Tesoro

Un tomo rescata las 200 primeras historietas de Mortadelo y Filemón: "Es un hito cultural"

Antoni Guiral y Jordi Canyissà reúnen por primera vez las aventuras de los personajes de Ibáñez publicadas entre 1958 y 1961, y a partir de ese corpus fijan información y análisis en los textos que incluye el volumen

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Viñeta de la aventura de 'Mortadelo y Filemón, agencia de información' publicada en el número 1.432 de 'Pulgarcito'

Viñeta de la aventura de 'Mortadelo y Filemón, agencia de información' publicada en el número 1.432 de 'Pulgarcito' / Francisco Ibáñez / Bruguera

Ramón Vendrell

Ramón Vendrell

Barcelona
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Aunque no es sorprendente, hay que consignarlo: Antoni Guiral y Jordi Canyissà han armado 'Los 200 primeros casos de Mortadelo y Filemón. 1958-1961' (Bruguera) con sus colecciones de 'Pulgarcito' y las de otros coleccionistas, incluso han comprado ejemplares esquivos para la ocasión. Ni en la actual editorial Bruguera ni en ningún centro público hay una colección completa del tebeo, y de los originales mejor no hablar, en primer lugar porque la casa madre no los guardaba como obras de arte precisamente. Se trata de los personajes más populares de Francisco Ibáñez (1936-2023), el historietista más popular de España. "Es señal del poco aprecio, por no decir desprecio, de que ha sido objeto la historieta en nuestro país", dice Canyissà.

No obstante, como diría el profesor Bacterio, pelillos a la mar. "Haber reunido y publicado estas 200 primeras historietas tiene una importancia patrimonial y cultural de primer orden", indica Guiral. A partir de ellas, los dos estudiosos del cómic fijan "información y análisis" en los textos que incluye el volumen.

Ni rastro de la T.I.A.

La serie 'Mortadelo y Filemón, agencia de información' apareció por primera vez en el número 1.394 de 'Pulgarcito', el 20 de enero de 1958. Los protagonistas eran detectives privados. No serían agentes de la T.I.A. hasta 1969. La compulsión transformista de Mortadelo ya está presente: en perro, sereno, mozo de cuerda y pingüino se convierte a lo largo de las 16 viñetas. El disfraz de pingüino es muy oportuno para esconderse en un témpano junto con pingüinos de verdad tras haberla pifiado el tándem en su debut impreso. O sea, chapuza y huida. La fórmula estaba muy definida desde el principio.

La primera página publicada de 'Mortadelo y Filemón, agencia de información', en el número 1.394 de 'Pulgarcito'

La primera página publicada de 'Mortadelo y Filemón, agencia de información', en el número 1.394 de 'Pulgarcito' / Francisco Ibáñez / Bruguera

Una seta holmesiana

Guiral y Canyissà, sin embargo, defienden que la primera peripecia publicada de Mortadelo y Filemón no es la primera del par que dibujó Ibáñez. Esta es, consideran, la aparecida en el número 1.404 de 'Pulgarcito', el 31 de marzo de 1958, la undécima entrega. En ella Filemón lleva abrigo Inverness y gorra Deerhunter, y fuma en pipa. Es un copión de Sherlock Holmes. Por un motivo u otro, el dibujante descartó esa estética (aunque durante un tiempo mantendría la pipa). Quizá pensó que era mejor que solo destacara Mortadelo por su singular aspecto, quizá le robaba demasiado tiempo dibujar al Jefe de esa guisa, quizá el editor Rafael González aconsejó reformular el atuendo, especulan los investigadores. Sea como fuere, el Filemón holmesiano comenzó y acabó en esa página, una seta en una saga que empezaba a coger carrerilla. En Bruguera todo se aprovechaba (y reaprovechaba).

Página de 'Mortadelo y Filemón, agencia de información' publicada en el número 1.404 de 'Pulgarcito', con el Jefe vestido como Sherlock Holmes

Página de 'Mortadelo y Filemón, agencia de información' publicada en el número 1.404 de 'Pulgarcito', con el Jefe vestido como Sherlock Holmes / Francisco Ibáñez / Bruguera

En el edificio de Zeleste

Ibáñez nació en Barcelona el 15 de marzo de 1936, hijo de un contable alicantino y una costurera malagueña. La familia vivía en el edificio de la calle de la Argentería en cuyos bajos abriría la sala Zeleste en 1973 (¡doble placa conmemorativa ya!). Con 14 o 15 años comenzó a trabajar como botones en el Banco Español de Crédito. En 1952 empezó a publicar en la revista 'Nicolás', a la seguirían cabeceras como 'El Barbas', 'La Risa' o 'Hipo, Monito y Fifí'. En 1957 dio el salto a la poderosa editorial Bruguera, donde lo primero que colocó fue una viñeta sin firma en la sección '¡Fíjese qué chistes!' del número 1.370 de 'Pulgarcito', correspondiente al 9 de agosto. Ese mismo año dejó el banco.

Página de 'Mortadelo y Filemón, agencia de información' publicada en el número 1.516 de 'Pulgarcito'

Página de 'Mortadelo y Filemón, agencia de información' publicada en el número 1.516 de 'Pulgarcito' / Francisco Ibáñez / Bruguera

1957 no fue un año cualquiera en Bruguera: Cifré, Conti, Escobar, Giner y Peñarroya abandonaron la empresa hartos de las condiciones abusivas y fundaron su propio tebeo, 'Tío Vivo'. Fue entonces cuando llegaron Ibáñez y su amigo Raf. "Ibáñez se sumó a la escudería Bruguera de manera contundente y rápida", señala Canyissà. No solo consiguió una serie propia pronto, sino que esa serie y su autor fueron uno de los argumentos esgrimidos por Bruguera para justificar el aumento de precio de 'Pulgarcito' de 2 a 2,50 pesetas. "Los desternillantes personajes Mortadelo y Filemón por Ibáñez", pone en el anuncio de la subida. "Refleja una apuesta clara por Ibáñez", subraya Canyissà.

Página de 'Mortadelo y Filemón, agencia de información' publicada en el número 1.522 de 'Pulgarcito'

Página de 'Mortadelo y Filemón, agencia de información' publicada en el número 1.522 de 'Pulgarcito' / Francisco Ibáñez / Bruguera

De la posguerra al desarrollismo

La España de la posguerra se está transformando en la España del desarrollismo y eso tiene su traslación a la historieta. "El humor negro de Carpanta [de Escobar] o Doña Urraca [de Jorge] -explica Guiral- deja paso a un humor surreal". Que tiene en Ibáñez a un representante explosivo. "Intenta meter tantos gags en la página como sea posible, no solo en el desenlace", destaca Canyissà de la parte narrativa del historietista. En cuanto a la parte gráfica: "La simplicidad, la gracia y la eficacia hacen que su dibujo sea atemporal. Ahora podríamos llamarlo retromoderno".

Original de la aventura de 'Mortadelo y Filemón, agencia de información' publicada en el número 1.584 de 'Pulgarcito'

Original de la aventura de 'Mortadelo y Filemón, agencia de información' publicada en el número 1.584 de 'Pulgarcito' / Francisco Ibáñez / Bruguera

La impronta del estilo de Manuel Vázquez [Anacleto, Las Hermanas Gilda] en Ibáñez es creciente a medida que avanza la serie. De hecho, cuentan los editores en el texto 'El nacimiento de un estilo', se pidió al segundo que siguiera el trazo del primero. "Sobre todo en los años 60, hubo una influencia que Ibáñez siempre reconoció -expone Guiral-. Pero también la hubo a la inversa. En una entrevista que le hace Perich en 1967 Vázquez dice que si Ibáñez no dibujara tanto sería el mejor". Una apreciación deliciosa viniendo de Vázquez. Ibáñez, en efecto, dibujó una barbaridad. De 40.000 a 50.000 páginas se calcula que hizo a lo largo de su carrera. Por el contrario, Vázquez siempre tenía algo mejor que hacer que dibujar. El genio natural inspiró al genio construido a fuerza de dibujar el personaje del moroso del ático de '13, Rue del Percebe'.

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