Memoria urbana

Ruta por la Zona Franca de Francesc Candel: una maestra heroica, un doctor ídem y unos vecinos enfadados con el escritor

Genís Sinca, biógrafo del autor de 'Donde la ciudad cambia su nombre', ofrece un revelador itinerario guiado por la Marina de Port, barrio al que Candel estuvo estrechamente ligado

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El mural de Francesc Candel pintado por Roc Blackblock, en la calle de la Muga

El mural de Francesc Candel pintado por Roc Blackblock, en la calle de la Muga / Macarena Pérez

Ramón Vendrell

Ramón Vendrell

Barcelona
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Genís Sinca siempre vio 'Els altres catalans'en un lugar destacado de la creciente biblioteca de su padre, no lo engullían las nuevas adquisiciones. Al progenitor y letraherido le costó conseguir en Manresa un ejemplar del 'hit' del Sant Jordi de 1964. La primera edición fue en marzo y hasta noviembre tuvo que esperar, séptima edición. Estos detalles Sinca los conocería después, claro está, cuando se interesó por Francesc Candel (1925-2007). Sinca publicó en 2008 'La providència es diu Paco', biografía reeditada en el centenario del autor (se cumple el 31 de mayo) con el título de 'Vida de Paco Candel, la màquina d'escriure' (Comanegra). El biógrafo, ganador del premio Josep Pla en 2013 con 'Una família exemplar', conduce el estupendo itinerario a pie por el territorio de Candel 'Els llocs on la ciutat canviava de nom' (próxima convocatoria, el 16 de junio). La semana pasada lo hizo con EL PERIÓDICO.

La ruta parte de la biblioteca municipal Francesc Candel, en un pabellón de la antigua fábrica de Lámparas Z, del grupo Philips, obra del arquitecto Josep Maria Soteras i Mauri. El jardín botánico al que se abre fue diseñado por la esposa de un director general de la fábrica y ahora se llama de los Drets Humans. En la sala Pepita Casanellas del complejo fabril bailan en pareja jubilados. Retengan el nombre: Pepita Casanellas.

Genís Sinca, en lo que fueron las aulas de Pepita Casanellas en la parroquia de la Mare de Déu de Port

Genís Sinca, en lo que fueron las aulas de Pepita Casanellas en la parroquia de la Mare de Déu de Port / Ferran Nadeu

Pasaron muchas cosas

Sigue el trayecto por el conjunto de viviendas para los trabajadors de la Seat y pone rumbo a la parroquia de la Mare de Déu de Port, con escala en el jardín de Elies Ortiz, activista vecinal. En la parroquia pasaron muchas cosas. Allí, la pedagoga Pepita Casanellas fue maestra, al margen de la escuela franquista, y conoció al cura obrerista Jaume Cuspinera, que se secularizó para casarse con ella. Allí, el doctor Carles Ribas Magrí, de familia pudiente, abrió consulta informal y acabó creando fichas de miles de pacientes. Allí, el padre de Candel fue sacristán y campanero, y vivió con su familia, incluido Francesc.

A quien no se le ocurrió nada mejor que llamar por su nombre real, o alias, a personas que convirtió en personajes de 'Donde la ciudad cambia su nombre' (1957), su segunda novela, retrato de la vida en las Casas Baratas de Can Tunis, oficialmente viviendas de Eduardo Aunós. Candel las conocía bien porque había vivido en una, después de hacerlo en una barraca del lado de Montjuïc oculto a Barcelona. Fue su primer domicilio en la ciudad, adonde llegó con dos años procedente de Casas Altas (Valencia).

Escondido

Total, que personajes de 'Donde la ciudad cambia su nombre' que no salían muy bien parados en la novela fueron a pedir explicaciones a Candel a la parroquia de la Mare de Déu de Port, y no de buenas maneras. Tres días estuvo escondido el escritor, cuenta Sinca. Aunque luego personas y personajes como el Perchas fardarían de haber salido en una novela.

La parroquia de la Mare de Déu de Port, con la verja ante la que se congregaron vecinos enfadados con Candel por 'Donde la ciudad cambia su nombre'

La parroquia de la Mare de Déu de Port, con la verja ante la que se congregaron vecinos enfadados con Candel por 'Donde la ciudad cambia su nombre' / Ferran Nadeu

Igual pecó de inocente Candel en 'Donde la ciudad cambia su nombre', pero el caso refleja a la perfección el núcleo de su obra: verdad directa y solo verdad directa. "Era muy bueno creando personajes porque los conocía -dice Sinca-. También era muy bueno con los títulos: 'Ser obrero no es ninguna ganga' o, cuando fue senador, 'Un charnego en el Senado'". Títulos invencibles.

Los otros

Próxima parada, el cercano CAP Doctor Carles Ribas, aún conocido por vecinos como Dispensario Nostra Senyora de Port. El doctor Ribas lo impulsó y su primo el arquitecto Manuel Ribas Piera hizo el proyecto. Como 'Vida de Paco Candel, la màquina d'escriure', las explicaciones callejeras de Sinca prestan mucha atención a personas del entorno del escritor en la Zona Franca. Hay un motivo: "Cuando accedió a la biografía, me pidió que escribiera más de los otros que de él". Sinca fue a conocer a Candel en 2001. El escritor le recibió en batín y, sospecha Sinca, "debió de pensar, 'mira, otro más'". Pero la relación continuó.

El itinerario termina en el mural de Candel pintado por el combativo artista Roc Blackblock en la calle de la Muga.

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