Exposición

CosmoCaixa explora la pregunta que nos cautiva desde hace milenios: ¿Hay vida extraterrestre?

Una muestra del museo construye un relato científico y cultural en torno a una cuestión que seduce a la humanidad al menos desde la Grecia clásica y que está más cerca que nunca de tener respuesta

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Ramón Vendrell

Ramón Vendrell

Barcelona
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No somos nada. El universo contiene cientos de miles de millones de galaxias, cada una de ellas con miles de millones de estrellas. Ni nuestra galaxia, la Vía Láctea, es particularmente distinta de otras, ni el sistema solar ocupa en ella un lugar privilegiado. Tampoco la Tierra tiene nada de especial: gran cantidad de estrellas están acompañadas de planetas y muchos de ellos podrían ser similares al nuestro.

Por si todo esto fuera poco, las maneras en que la humanidad ha imaginado la vida extraterrestre son ridiculizadas por formas de vida terrestre como los tardígrados, pequeños animales que, ante condiciones ambientales adversas, pueden pasar a un estado latente, en el que son capaces de soportar temperaturas entre -250 y 100 grados, radiaciones ionizantes y presiones más altas que las del océano más profundo. Ni Stan Lee de ácido habría 'visto' algo parecido.

En suma, tanto desde el punto de vista astrofísico como desde el biológico, hay motivos para ser "muy optimistas" respecto de que exista vida fuera del planeta Tierra, afirmó Montserrat Villar, doctora en Ciencias Físicas e investigadora del Centro de Astrobiología (CAB) CSIC-INTA, en la presentación de la muestra 'Extraterrestres. ¿Hay vida fuera de la Tierra?', en CosmoCaixa hasta el 30 de agosto de 2026. Por su parte, Valentí Farràs, director del museo, señaló que, por primera vez en la historia, los avances científicos y tecnológicos permiten atisbar una respuesta a la pregunta, aunque no se atrevió a decir cuándo llegará.

Cinco ámbitos

La exposición 'Extraterrestres' explora la incógnita de si estamos solos en el universo a través de cinco ámbitos que aúnan rigor científico, voluntad divulgativa y sentido del espectáculo.

Animales lunares imaginados para el 'New York Sun', en 1835

Animales lunares imaginados para el 'New York Sun', en 1835 / The Sun

'Aquí vivimos', el primer apartado de la muestra, sitúa la Tierra y a los terrícolas en el cosmos. Es el baño de vulgaridad referido al principio de este artículo. Villar indicó que "probablemente" la vida extraterrestre sea, si existe, muy diferente a la vida que conocemos. No obstante, defendió como una "estrategia razonable" trabajar con la vida conocida para evitar una "espiral especulativa". Y el agua y el carbono son los ingredientes básicos de la vida conocida. Por eso, en el rastreo de vida extraterrestre se aplica el mantra "'follow the water'".

El segundo capítulo de la exposición es 'Entre el cero y el infinito', y recorre el debate que la humanidad mantiene al menos desde la Grecia clásica sobre si hay vida en otros mundos o no. Los descubrimientos astronómicos producidos a partir del siglo XVII dieron alas a la hipótesis afirmativa. La muestra aborda las diversas perspectivas ofrecidas desde la ciencia, la filosofía, la religión y el arte.

Fantasías infinitas

La primera parte del título 'Ficción versus realidad' podría ser objeto de una exposición específica, y colosal, no en balde fantasear con mundos alienígenas ha sido y es una ocupación favorita de la cultura, sobre todo de la de masas. La literatura, el cómic, el cine y la televisión se han dedicado con ganas a ello. También la música: bastante antes de que David Bowie se transformara en la estrella pop llegada del espacio exterior Ziggy Stardust, Joe Meek dedicó el pionero álbum conceptual 'I hear a new world' (1960) a crear imágenes sonoras de la vida en la Luna (esto no sale en la exposición). Pero la realidad supera al arte con los antes citados tardígrados o los huevos de 'Artemia salina' (un crustáceo típico de aguas muy saladas), otros héroes de la resistencia.

Muñecos de algunos extraterrestres creados por la ficción, en CosmoCaixa

Muñecos de algunos extraterrestres creados por la ficción, en CosmoCaixa / Fundació la Caixa

'La búsqueda' expone la situación actual de los esfuerzos científicos y tecnológicos enfocados a encontrar vida extraterrestre, desde la exploración 'in situ' en planetas de nuestro sistema solar hasta el descubrimiento de exoplanetas. Este ámbito ofrece maquetas a escala 1:1 del helicóptero 'Ingenuity' y el róver 'Perseverance', artefactos que la NASA dedica al reconocimiento de Marte. Asimismo, hay un fragmento del metorito real Ksar Ghilane 002, de origen marciano y cedido por el cazameteoritos (no es broma) José Vicente Casado.

Por último, el apartado '¿Estamos solos?' se centra en la posibilidad de que existan civilizaciones extraterrestres y en las opciones de comunicarse con ellas. El proyecto SETI (Search for Extraterrestrial Intelligence) escucha el cosmos a través de enormes radiotelescopios en busca de señales de origen artificial. De momento, el SETI no ha escuhado nada que haga pensar en vida inteligente. Una estrategia más sofisticada es la identificación de evidencias de desarrollo tecnológico que no impliquen intentos de comunicación; por ejemplo, la presencia de tecnología avanzada podría dejar huellas en la luz emitida por el planeta.

Epílogo inmersivo

A modo de epílogo, la inmersión en imágenes del cosmos captadas por misiones de la NASA y la ESA invita a reflexionar sobre nuestro lugar en el universo y la posibilidad de que existan 'marcianos'.

'Extraterrestres' es una exposición propia de la Fundació la Caixa basada en una idea de los asesores científicos de la muestra, que son Villar; Eva Villaver, doctora en Ciencias Físicas y profesora de investigación en el Instituto de Astrofísica de Canarias; Ester Lázaro, doctora en Ciencias Biológicas e investigadora del CAB CSIC-INTA; y Benjamín Montesinos, doctor en Ciencias Físicas e investigador también del CAB CSIC-INTA.