En Casa Seat

Chiara Oliver desata pasiones adolescentes en el último concierto de la temporada de los Secret Shows

La artista menorquina interpretó al piano y a la guitarra canciones de su segundo epé, 'La última página', ante un público entregado

Ramón Vendrell

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Barcelona
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Tras los pases de Sr. Chinarro, Nena Daconte, De Rancho, Heykid y Suu, Chiara Oliver ofreció este martes la última actuación antes del parón veraniego de los Secret Shows de Les Nits de Barcelona, el ciclo de conciertos de pequeño formato que se celebra en la Casa Seat con periodicidad mensual. La artista menorquina, de padre español y madre inglesa, congregó a un público eminentemente adolescente y entregado de antemano a su pop emocional.

"Què fort!", dijo Chiara Oliver, ya sobre el escenario, cuando se enteró de que algunos de los asistentes habían hecho cola desde las siete de la mañana para estar en primera fila. El cartel de 'Se alquila' rellenado con "mi corazón a Keeks [nombre cariñoso de Chiara]" que izaba uno de los asistentes resumía el sentir general.

Asistentes al concierto de Chiara Oliver en Casa Seat

Asistentes al concierto de Chiara Oliver en Casa Seat / Manu Mitru

La cantante, que lleva meses de bolos de buen calibre tras su paso por 'Got Talent', 'La Voz' y 'Operación Triunfo', comezó al piano con 'Tulipanes', coreada a pleno pulmón por la concurrencia. "Prometes lo que pedía con 17 / Cuando ya tengo 20", cantó. De hecho, cumplió 21 hace poco, pero en su repertorio ya hay un buen catálogo de desengaños amorosos, incluso de relaciones tirando a tóxicas.

También al piano interpretó un 'medley' de '3 de febrero' y 'Otro día', tras el que ejerció de hermana (solo un poco) mayor en un breve diálogo con la concurrencia.

Pasando de las hamburguesas gratis

Chiara Oliver se pasó a la guitarra para 'Cómo aprender a volar' y 'Bucle', como las anteriores de 'La última página', su segundo epé, más turbio que el primero, 'La libreta rosa'.

Una parte del público pasó olímpicamente del anuncio de que habría hamburguesas gratis y salió escopeteada de Casa Seat en cuanto acabó el concierto para montar guardia en el exterior, a ver si veían a la artista. No solo la vieron, sino que le hicieron un pasillo hasta el coche en el que se fue.

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