Hipótesis rebatida

Un estudio descarta que los íberos de Ullastret practicasen sacrificios rituales de bebés

La investigación de la UAB y el MAC apunta a que los entierros de criaturas se hacían de forma ritual en la casa familiar para mantenerlas en "la esfera social de los vivos"

Carolina Sandoval y Assumpció Malgosa, en el Laboratori d'Antropologia Biológica de la UAB

Carolina Sandoval y Assumpció Malgosa, en el Laboratori d'Antropologia Biológica de la UAB / UAB

Ramón Vendrell

Ramón Vendrell

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Una investigación de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) en colaboración con el Museu d'Arqueologia de Catalunya (MAC)-Ullastret descarta que en la ciudad íbera de Ullastret (Girona) hubiera prácticas sacrificiales de bebés. Esta hipótesis ha tenido hasta ahora bastante difusión en la literatura científica debido a los enterramientos infantiles descubiertos en yacimientos de una cultura cuyo rito funerario mayoritario era la cremación de los cuerpos. El estudio del Grup de Recerca en Antropologia Biològica (GREAB) de la UAB y el MAC-Ullastret la rechaza y concluye que el patrón identificado se parece a la mortalidad infantil natural de poblaciones en desarrollo.

Los restos de bebés de Ullastret, yacimiento íbero que data de la Edad de Hierro (primer milenio antes de Cristo), se han ido excavando desde la década de 1950 y los últimos estudios antropológicos se hicieron en los años 90. El equipo de investigación de la UAB ha estudiado todos los restos recuperados, de 15 individuos en total, con técnicas actualizadas de morfología, morfometría y, por primera vez, análisis genéticos y de histología dental, para trazar el perfil biológico completo. Asimismo, ha revisado toda la documentación arqueológica existente y ha estudiado de nuevo el contexto funerario.

El yacimiento de Ullastret

El yacimiento de Ullastret / MAC

El estudio revela que ocho de los bebés eran niñas y cinco eran niños, mientras que a los dos individuos restantes no fue posible practicarles análisis genéticos. Algunas de las inhumaciones corresponden a muertes prematuras durante la gestación, pero la mayoría son de fetos completos y de individuos con una supervivencia posnatal de hasta 12 semanas.

"Los análisis biológicos nos han permitido obtener la edad y el sexo de los bebés y profundizar en las posibles causas de la muerte -señaló Assumpció Malgosa, catedrática de Antropología de la UAB y coordinadora del estudio, en la presentación de este-. Pasamos así de las teorías a las evidencias".

Ritual familiar

Malgosa subrayó que el estudio arqueológico indica que los entierros eran una "práctica íntimamente asociada al ámbito doméstico" que enraizaba a los bebés muertos en "la esfera social de los vivos".

Y es que todos los individuos fueron inhumados en espacios domésticos, algunos con un pórtico avanzado que habría servido como almacén o espacio de transformación de alimentos o de trabajo artesanal. Esta vinculación al ámbito doméstico descarta que se tratara de depósitos rituales alrededor de un altar, como se planteó con anterioridad.

"Todo apunta al carácter ritual familiar de los enterramientos y nos muestra una parte muy íntima de la sociedad íbera, que quería que sus bebés, sin diferenciar por sexo, se quedasen en las casas", explicó Carolina Sandoval, investigadora predoctoral de la UAB y primera autora del artículo científico publicado en 'Trabajos de prehistoria'.

"Ninguno de los entierros está en los edificios palatinos o aristocráticos de grandes dimensiones excavados -abundó Gabriel de Prado, responsable del MAC-Ullastret-. La mayoría fueron sencillos, consistentes en fosas sin revestimientos ni cubierta, y algunas con fauna asociada".

La investigación desmonta la hipótesis de los sacrificios rituales de bebés, pero no aclara por qué no se cremaban los cuerpos de bebés. "La población íbera practicaba la cremación de sus muertos, pero aún se conoce muy poco de otras prácticas socieles y rituales, como las que involucran directamenter a bebés", expuso Sandoval.

Mucho por excavar

El yacimiento de Ullastret es uno de los conjuntos arqueológicos más destacados de la Edad del Hierro en el Mediterráneo occidental perteneciente a la cultura íbera. La ciudad tenía entre 5.300 y 6.000 habitantes que la convertían en toda una "metrópolis", dijo De Prado. Las dos zonas arqueológicas principales del yacimiento son la Illa d'en Reixac, con un 5% de la superficie excavada hasta ahora, y el Puig de Sant Andreu, donde se ha excavado el 20% de la superficie.

Los restos de los bebés se han estudiado en el Laboratori d'Antropologia Biològica de la UAB, donde el equipo de investigación ha llevado a cabo también su acondicionamiento a fin de preservarlos.