"Are you clean?", la pregunta que los americanos siempre te hacen en la cama
¡Sorpresa!
CARMEN RAYA | CUORE.ES -
Ojito cuidado ('little eye, caution', bilingüismo) porque estoy a punto de compartir con vosotros y vosotras (os van a hacer la pregunta tanto si sois hombres como mujeres, y viceversa) una cuestión de la que se habla muy poquito, y menos en los cursos de inglés con los que nos bombardean cuando estamos intentando aprender la lengua de Shakespeare. Qué menuda lengua, por cierto.
Porque si de algo me di cuenta en cuanto puse un pie en los Estados Unidos de América (saludos también desde aquí a los Estados Unidos Mexicanos, no vaya yo a iniciar un conflicto entre países) es que el inglés y yo, en temas sexuales, no nos íbamos a llevar bien. Y no, no es que a mí me pase nada con el sexo, y menos ahora en pandemia que básicamente nada es la cantidad de sexo que estoy teniendo.
[Minuto de silencio por la autora de esta columna]
Me refiero a que cuando una llega a un país de lengua ajena, como fue, es y será mi caso (ya os digo yo que puedo pasar aquí dos décadas que mi inglés seguirá siendo PENOSO), resulta bastante complicado hacerte entender y que te entiendan en temas sexuales. Porque claro, yo en español te doy unas indicaciones maravillosas para que llegues a ese gran desconocido (para los hombres) que es el clítoris, pero lo mismo en inglés solo me sale decirte "it's not there".
Pues sí, amiga de habla inglesa, no te diré yo que no es triste, pero por lo menos he de decir que, aunque hablando poco, he podido disfrutar de una vida sexual bastante divertida hasta que llegó la 'coronavida' (no te lo perdonaré jamás, querida). Fue entonces cuando decidí que para qué jugármela con desconocidos, máxime cuando comencé a ver que en Hinge, Tinder y demás aplicaciones de ligoteo los hombres comenzaban a poner sus resultados negativos del Covid-19.
[Minutos de silencio por todos los encuentros sexuales que los solteros nos hemos perdido en esta pandemia]
Y en ese preciso instante fue cuando me di cuenta de que no os había contado todavía una cosa que a mí me hizo replantearme el tipo de educación sexual que recibimos en España y sus diferencias con la de los Estados Unidos de América (y saludos a los otros de nuevo).
Gracias, querida, pero mejor lo explico yo que para eso soy la que lleva la letra cantante en este artículo.
[PAUSA PUBLICITARIA]
[Algunos artículos de Carmen Raya incluyen el del sexting, el de los 'California boys', el de tener sexo en inglés, el de mi ruptura 'made in Hollywood', el de mi videocita en mitad de pandemia, el de que el amor suena mejor en inglés, el de mi primera, y última, cita 'sporty', el de hacer la colada, el de todas las mentiras que digo en Hinge, el de que LA me ha confirmado que no estoy buena, el del sexo en la tercera cita, el de las relaciones abiertas... , el del 'mentourage' , el del 'ghosting', el de que solo hay cuatro tipos de hombres en Los Ángeles o el de que Los Ángeles me ha liberado del sujetador].
[Y aquí comienza de nuevo el artículo tras la publicidad]
Corría el mes de septiembre de 2019 p.p (pre-pandemia) cuando la que aquí escribe se enfrentaba a su primera cita en inglés. De nombre Otto y de apellido Rodríguez (a ver si os creéis que no sé yo que si os doy su nombre entero real no lo vais a 'googlear') me gustó desde que lo vi llegar al bar (de nuevo, un minuto de silencio por ellos, los grandes damnificados por la pandemia). Tras un par de copas y mucho tonteo (solo Dios sabe cómo fui capaz de tontear en inglés, aunque creo que los cócteles influyeron bastante) nos fuimos a mi casa.
[Atención. Si eres mi padre o mi madre, este artículo acaba aquí. Si eres amigo, conocido, desconocido o familiar lejano al que no vaya a ver en mucho tiempo, sigue leyendo].
Total, que de esto que estamos tomando la última copa (nunca es la última, pero todo bien) en el salón cuando la cosa empieza a ponerse interesante y la velada se traslada a mi alcoba (siempre he querido usar esta palabra). Que si beso por aquí, que si beso por allá, y cuando la cosa va ya a pasar a mayores (de edad) escucho que me dice: "Are you clean?".
La traducción literal de "Are you clean?" es "¿estás limpia?" Y bueno, no voy a mentir cuando digo que lo primero que pensé era en que si estaba limpia rollo de haberme duchado y tal. Pero claro, yo en ese momento pues me quedé con la misma cara que pone un conejo en medio de la carretera cuando le dan las largas. O sea, durante 5 segundos mi cerebro pensó de todo y no fue capaz de mandar señales a mi boca para hablar en otros 5 segundos más. Vaya, que fueron los 10 segundos más largos de toda mi vida.
A todo esto, y como podéis imaginar, Otto Rodríguez (no me digáis que no es una fantasía de nombre) me miraba como si pensara que yo no quería contestarle. "Yes?", dije yo, preguntando a la vez que afirmaba. Porque claro, yo lo siento mucho pero es que la traducción literal me llevaba a pensar que me estaba preguntando por mi higiene personal.
Consciente de la barrera idiomática que nos separaba en aquel instante, Otto sonrió levemente y me dijo: "The other 'clean'". Atiende. Aquí mi amigo Otto me estaba preguntando por si tenía alguna enfermedad de transmisión sexual.
Sí, yo también me quedé así, pero en realidad es lo más normal del mundo. Es decir, si nos acabábamos de conocer e íbamos a mantener relaciones sexuales (aunque fuese con protección mediante) no debería haberme sorprendido el hecho de que me preguntara que si estaba "limpia". Fue ahí cuando me di cuenta de una cosa que, igual es solo cosa mía, pero me da la sensación de que en España no se lleva mucho (o a mí nunca me pasó).
Nunca, jamás, un chico en España me ha preguntado que si tenía alguna enfermedad de transmisión sexual. Aquí, el 99% de los chicos con los que he estado me lo han preguntado. Lo creáis o no, en Estados Unidos la gente está realmente concienciada sobre este tipo de enfermedades y se hacen chequeos continuamente y es totalmente normal llegar a pedir un test negativo en ETS (enfermedades de transmisión sexual) cuando estás pensando en acostarte con alguien.
Sí, lo sé, a mí también me parece de locos porque no me imaginaba tener que presentar un papel para poder tener sexo con alguien, pero también os digo que en cuestiones de salud cualquier precaución es poca. Y os cuento esto porque es una de las cosas que más me sorprendieron (y para bien) de la cultura americana del 'dating'. Aunque bueno, luego tienen otras cosas que no soporto como lo de que si te acuestas con ellos en la primera cita es que eres un poco "suelta" (ojito que esto también pasa en España). Pero bueno, al César lo que es del César.
Dicho esto, y como soltera de honor española que soy, recordaros que tengáis mucho cuidadito ahora con la pandemia y sin ella también. Toda precaución es poca, queridos. Y sí, bueno, de normal no escribo este tipo de consejos, pero oye, ya que estamos nunca viene mal que nunca se sabe quién puede estar leyéndome.
Ah, por eso también os recuerdo que tengo un programa 'The Latte Show con Carmen Raya' que se emite en mis Stories de Instagram los martes, jueves y sábados por la mañana y en el que hablo con celebrities. Y sí, la de abajo soy yo 'postureando' en Los Ángeles. Donde fueres, haz lo que vieres.