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Patologías maxilofaciales más frecuentes

La mayoría de las enfermedades de esta tipología se tratan quirúrgicamente, pero con procesos ambulatorios y poco agresivos.

Patologías maxilofaciales más frecuentes

Patologías maxilofaciales más frecuentes

Dr. Javier Mareque, del departamento Corachan Dental y Maxilofacial

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La especialidad médica de cirugía oral y maxilofacial se dedica a la prevención y tratamiento de enfermedades de la boca, la cara, el cráneo y el cuello.

Se consideran patologías maxilofaciales las enfermedades de los dientes, las mucosas, la piel y los huesos de la cara. Las más frecuentes de estas afectaciones, tal como explica el Dr. Javier Mareque, del departamento

Corachan Dental

y Maxilofacial, son: la falta de piezas dentarias, que se corrige con implantes dentales.

También son comunes las deformaciones congénitas, los traumatismos y las enfermedades oncológicas, que se tratan con cirugía estética facial. La mala oclusión y la asimetría facial, el apilamiento y las infecciones de repetición, así como el cáncer de cabeza y cuello son otras patologías que se suelen dar, y en este caso se interviene en ellas con cirugía ortognática.

La patología maxilofacial puede ser de carácter interno y no percibirse nada a simple vista y, además, no conllevar ningún dolor

La patología maxilofacial puede ser de carácter interno y no percibirse nada a simple vista y, además, no conllevar ningún dolor

Causas

En su mayoría, según apunta el Dr. Mareque, estos problemas de salud, infecciones y cáncer, se deben a anomalías del desarrollo y a determinantes ambientales como el tabaquismo, el alcoholismo y la falta de higiene.

También existen varias enfermedades maxilofaciales hereditarias, como por ejemplo la mala mordida, que responde a una incorrecta o desalineada ubicación de los dientes y de los huesos maxilares superior e inferior, en los que se sujetan los dientes. Esta afectación suele ser genética y frecuente. Afortunadamente los casos peores de la mala mordida, como podrían ser las fisuras faciales, que requieren de múltiples cirugías a lo largo de la vida del paciente, no se dan con frecuencia.

En algunos casos, la patología maxilofacial puede ser de carácter interno y no percibirse nada a simple vista y, además, no conllevar ningún dolor. Suele ser detectada en revisiones periódicas por el maxilofacial o el odontólogo. De ahí la importancia de una revisión con alguno de estos especialistas, al menos una vez al año.

La mayoría de las enfermedades de esta tipología se tratan quirúrgicamente, pero con procesos ambulatorios y poco agresivos, excepto la cirugía del cáncer.

Secuelas

Las cirugías no oncológicas raramente dejan secuelas, pero si sucede, lo más probable es que deje una pérdida de sensibilidad en alguna zona de la piel. Los procesos oncológicos, en cambio, sí que pueden dejar secuelas, si se interviene en un momento ya avanzado del cáncer, pero en estados muy iniciales de este, no acostumbran a dejar ni secuelas estéticas, ni funcionales.

En los últimos años se ha avanzado mucho en la mejora de los instrumentos y en la anestesia para realizar todos estos tratamientos, un beneficio que ahora permite realizar la mayoría de las intervenciones de manera ambulatoria y mucho menos agresiva.

En algunas ocasiones, en la misma intervención en la que se realiza la cirugía de los tumores también se puede llevar a cabo la reconstrucción estética y funcional de la secuela.

Las visitas periódicas al especialista, sobre todo en estados iniciales de estas patologías maxilofaciales, favorecen una recuperación, tras el tratamiento, sin quedar prácticamente secuelas.