ENTREVISTA

Mariana Mazzucato, la economista que susurra al oído del Papa y Bill Gates | Entrevista

Esta académica italo-estadounidense es escuchada (y temida) por la élite política y económica. "Los estados no tienen agallas frente a las grandes empresas", afirma a este diario

Mariana Mazzucato ha sido nombrada doctor 'honoris causa' por la Universitat Oberta de Catalunya (UOC)-

Mariana Mazzucato

Mariana Mazzucato / Tania Cristofari

Irene Savio

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Es la economista que 'susurra' a personalidades tan distintas como el milmillonario Bill Gates, la congresista demócrata Alexandria Ocasio-Cortez o el papa Francisco. Heredera de John Maynard Keynes –teórico que afirmó que los estados deben tener un papel central en la creación de una economía y una sociedad justas–, las críticas de Mariana Mazzucato al capitalismo tardío son punzantes, pero no catastrofistas. La italo-estadounidense clama contra la austeridad y, a la vez, anima a los estados a ser emprendedores y a no limitarse a reparar economías maltrechas. No sorprende que sea invitada a ponencias con Yolanda Díaz o Ada Colau.

Las razones por las cuales la catedrática del University College de Londres ha ganado una dimensión internacional pueden encontrarse en sus libros más célebres: 'El Estado emprendedor', 'El valor de las cosas: quién produce y quién gana en la economía global', y el último, 'Misión Economía: una guía para cambiar el capitalismo'. Y también en su trabajo en el Instituto para la Innovación y el Propósito Público (el IIPP), un organismo que, entre sus objetivos, tiene el poner el foco en las experiencias más audaces llevadas a cabo por los estados.

Es admirada y a la vez temida. Se ha dicho que es usted "una peligrosa economista" y "una izquierdista".

Resulta muy divertido. En ambos casos fueron títulos puestos por editores hombres de grandes medios en entrevistas realizadas por mujeres (ellas se enojaron mucho). En realidad me gustan esos apelativos. No están mal, sobre todo si las 'asustadas' son las élites económicas. Es broma, por supuesto.

El Papa la escucha con atención.

La mayoría no se da cuenta de lo radical que es en términos económicos. Yo no soy una persona religiosa, pero creo que sus ideas para compartir la riqueza son muy concretas. 

Curiosamente, él y usted han repetido que sus ideas no son socialistas. 

Yo simplemente he razonado cómo se podría hacer funcionar al capitalismo con sus propias reglas. Es un error pensar que esto es 'anticapitalista'.

"Simplemente razono cómo se podría hacer funcionar al capitalismo con sus propias reglas. Es un error pensar que esto es anticapitalista"

¿Cómo definir el capitalismo actual?

El capitalismo no está sacando a la gente de la pobreza y está creando todo tipo de disfunciones. Esa es la hipocresía. Es un capitalismo hiperfinanciarizado que no funciona, ya que la mayor parte de la liquidez acaba de nuevo en el sector financiero. Además, las empresas han estado demasiado enfocadas en generar ganancias a corto plazo y […] reinvierten poco. De esta manera, nuestros gobiernos son los que siempre recogen los platos rotos y, en términos económicos, con poca visión. Se encargan de arreglar el mercado, pero no lo modelan. Por ejemplo, hemos acabado infrafinanciando la sanidad y no tenemos las estructuras apropiadas para la interacción entre el sector público y el privado. El cambio climático y el covid son señales de alarma.

Mazzucato.

Mazzucato. / El Periódico

¿Se está desaprovechando esta crisis?

Ahora mismo sí, pero tengo la esperanza de que podamos no ir hacia atrás. 

Greta Thurberg subraya que hay mucho "bla bla bla". 

No hace falta mucha ciencia para entender que los acuerdos sobre la financiación [contra el cambio climático] deben ser obligatorios. Pasa algo similar a lo que ocurrió con los cinturones de seguridad de los coches. Nadie los usaba cuando solo eran una recomendación. También necesitamos que las empresas que reciben dinero público se comprometan a reducir sus emisiones contaminantes de una manera concreta y programada. Todo plan de presupuesto gubernamental debe convertirse en una palanca para el cambio. Esto significa que cualquier contrato público, subvención, préstamo, rescate, entrega de fondos de recuperación, debería estar condicionado a requisitos para apoyar la transición verde.

"Necesitamos que las empresas que reciben dinero público se comprometan a reducir sus emisiones contaminantes de forma concreta y programada. Los Presupuestos deben convertirse en una palanca para el cambio

La cumbre de Glasgow no llegó a un acuerdo para abandonar el carbón y de otros combustibles fósiles. ¿Esto supondrá dar pasos atrás también en Europa?

Bueno, las presiones están ahí. El carbón y los combustibles fósiles han seguido recibiendo subsidios durante la pandemia; los países del G-20 les han asignado el 56% de los fondos de recuperación destinados a las empresas energéticas. Tengo esperanza en el movimiento de los jóvenes, pero las empresas no deben quebrar, porque sería una pérdida de activos y de capacidades. Es necesaria una rápida transformación del sector. Suráfrica y la India están pidiendo demasiado tiempo. 

Sostiene que los estados deberían poner condiciones a las empresas cuando estas piden ayuda. Pero, ¿qué puede hacer un gobierno cuando las empresas amenazan con dejar a miles de trabajadores sin empleo?

Este es un mito que le gusta a las compañías. Las razones por las cuales la gente se queda sin trabajo son a menudo que las empresas han dejado de invertir y que los estados no están haciendo su trabajo para crear ecosistemas dinámicos. Hay empresas que, después de haber obtenido enormes ganancias, simplemente se van. Por ejemplo, Pfizer cuando anunció el cierre de su centro de Sandwich, en Kent, y se fue a Boston, no lo hizo porque en Boston se pagan menos impuestos, sino para estar más cerca del Instituto Nacional de Salud, que proporciona 40.000 millones al año a las empresas farmacéuticas.

"Tengo esperanza en el movimiento de los jóvenes, pero las empresas no deben quebrar, porque sería una pérdida de activos y de capacidades, es necesaria una rápida transformación del sector"

Distribuir, no redistribuir

De repente, en la conversación se cuela el precio de la energía en España, que ha experimentado un crecimiento récord. Según Mazzucato, la relación entre los estados y las compañías no debe ser "nosotros versus ellos", sino que se trata de transformarla en colaboración a favor de un "ecosistema simbiótico y no parasitario", en el que los frutos de investigaciones financiadas con dinero público no vayan solamente a corporaciones con ánimo de lucro. "Pienso en el caso de España donde la relación, con el tema de los precios de la energía, se ha vuelto muy antagónica", afirma.

La gran cuestión, prosigue, es cómo lograr que el sistema se asegure de que "la carga sea compartida" y no recaiga solo en una de las partes". O "cómo garantizar que productores como Pfizer mantengan los precios bajos, a cambio de fondos públicos en las fases tempranas de sus investigaciones, para que luego podamos tener sistemas sanitarios asequibles", añade.

"No se trata de castigar, sino de lograr el trato justo", insiste, al decir que estos acuerdos deberían establecerse desde el momento en el que las compañías piden ayuda. Hay que "distribuir desde el principio", en lugar de "redistribuir".

"Facebook, el algoritmo de Google, el GPS y el World Wide Web fueron financiados con fondos públicos"

Porque, según la economista estrella, retomando uno de los argumentos más repetidos en sus libros, "los estados ya son motores de innovación y creadores de riqueza". Y da un puñado de ejemplos: Facebook fue financiado con fondos públicos. El algoritmo de Google recibió de la agencia gubernamental National Science Foundation. Internet, de la DARPA [la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada]. El GPS, de la Marina. El World Wide Web, del CERN [la Organización Europea de la Investigación Nuclear]. Apple también. "Sin estas tecnologías, las 'big tech' no existirían", advierte.

La economista, en la asamblea de pequeñas y medianas empresas organizada por la Comisión Europea, en 2019.

La economista, en la asamblea de pequeñas y medianas empresas organizada por la Comisión Europea, en 2019. / Mathias Knieppeis

Nuevo paraíso de los ‘playboys’

Y Mazzucato salta a la actualidad más reciente, y critica la nueva carrera espacial de Elon Musk, el multimillonario propietario de Tesla, también receptor de fondos públicos. El espacio es ahora "el nuevo paraíso de los 'playboys'", ironiza la catedrática ítalo-estadounidense. El problema es que "las actividades aleatorias de Elon Musk están dejando muchos escombros en el espacio". Razón por la cual, en este campo, a su juicio, se repite "lo que en el pasado hicimos con los bancos: socializar los riesgos y privatizar las recompensas".

"La historia que contamos sobre la creación de la riqueza es un relato tendencioso y escorado hacia el lado de las empresas"

¿Por qué es difícil para los estados revertir el relato?

Porque la historia que estamos contando sobre la creación de la riqueza es un relato fuertemente tendencioso e inclinado hacia [la versión] de las empresas. Es todo: ¡Silicon Valley! ¡Elon Musk! y la larga lista de empresarios que tiene cada país. Incluso cuando los estados hacen cosas buenas, no tienen agallas, […] ya que la respuesta [de las empresas] es precisamente la que mencionamos antes: la amenaza de irse. Yo los acompañaría al aeropuerto cuando dicen que se van a ir, y con el taxi pagado. [Se ríe]

Una medida algo drástica. 

Sí, aunque, bueno, también he estado pensando mucho en que hay compañías buenas que no tienen una voz única que puedan oír los gobiernos cuando están desesperados para alimentar el crecimiento. Esto serviría para que no estén guiados por aquellas compañías que dicen: "¡Reduce mis impuestos!" o "¡déjame no seguir las normas laborales o ambientales!".

¿Podría poner ejemplos en positivo de modelos de gestión del bien común?

Destacaría ejemplos como los de Kerala, en la India; Vietnam, que últimamente han hecho inversiones en sus administraciones públicas; y también Ruanda, en África. En Europa, están el caso del 'e-Government' del Reino Unido, una plataforma digital que se aleja de la tendencia a clientelizar a los ciudadanos en favor de un modelo más humanista, y el ejemplo de Barcelona.

"El ejemplo de Ada Colau es maravilloso. Incluyó a 'hackers'en el equipo de gobierno para mejorar la capacidad ciudadana para gestionar la vivienda y el transporte públicos"

¿De Barcelona?

La alcaldesa Ada Colau incluyó a 'hackers' en el equipo de gobierno para mejorar la capacidad ciudadana para gestionar el transporte y la vivienda públicos. ¡Un ejemplo maravilloso!

Volviendo a las empresas. ¿Las farmacéuticas siguen abusando de su poder?

No creo en aquello de que los gobiernos son buenos y las compañías son malas. Depende. Hay muchos gobiernos problemáticos y muchas empresas problemáticas, así como muchos funcionarios públicos y compañías que intentar hacer lo correcto. Si tomamos el ejemplo de las vacunas, existen diferentes casos. Como decía, Pfizer ahora mismo está haciendo miles de millones gracias a diferentes tipos de fondos públicos que recibió en la etapa inicial de sus investigaciones, y no han aceptado mantener los precios bajos ni compartir la propiedad intelectual, cuando AstraZeneca hizo todo esto. Pese a ello, la reacción hacia AstraZeneca ha sido muy negativa. 

En varios países europeos, ha sido frenada casi por completo. 

Es bastante sorprendente. Me encantaría entender mejor qué ha pasado. Casi parecería una conspiración. Aunque yo no creo en ellas.

"Me preocupan los gobiernos débiles, que se rinden a las consultoras o a las presiones de la industria farmacéutica"

¿Entonces?

Sí que hubo muchos errores de comunicación. Todo empezó con las tensiones entre la Comisión Europea y AstraZeneca por el retraso en la entrega de las dosis. Luego fue preocupante que Macron dijera que la vacuna era casi eficaz tener sin base científica.

¿Qué le preocupa a usted, principalmente?

Me preocupan los gobiernos débiles, que ya no saben gobernar, que se rinden a las consultoras o a las presiones de la industria farmacéutica. Los gobiernos que no tienen una correcta relación con la ciudadanía ni una idea de cómo manejar las plataformas digitales. Eso me preocupa.


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