Lady Gaga es esa chica que lo mismo se planta el mismo sombrero rosa un mes entero, que de repente, le da por los abrigos talla maxi y no se los quita ni para ir al baño.
Y tonta no es. Porque con el frío que hace, la bola de pelo que lleva por abrigo debe ser bien calentita. Así salió del salón de belleza, con el bisonte a cuestas. ¿Qué te parece su coat?

La cantante lo combinó con unos leggins sencillos negros (que ya bastante llama la atención el abrigo) y unos tacones en nude de chúpame la punta.
Fiel a sus gafas de sol, Gaga no parecía estar de muy buenos humos (nosotroscreemosque todas esas pieles pesaban más que ella, y claro). ¿Será por la derrota de su Hillary Clinton?
Y después, para la noche, cambió las mallas por un vestido gris muy ajustado y seplantóotro peluche, algo menos aparatoso que el anterior, que dejaba sus hombros al descubierto.
Siempre glamurosa, siempre Gaga.