Violencia en el fútbol

Grecia saca la tarjeta roja: los hinchas se quedan fuera de los estadios

Hasta julio, los seguidores violentos no podrán acceder a los estadios y quedan prohibidos los clubes de hinchas como respuesta al asesinato en Salónica de un joven aficionado

Un hombre pasa por delante del local de un club de 'hooligans' del PAOK de Salónica

Un hombre pasa por delante del local de un club de 'hooligans' del PAOK de Salónica / AFP

Adrià Rocha Cutiller

Adrià Rocha Cutiller

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Alkis Kampanos, un joven de 19 años, paseaba la noche del pasado 1 de febrero tranquilamente en la calle con unos amigos cuando un grupo de hombres se les acercó para hacerles la que iba a ser la pregunta más importante de sus vidas. "Oye, ¿de qué equipo sois?", les preguntaron los individuos, que iban armados con palos y, se sabría minutos después, cuchillos e incluso una guadaña. Estaban en Salónica, la segunda ciudad de Grecia, y, por lo tanto, la respuesta estaba entre dos opciones: o el ARIS o el PAOK. Alkis y sus amigos contestaron que el ARIS era su equipo. Los hombres se abalanzaron contra ellos. Les pegaron. Les acuchillaron en las piernas y en las caderas. Dos amigos del joven acabaron en el hospital. Alkis murió desangrado por los cuchillazos.  

Pocos días después, la policía detuvo a varias personas acusadas de ser los asaltantes: todos formaban parte del Club PAOK Calle Palaion Patron Germanou, uno de los clubs de 'hooligans' del equipo, famoso en Grecia por ser, de hecho, uno de los equipos con seguidores más radicales. 

La policía encontró en el local del grupo cuchillos, bates de béisbol y tuberías de metal. Desde entonces, las redadas se han multiplicado en todo el país: 575 clubes de hinchas han sido investigados hasta la fecha, y han sido encontrados, a parte de los objetos mencionados, palancas de metal, bengalas y cócteles molotov. 

 Las redadas se han multiplicado en todo el país: 575 clubes de hinchas han sido investigados hasta la fecha

El Gobierno ha prometido terminar con todas estas organizaciones y con la violencia en el fútbol griego, una lacra que viene ya de muy lejos. En los últimos años, Atenas ha amagado en varias ocasiones con cancelar la Liga por los episodios repetidos de violencia. Nunca, sin embargo, ha llegado a ocurrir. 

"Confrontaremos a los fanáticos violentos. Crear una comunidad del deporte más sana es nuestra responsabilidad hacia las generaciones más jóvenes", dijo la semana pasada el portavoz del Gobierno griego, Yánis Oikonomu, que anunció la implementación de penas más duras para los perpetradores de los ataques, la ilegalización de estos clubes de hinchas y la prohibición, hasta el 31 de julio, de que ningún 'hooligan' entre a un estadio griego.

Largo y violento historial

El asesinato de Alkis Kampanos a principios de mes ha acaparado titulares en el país heleno, lo que ha empujado al Gobierno a actuar. Pero, para muchos griegos, las esperanzas de que la violencia termine son pocaspis. "¿Cómo puede pasar esto por un equipo de fútbol? En nuestra sociedad hay algo que tiene que curarse. Quiero que lo que le ha pasado a mi hijo una a nuestra ciudad", dijo en una entrevista a la televisión pública el padre de Alkis, Aristides Kampanos. "Salónica es la ciudad donde nací, y para mí es la más bonita del mundo. No pueden ocurrir cosas como esta", se lamentaba Aristides entre sollozos y con la voz cortada. 

Sin embargo, el historial de la ciudad –y el del PAOK en especial–muestra que este tipo de violencia no es ningún caso aislado. Hace justo dos años, otro aficionado del Aris murió a manos de seguidores del Paok en una batalla campal que se declaró en el centro de la ciudad tras un derbi local. 

El presidente del PAOK invade el campo para protestar un gol anulado en el 90' con una pistola

En 2018, el presidente del PAOK, Ivan Savvidis, bajo al camp oarmado con una pistola para amenazar al árbitro / AP

Pero hay más: en 2018, el presidente del PAOK, Ivan Savvidis, se hizo famoso en todo el mundo cuando, a medio partido, irrumpió sobre el césped con una pistola para amenazar al árbitro y parar el partido. Lo consiguió, aunque a medias: detuvo el encuentro y de rebote la Liga, que permaneció suspendida durante dos semanas. Además, Savvidis, un multimillonario ruso cercano a Vladímir Putin, fue llevado ante la justicia. Desde hace dos años, sin embargo, no aparece en público, se cree que ha dejado Grecia por Rusia y su caso judicial, que sigue en curso, queda pospuesto a cada vista que se celebra.

«La violencia no tiene color, grupo ni ciudad. Se tiene que condenar de donde sea que venga», dijo en un comunicado hace unos días, después de semanas de silencio, Savvidis, que continuó: «Está claro que los asesinos de Alkis Kampanos no tienen nada que ver con el PAOK. Son criminales a sangre fría y así es como deben ser tratados».

Historia de dos derbis

Esta temporada, PAOK y ARIS ya han jugado sus dos partidos. La ida se disputó en noviembre en el campo del PAOK, cuando el ARIS ganó en un partido que fue suspendido porque los aficionados locales saltaron al terreno de juego y emprendieron una guerra de bengalas y gases lacrimógenos contra la policía.

La vuelta ocurrió el fin de semana pasado en el campo del ARIS, tres semanas después del asesinato de Alkis. Antes del partido, el capitán del PAOK fue a dejar flores en el córner del estadio, donde se ha levantado un monumento al joven. Tuvo que depositarlas escoltado por antidisturbios mientras era insultado, silbado y algunos fanáticos le lanzaban petardos a pocos metros. Después, llegó un minuto de silencio que no lo fue. El partido terminó en empate a cero.

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