Nadie podrá decir que Paris Hilton (42) no es todo un icono de los 2000. Una de las herederas del imperio hotelero Hilton, demostró desde bien joven que las cámaras no se le resistían. Aunque lo cierto es que ahora, años más tarde, ha sido cuando la Dj ha decidido quitarse la careta con motivo de la presentación del documental sobre su vida que verá la luz en mayo de este año.
"Nunca he hecho algo parecido en mi vida. En este documental hablo de cosas de las que nunca antes me había atrevido. Espero que la gente pueda ver, de una vez por todas, mi verdadero yo. Esta cinta sigue a la Paris de verdad, no al personaje que he estado interpretando el resto de mi vida. He hablado de cosas muy difíciles. Ha sido una experiencia increíble, pero también me asustaba", ha confesado durante un panel de entrevistas organizado en Pasadena.
Y hombre, querida Paris, tenemos que decirte que nosotros ya llevábamos tiempo oliéndonos la tostada porque el papel de rubia tonta está muy bien, pero luego convertías en oro todo lo que tocabas. De hecho, Paris llegó a ser la Dj mejor pagada en el año 2014 y durante cuatro años tuvo su propia residencia en Amnesia, el club ibicenco.
Vaya, que de tonta no tiene ni tenía un pelo. Pero bueno, entendemos que a veces es más fácil interpretar un papel que te reporta sumas de dinero astronómicas y que, además, te permite no revelar al mundo tu verdadero yo. Algo similar a lo que hizo Kim Kardashian, su amiga íntima del alma.
Porque si nos llegan a decir hace diez años que la que inició todo el fenómeno familiar de las Kardashian se iba a poner a estudiar derecho no nos lo creemos. Así que cuidadito con las apariencias porque nunca son lo que parecen.