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Rocío Carrasco y la cicatriz que le dejó Rocío Flores tras otra agresión... Con cuchillo

Continuamos con el documental 'Rocío, contar la verdad para seguir viva'

Miniresumen del episodio 9: la hija, los maltratos y la supuesta influencia de Antonio David Flores.

RUTE GODINHO | CUORE.ES -

El documental 'Rocío Carrasco, contar la verdad para seguir viva' sigue dejándonos a todos estupefactos y no es para menos. En el episodio nueve, hemos podido saber cómo se sintió la mujer de Fidel Albiac tras contar la agresión de Rocío Flores, pero no es lo único. Rociito también ha dicho que no cree que su hija se arrepienta de lo que hizo. Además, hubo otras agresiones, una de ellas con un cuchillo que le dejó una cicatriz. Prapárate para un nuevo relato sobrecogedor.

"¿Te sientes mejor?", le pregunta la periodista a Rocío Carrasco. "No te voy a mentir, hoy no me siento mejor. Sé que me sentiré mejor. Hoy tengo la sensación de que he soltado un lastre muy importante para mí en mi vida, muy desagradable y traumático", explicó la expresentadora. Lo afirmó minutos antes de destapar nuevos detalles sobre el duro episodio vivido cuando su hija tenía tan solo 15 años.

Al ver unas imágenes en las que Antonio David Flores decía en un plató que Rocío Flores no se arrepentía de lo que había hecho, Rocío Carrasco no dudó en coincidir. "Es un problema de su hija, que es la mía, y que no sienta responsabilidad y no tenga nada de lo que arrepentirse es culpa de ese, de lo que le ha implementado, de lo que le ha mutilado", opinó.

Solo con estas afirmaciones ya estábamos todos con los pelos de punta, pero lo más fuerte estaba aún por llegar. Sucede que la agresión del 27 de julio de 2012 no fue la primera. "Hay una agresión que ella me hace con un cuchillo", explicó Rocío Carrasco. El episodio ocurrió en la cocina de la casa en la que vivían y empezó con Rocío Flores pelando una manzana. "Ella estaba pelando una manzana y mi enano se mete en medio... Aquí tengo la cicatriz", dijo.

Rocío Carrasco asegura que quedó demostrado en tribunal un delito de maltrato continuado contra ella, llevado a cabo por su propia hija. Maltrato durante tres años, una falta de injurias y otra de amenazas. Se le pedía desarrollar 60 horas de trabajos a la comunidad, pero Rocío Flores prefirió convertir esas horas en seis meses de libertad vigilada. Desde entonces no hay cualquier tipo de contacto entre ambas. La hija no ve motivos para pedir perdón, y la madre siente miedo cuando la ve.