Música experimental

El festival LEM alcanza la 30ª edición y se divide entre mayo y octubre para evitar un "maratón agotador"

El ciclo ofrece conciertos de Tim Hodgkinson y Atsuko Kamura, Comegente, Edurne Arizu y Electric Totems, entre otros artistas, en su tramo primaveral

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Atsuko Kamura, que presentará el proyecto 'Haiku', junto con Tim Hodgkinson

Atsuko Kamura, que presentará el proyecto 'Haiku', junto con Tim Hodgkinson / Archivo

Ramón Vendrell

Ramón Vendrell

Barcelona
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Los conceptos de comunidad y proximidad, tan a menudo ondeados de manera espuria, adquirieron todo su significado en la presentación de la 30ª edición del festival de música experimental LEM, este miércoles. Hasta cuatro artistas que actuarán en el ciclo tomaron la palabra para ofrecer una pincelada de su propuesta. Fueron Alfredo Costa Monteiro, Eduard Altaba (de Altaba-Valera-Volt), Edurne Arizu y Riccardo Massari (de Cibrán). Arizu incluso interpretó una pieza al acordeón que alegró la mañana a la concurrencia.

La novedad de la trigésima celebración del LEM, se dice pronto, es la división del programa en dos semanas en mayo (del 15 al 24) y dos en octubre (del 15 al 25), en vez de un maratón en octubre. "El público y el equipo acababan agotados de 30 conciertos en cuatro semanas", dijo Aleix Salvans, presidente de Gràcia Territori Sonor y director artístico del LEM 2025. La partición, además, abre la vía a un crecimiento razonable y facilita la contratación de artistas al ampliar la ventana temporal. Acompañaron a Salvans Eva Sòria, directora de Innovación, Conocimiento y Artes Visuales del Instituto de Cultura de Barcelona (ICUB), y Àlex Monllaó, consejero de Cultura del Distrito de Gràcia. La primera agradeció al LEM su contribución a que Barcelona sea un "referente internacional" de la música experimental. Puede sonar a fórmula retórica, pero no por ello deja de ser cierto.

Orgullo

Por ejemplo: Tim Hodgkinson (cofundador de Henry Cow, uno de los grupos fundacionales de la escena experimental) y Atsuko Kamura (exmiembro de Mizutama Shobodan, la primera banda punk íntegramente femenina de Japón) escribieron al LEM para ofrecer su nuevo espectáculo, 'Haiku'. "Cosas así te hacen sentir orgulloso del trabajo hecho", señaló Salvans. Será, seguramente, la primera vez que el proyecto se presente fuera de Japón. En programa doble con Altaba-Valera-Volt, asociación de maestros locales de la improvisación libre. Por 12 euros (entrada anticipada) en el centro cívico La Sedeta. Todos los pases de pago son dobles y cuestan entre siete y 12 euros. Los abonos para mayo u octubre cuestan 30 euros y los de los dos segmentos, 50.

Comegente

Comegente / LEM

El cartel

Alfredo Costa Monteiro (Superelvis, Cremaster) inaugurará la pata primaveral del LEM en el Museu de la Música con la pieza 'Fragments d'oblit', hecha a partir de grabaciones de instrumentos de la reserva del centro que resaltan el deterioro causado por el tiempo. Comegente ("como si Ornette Coleman tocara al estilo de Black Sabbath", ilustró Salvans) y Northwest, ambos de Madrid, actuarán en LaKontra. Edurne Arizu se las tendrá con NaN-ai, una inteligencia artificial desarrollada por Fèlix Pastor y Enric Guais. "Puede pasar cualquier cosa" en el Museu de la Música, indicó la acordeonista. En comandita con los camaradas del ciclo Nocturna Discordia el LEM brindará a Lidia Facerias, Oskar Salat y Soren Alcaraz, y a Clara Torner, Yeonathan Shachar y Vasco Trilla en Soda Acústic. Cibrán, "un ensemble sonoro cambiante y espontáneo", según definición propia, formado por Riccardo Massari y Adrià Bofarull, y Laura Llaneli acturán en LaKontra. Art Quartet y Electric Totems, dúo formado por el francés Pierre Bastien y el valenciano Dr. Truna, cerrarán el tramo de mayo del LEM en LaKontra. Para octubre ya hay confirmaciones, como la del espectáculo 'Teranyines' a cargo de Laia Vallès, Joana Gomila, Alba Galimany y Saretta Macchiavelli, pero la programación se expondrá a su debido tiempo.

Salvans recordó la sentencia de Víctor Nubla, de cuyo fallecimiento se cumplieron cinco años el 31 de marzo: "Programamos música normal, porque lo que no es normal es que a todo el mundo le guste la misma música".