Cine XXL

Tres horas entre superhéroes: ¿por qué las películas son cada vez más largas?

El metraje de los filmes tiende al infinito en una época donde escasea la atención. ¿Una explicación? Al espectador le sale más a cuenta pagar la entrada si la experiencia es duradera

El fenómeno no solo afecta a los 'blockbusters': 'El método Williams', 'West Side Story' y 'La casa Gucci' también alcanzan las dos horas y media

batman

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Nando Salvà

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"No hay cantidad de dinero capaz de comprar un solo segundo del tiempo". Esa afirmación, llevada a cabo por el superhéroe Tony 'Iron Man' Stark, es sin duda lo más fantasioso de 'Vengadores: Endgame' (2019), y decir eso es mucho decir en referencia a una película que incluye viajes en el tiempo, batallas intergalácticas y piedras mágicas. Porque la evidencia sugiere que en Hollywood sale rentable gastarse los dólares en apropiarse del tiempo libre de los espectadores, y que a estos últimos las entradas les salen más a cuenta si sirven para ver películas largas; conviene recordar que 'Endgame' es oficialmente la película más taquillera de todos los tiempos, y dura más de tres horas.

Como consecuencia de esa lógica, las ficciones producidas en Hollywood se están convirtiendo cada vez más en pruebas de resistencia para nuestras vejigas. No hay más que fijarse en algunos títulos estrenados en los últimos meses para probarlo: la última película estrenada por Marvel, 'Spider-Man: No Way Home', dura 2 horas y 28 minutos; y la penúltima, 'Eternals' -en castellano, 'Eternos'-, hace justicia a su nombre prolongándose hasta las 2 horas y 43 minutos.

El más reciente de los 57 largometrajes que el agente James Bond ha protagonizado por ahora, 'Sin tiempo para morir', es también el más largo: 2 horas y 43 minutos. 'Dune' invierte 2 horas y 35 minutos en adaptar lo que no es sino solo la mitad del mítico libro homónimo. Y la duración de 'The Batman', primera entrega de una nueva trilogía sobre el Hombre Murciélago que este pasado viernes llegó a las salas de cines, se queda a solo cinco minutos de las tres horas. 

El fenómeno, eso sí, de ningún modo afecta exclusivamente a los 'blockbusters' y así lo demuestran muchas de las últimas películas en llegar a la cartelera envueltas de una espesa aura de prestigio, como 'El método Williams' (144 minutos), 'West Side Story' (156 minutos) y 'La casa Gucci' (158 minutos).

Incluso en una época en la que la capacidad de concentración del público se mide según baremos como los 280 caracteres de un tuit o los escasos segundos de un chiste en formato GIF, los espectadores apreciamos la duración y la asociamos a la sustancia intelectual. Es cierto que las películas extraordinariamente largas han existido siempre; tanto 'El nacimiento de una nación' (1915) como 'Intolerancia' (1916) superan las tres horas, y originariamente 'Avaricia' (1924) casi alcanzaba las ocho.

La triología de ‘El señor de los anillos’ (2001-03) y ‘Avatar’ (2009) marcaron un punto de inflexión

Lo que distingue la versión actual de Hollywood es su grado de homogeneización: hasta la llegada del siglo XXI, las películas que dominaban la taquilla y las que acaparaban el discurso cultural eran un grupo de lo más variopinto, que incluía cine de acción y ciencia ficción, dramas de todo tipo y comedias románticas de 100 minutos. Hoy las producciones estadounidenses de presupuestos medianos llevan tiempo extinguiéndose de la cartelera; no hay espacio para ellas entre los taquillazos y las películas de autor con hambre de premio.

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155 MINUTOS. ‘Dune’, más de 2 horas y media para adaptar tan solo la mitad del libro homónimo / EPC

Desde su surgimiento en los 70, los 'blockbusters' adoptaron un metraje estándar de entre 90 y 120 minutos, y títulos como 'El retorno del Jedi' (1986), de 134 minutos, deben verse como meras excepciones a la regla. Pero con el cambio de milenio llegaron las tres entregas de 'El señor de los anillos' (2001-03), que en su formato original promediaron 186 minutos de metraje; y en 2009 vieron la luz las dos horas y 42 minutos de 'Avatar', que millones de espectadores consumieron sin pestañear y marcaron un punto de inflexión. 

Más es mejor

Bastan solo un par de datos para demostrarlo: las tres primeras películas (2008-10) del universo cinematográfico de Marvel ni llegaban a las dos horas de duración de media, y, en cambio, la de las tres más recientes supera los 149 minuto; por lo que respecta a las nueve entregas de 'Fast & Furious', cada una de las últimas cinco dura alrededor de media hora más que cada una de las cuatro primeras.

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156 MINUTOS. ‘West Side Story’. Es una pasa: afecta a todos los géneros. / EPC

En realidad, la evolución experimentada por ambas sagas y varias otras es del todo lógica. A medida que aumentan en número de entregas, esas series de películas van incorporando nuevas tramas, nuevos personajes, y nuevos actores en el reparto que exigen sus momentos correspondientes de lucimiento frente a la cámara. Todo eso, claro, suma minutos.

La media de las 10 candidatas al Oscar en la categoría de Mejor Película es de 139 minutos

Cabría pensar que, mientras las películas basadas en explosiones y persecuciones al volante siguen adoptando el formato XXL, entonces lo que se conoce de forma algo simplista como cine de Hollywood para adultos iría reduciendo el suyo para distinguirse. Sin embargo, la duración que promedian las 10 ficciones actualmente candidatas al Oscar en la categoría de Mejor Película, 139 minutos, sugiere lo contrario. 

Eso, en todo caso, no es nuevo. Entre las películas más galardonadas de la historia están 'Lo que el viento se llevó' (1939), de 238 minutos; o 'Ben-Hur' (1959), de 212; o 'Lawrence de Arabia' (1962), de 222; títulos triunfadores en la noche de los Oscar como 'Bailando con lobos' (1990), 'Titanic' (1997) y 'Gandhi' (1982) superan las tres horas de metraje.

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163 MINUTOS. 'Eternals'. Su metraje hace honor al título del filme (en castellano, ‘Eternos’).  / EPC

Tanto quienes invierten en ese tipo de películas como quienes reparten ese tipo de premios siempre han dejado clara su convicción de que la cantidad (de minutos) es síntoma de calidad, y por tanto los cineastas -muchos de los cuales, reconózcase, utilizan los metrajes abultados para alimentar sus egos- gocen de total autonomía en ese sentido a la hora de hacerlas. ¿Y quién es el guapo que se atreve a exigirles a Spielberg o a Scorsese que corten sus películas? 

La tecnología manda

Hay otras causas. Tanto en el caso del cine de autor como en el de vocación taquillera, por de pronto, han desaparecido las circunstancias logísticas que invitaban a limitar las duraciones; si en el pasado una película de más de dos horas veía drásticamente reducido su número de proyecciones diarias, en la actualidad la exhibición es monopolio de los multicines y, por tanto, un mismo título puede exhibirse en varias salas a la vez.

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163 MINUTOS. ‘Sin tiempo para morir’. No han bastado casi 3 horas. / EPC

Además, actualmente Hollywood debe competir con las plataformas de difusión de contenidos en 'streaming', cuyos suscriptores se han acostumbrado a consumir episodios de series durante horas y horas ininterrumpidas. Quienes van al cine seguramente tienen el mismo apetito audiovisual, pensarán los productores cinematográficos, quizá sin tener en cuenta que desde el sofá de casa hay fácil acceso al lavabo, la cafetera y el botón de pausa. 

Sea como sea, el célebre crítico Roger Ebert tenía toda la razón cuando dijo que "ninguna película buena es demasiado larga y ninguna película mala es suficientemente corta"; y esa verdad irrebatible afecta a 'El Padrino II' (1974), que dura 202 minutos, como a 'Papá Canguro 2' (2007), que dura 93. Al final, la duración de las producciones de Hollywood es como casi todo lo demás: algo relativo. En '2001: una odisea del espacio', Stanley Kubrick se las arregló para contar la Historia de la Humanidad en 148 minutos. 'Transformers: la era de la extinción' (2014) dedicó 165 a mostrar pedazos gigantes de metal que hablan, chocan entre sí y lo destruyen todo a su paso. Que cada cual escoja su forma preferida de usar el tiempo.

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