE / GTRES

Scott Eastwood era un rebelde sin causa

CUORE.ES -

A pesar de que su inconfundible apellido parecía augurarle un futuro en la industria del cine, no fue hasta bien cerca de la treintena cuando Scott Eastwood decidió rendirse a la fuerza de la genética y apostarlo todo por su carrera interpretativa. Sin embargo, antes de tomar esa decisión, tuvo que atravesar antes una fase rebelde en la que, quizá sin darse cuenta, también emulaba en parte a su famoso padre y a los papeles de tipo duro que le convirtieron en una estrella.

"La verdad es que me lo tomaba día a día. No siempre me interesó la interpretación o el teatro; sí que participé en algunas obras en el colegio pero después empecé a meterme en problemas en el instituto y al final solo estaba intentando encontrar mi propio camino", ha recordado ahora el actor a su paso por el programa 'Today'.

Aunque nunca ha tratado de capitalizar su condición de hijo de una de las grandes estrellas de Hollywood, Scott tampoco ha querido caer nunca en el error de renegar del legendario Clint Eastwood.

"Creo que he tenido mucha suerte de tener cerca a una persona como él. Y lo cierto es que me encanta actuar", afirma para quitar importancia al espinoso tema de las comparaciones o la duda de si habría conseguido triunfar o no sin un nombre famoso. 

"Así no es como funcionan las cosas. Para ser brutalmente sincero, el cine no es un negocio en el que, solo porque tu padre ya sea actor, tú también vayas a poder serlo. Es como cualquier otra profesión, todo depende al final de tu talento, de la reputación que te construyas y de tu ética de trabajo", insiste.

En su caso, Scott siempre ha hecho un esfuerzo extra por hacer gala de una profesionalidad intachable, al ser consciente de que, al igual que su apellido le abre ciertas puertas, una reputación de niño malcriado podría cerrárselas de golpe.

"Hay un montón de gente con talento ahí fuera, pero son muy complicados o directamente un dolor en el cu*o.  O no cuentas con ambición o la capacidad de sacrificio. Da igual quién seas: nadie va a ponerte en una película así como así", concluye.