Opinión

Lucía Etxebarria

El caso Tamara Gorro: qué es una separación a prueba y cómo funciona

Tamara Gorro y Ezequiel Garay.

Tamara Gorro y Ezequiel Garay.

"Empiezo este 2022 haciendo este vídeo que jamás hubiese deseado grabar y ni siquiera pude llegar a imaginar. Ezequiel y yo nos vamos a tomar un tiempo como pareja, como matrimonio. Nos vamos a separar, que no a divorciar, porque consideramos que hemos actuado de una manera muy adulta o al menos ejemplar para nosotros y para nuestros hijos. Hemos parado a tiempo con la esperanza de volver a recuperar y de terminar la vida juntos como siempre hemos querido".

Así anunciaba, a principios de año, Tamara Gorro la noticia de su separación a prueba.

Desde entonces, las imágenes de Tamara y su marido se sucedían en el colorín y en las redes: cumpleaños, bailes, comidas, la cabalgata… y, como guinda del pastel, el fin de semana pasado, ¡una escapada a Santander!

¿Son pareja, son expareja? ¿Ni lo uno ni lo otro? ¿Cómo les llamamos?

¿Qué es la separación de prueba?

Aunque en España no estemos muy acostumbrados a estos acuerdos de “separación de prueba”, lo cierto es que son comunes en contextos anglosajones desde hace años. Una separación terapéutica es una separación de prueba estructurada, bien pensada de antemano, y encaminada a crear una especie de “contenedor” terapéutico que deje la relación en stand by para dar tiempo a ambos miembros a reflexionar sobre lo que quieren.

Porque las parejas, todas las parejas necesitan acuerdos sobre límites, reglas y expectativas. Y si esos acuerdos no están claros, a veces hace falta tomarse un tiempo para redefinirlos.

Un caso

La crisis de María y Rubén comenzó hace dos años en el confinamiento. María es médica y Rubén es profesor de tenis. María debía salir a trabajar todos los días y continuar con su rutina. Pero, obviamente, su rutina se transformó. En lugar de trabajar sus ocho horas de costumbre le tocó afrontar jornadas inacabables, que se extendían como el aceite. Para colmo, vivía bajo un estrés casi insoportable. No sabía si se contagiaría y Varios de sus pacientes fallecieron.

Cuando María llegaba a casa se daba una ducha inacabable de agua caliente. Más tarde se encerraba en el cuarto de baño, único lugar de la casa en el que podía estar sola. a escuchar música, para relajarse . Podía llegar a estar una hora encerrada. Finalmente dormía en el sofá del salón porque tenía miedo de contagiar a su marido.

A su marido le tocó quedarse 24/7 horas al cuidado de sus dos hijos en una casa pequeña y no particularmente bien iluminada. Ambos estaban deprimidos, tristes y agotados.

Creyeron que todo se acabaría con el confinamiento pero no fue así. Llegó la histéresis. La histéresis es fenómeno por el que el estado de un material depende de su historia previa. Por ejemplo, hablamos histéresis magnética si, al magnetizar un ferro, éste mantiene la señal magnética tras retirar el campo magnético. En psicología hablamos de histéresis cuando una vez finalizado el acontecimiento traumático la ansiedad y la depresión continúan allí. Y esto es lo que le sucedió a María.

El fin del confinamiento

El confinamiento hace tiempo que se ha acabado, pero María todavía no se recupera de todo lo que vio y todo lo que sufrió. Se muestra distante y triste, y no se implica tanto con su marido y sus hijos como antes. Rubén sigue resentido por lo que considera un abandono de María. Cree que ella ha dejado de atenderles tanto a él como a la familia Las discusiones se suceden cada día. Los dos tienen un carácter fuerte y acaban por decirse cosas que quizá no hubieran debido decirse. Muchas veces las palabras duelen más que los golpes, y llega un momento en que los dos no soportan estar en la misma habitación. Sin embargo, y esto es lo curioso, ambos dejan claro que en realidad no desean separarse.

“ Si solo pudiera tener una máquina del tiempo y regresar a la vida que tenía hace 3 años" dice ella. " Yo siento que me han cambiado a la mujer que tenía pero sigo enamorado de la mujer que tenía y quiero recuperar a esa antigua María". Es entonces cuando el terapeuta les propone una separación a prueba. Quizá algo parecido es lo que ha propuesto el terapeuta de Tamara Gorro para darle una oportunidad a su matrimonio.

¿Cómo se decide?

Durante las etapas iniciales de la terapia de pareja, o la mediación, la pregunta que casi siempre hacen los clientes en las primeras sesiones es la misma, repetida en modos y maneras diferentes. "¿Crees que deberíamos separarnos?"

Pero el terapeuta no lo puede decidir, es la pareja la que debe tenerlo claro.

Y a veces, para tenerlo claro, hace falta poner espacio y distancia de por medio.

pareja enamorada

pareja enamorada / Milan Popovic | Unsplash

Antes de continuar, hay que dejar clara la diferencia entre una separación de prueba y una separación legal.

Una separación de prueba es un acuerdo informal entre dos personas que vivían juntas. Sin, jueces o abogados involucrados. La pareja se da un tiempo de prueba para vivir separados. Un tiempo que se acuerda de antemano. En general, es un mínimo de seis meses.

Se pacta que en ese período ambos evaluarán sus sentimientos mutuos y sus intenciones, y que al final de dicho período se reunirán de nuevo para tomar una decisión.

Preparando una separación de prueba

Un método muy eficiente para facilitar la escucha activa entre parejas, incluidas aquellas que están negociando una separación de prueba, es la Intervención o mediación. En ese caso, un terapeuta sirve como guía.

El 'donut del compromiso'

Una de las técnicas que se utilizan en esta fase previa para ayudar a una pareja a establecer términos de una separación de prueba es identificar sus necesidades principales utilizando el método del 'donut de compromiso' , una técnica propuesta por los psicólogos clínicos John y Julie Gottman.

Donut del compromiso

Para hacer un 'donut de compromiso' se recomienda dibujar dos óvalos en una hoja de papel: uno pequeño que está insertado en uno más grande.

A continuación, las parejas llenen el óvalo más pequeño con las necesidades sin las que no pueden vivir. Estas son las áreas inflexibles. Las necesidades que cada uno considera esenciales para su felicidad y el éxito de su relación.

¿Qué escribirías tú?

Te doy una lista de las palabras que suelen aparecer: sexo, comunicación, cariño, afecto, ternura, fidelidad.

A continuación, en el óvalo más grande, una pareja enumera aspectos de su posición que son negociables o flexibles. Esto significa que ambos miembros de la pareja están abiertos a cómo lograr alcanzar esos objetivos (tiempo, lugar, métodos, etc.).

Por ejemplo, María podría incluir “tiempo en soledad” en el área inflexible (pequeña) del óvalo. Pero puede escribir " una hora al día de soledad” en el área flexible (área grande) del compromiso.

Por otro lado, Rubén puede incluir “tiempo de calidad juntos” en el área inflexible. Y puede escribir en la flexible "Me gustaría salir con mi mujer una vez por semana, a solas".

De esa manera, Rubén y María han mostrado sus necesidades principales y también las formas en las que podrían llegar a acuerdos.

El contrato de pareja

Este contrato se redacta después, y solo después de que Rubén y María, hayan hecho un trabajo en terapia acerca sobre expresión de emociones y entrenamiento en comunicación, Es importante que antes de firmarlo la pareja haya debatido en la consulta sobre sus en estilos de interacción y comunicación (agresivo, sumiso, asertivo), sobre identificación y evitación de técnicas de manipulación, en la educación de los derechos personales legítimos y sobre qué es legítimo y que no lo es a la hora de intentar solucionar un conflicto.

Han de darse dos condiciones indispensables antes de redactar este contrato:

-Las cláusulas no estén sujetas a interpretaciones. Deben ser claras y específicas. A mayor ambigüedad, menos posibilidades de malentendidos. De esta forma ningún miembro de la pareja podrá utilizar el contrato como un arma arrojadiza contra el otro.

-Otras de las condiciones es que las cláusulas no sean excesivamente rígidas, ni tampoco que planteen objetivos difíciles de cumplir o que beneficien claramente a un miembro sobre el otro.

El contrato, como herramienta terapéutica supone un entrenamiento en negociación. Aunque a primera vista a mucha gente le parezca innecesario, o incluso ridículo, cursi o infantil, es una pieza clave para que la pareja aprenda a tolerar sus conflictos y a afrontarlos de una forma sana y satisfactoria.

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