ENTREVISTA

Katrine Marçal: "Sin las costureras de sostenes el hombre no habría pisado la Luna"

La periodista sueca, especializada en economía y finanzas, publica el libro 'La madre del ingenio'

Katrine Marçal / cuaderno

Katrine Marçal / cuaderno / Laura Guerrero

Núria Navarro

Núria Navarro

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Cuando en 2015 la periodista sueca Katrine Marçal (Lund, 1983) subió al atril de la London School of Economics para hablar de su libro '¿Quién le hacía la cena a Adam Smith?' –una crítica al orden patriarcal en lo económico– vio cómo se hinchaban las venas del cuello de los economistas allí presentes. Diez años –y una gran movilización feminista– después, Marçal vuelve al ataque con 'La madre del ingenio' (Principal de los Libros), en el que examina cómo la historiografía ha tapado las innovaciones ideadas por mujeres que, con el tiempo –demasiado– se impusieron o se apuntó el tanto el hombre. Y en su repaso no se salva ni Silicon Valley. 

La lanza prehistórica entró en la historia oficial. El palo excavador, no. 

"La programación informática estuvo en manos de mujeres hasta que pasó a ser un trabajo de alta remuneración"

No se ha demostrado que las primeras herramientas que inventó la humanidad fueran para cazar y, por consiguiente, que la autoría fuera del hombre. ¿Qué hay del palo afilado y endurecido mediante el fuego que permitía escarbar el suelo, donde había insectos nutritivos que se podían ahumar y conservar en sal?

¿Ninguneado?

Sí. Y de la economía de cuidados, en mano de las mujeres, surgió la fundición, la cerámica y el teñido. La versión oficial, sin embargo, es que el motor de la invención humana está relacionado con el impulso de dominar el mundo.

"Muévete rápido y rompe cosas" es un lema de Mark Zuckerberg. ¿Seguimos ahí?

Aplastar, dominar y explotar son claves en la historia de la economía patriarcal.

Pero la programación de computadoras empezó siendo cosa de mujeres, asegura usted.

Las mujeres eran el 75% de la plantilla de Bletchley Park, donde se construyó el primer ordenador programable para realizar trabajos de descifrado de códigos alemanes durante la Segunda Guerra Mundial. Se consideraba que para programar solo era necesario seguir unas instrucciones, era algo tan complicado como zurcir unas medias. Pero en los años 60 los gerentes vieron que las computadoras podían servir para programar misiles o para sistemas de cobro y pago.

Y no les subieron el sueldo.

"El mundo está lleno de gente que preferiría morir antes que liberarse de nociones sobre la masculinidad"

Pasó a ser un campo dominado por los hombres justo cuando fue un trabajo de alta remuneración. Hoy sigue el cuento de que la chica debe sobreponerse a su género para ocupar un lugar delante del ordenador. No es verdad. Mi madre fue programadora informática en Suecia.

¿En serio?

Trabajaba a las órdenes de otras mujeres, que venían a casa y traían tartas. Esa es la imagen del 'tech' con la que crecí, no la de unos muchachos geniales innovando en un garage. Y tengo 39 años, no soy tan mayor.

¿Cómo se tomó su madre el 'desplazamiento'?

Cuando se jubiló, la industria ya había pasado a ser algo completamente masculino y sentía enfado hacia sus jefes.

¿Alguien de Silicon Valley ha admitido la deuda?

No. Y cuando presento el libro ante inversores, muchos dicen: "Oigo lo que dices, entiendo el mensaje, pero al final los hombres tienen mejores ideas".

 El coche eléctrico, curiosamente, existió a principios del XX. Y fue descartado por ser un 'vehículo de mujeres'.

El mundo está lleno de gente que preferiría morir antes que liberarse de nociones sobre la masculinidad. El coche eléctrico de 1900 era menos veloz, recorría menos distancia y, sobre todo, no exigía sudar dando vueltas a una manivela. Henry Ford le compró uno a su esposa. Pero un hombre de verdad conducía el de gasolina. No ha sido hasta la llegada de Elon Musk cuando es una idea estupenda.

Sin aquel prejuicio, quizá no llegamos a esta emergencia climática tan rápido.

Probablemente. Es cierto que la carga de las baterías ya era un problema entonces, pero descartar el potencial de una innovación por tener un uso femenino fue un gran error.

"El 'hombre de verdad' no conducía el coche eléctrico del 1900 porque era 'de mujeres'. Ha llegado Elon Musk y es una idea estupenda"

Cuenta también que el hombre no habría llegado a la Luna de no ser por las costureras de sostenes y fajas. 

Cuando Neil Armstrong descendió por las escaleras del módulo lunar en 1969 lo hizo con un traje maleable hecho por costureras con experiencia en el extenuante arte de coser ropa interior en Playtex. Lo difícil fue convencer a la Nasa. Los ingenieros exigían planos y las costureras usaban patrones. El primer traje fue rechazado por "no cumplir con la documentación". Hoy hay costureras en la Nasa.

Hoy, el 1% del capital riesgo va a parar a proyectos de mujeres. 

La lógica del 'venture capital' tiene la forma de un 'stick' de hockey: buscan proyectos que o bien queden en nada, o crezcan de manera exponencial. Es lo que ha aupado a Facebook. Por lo general, los negocios que plantean las mujeres suelen tener grandes beneficios desde el primer momento. No es interesante para los inversores.

Kyle Jenner es milmillonaria. ¿Aprueba su modelo de negocio?

El 'glamour labour' me resulta problemático, porque hemos de pasar de consumir el mundo a protegerlo. Por otra parte, todo el modelo de negocio de las 'influencers' depende del algoritmo diseñado por Mark Zuckerberg.

Dé un argumento para deshacer la tozudez de la economía patriarcal.

Hay que explicar lo estúpido que es no invertir en proyectos que nos pueden hacer más felices y ricos a todos.

¿Por dónde hay que tirar ahora mismo?

Por una nueva lógica de financiación; desde luego, por reescribir la historia de la tecnología incluyendo las voces silenciadas de las mujeres, y por allanar el camino de regreso de las mujeres a las ciencias de la computación, de donde fueron expulsadas.

"Hay que allanar el camino de regreso de las mujeres a las ciencias de la computación, de donde fueron expulsadas"

Suena a empezar desde muy abajo.

Muchos de los que han leído mi libro en Suecia y Estados Unidos dicen que se han deprimido. Pero yo solo pretendo mostrar cómo es de profundo el sesgo, los siglos de narrativa patriarcal... Yo no creo que sea deprimente, solo enseño el potencial de una innovación inclusiva, que se aproveche la gama de habilidades para crear.

Y reclama dar valor al cuerpo.

Los economistas aman lo racional e incorpóreo. Están enfocados en la inteligencia artificial, pero existe la inteligencia de los cuerpos. Tomarse el cuerpo en serio es crear una economía que atribuye a las necesidades humanas un lugar primordial. La impotencia y la dependencia también forman parte de la experiencia humana.

¿Quién ha perdido al subestimar el talento femenino?

Aunque suene grandilocuente, el mayor perdedor es el progreso humano. 

"El mayor perdedor de subestimar el talento femenino es el progreso humano"

¿Se anima a predecir el futuro?

La mejor manera de predecirlo es crearlo. Es una cuestión de elección. Y hay algo que debe quedar claro: la tecnología no es una fuerza natural, que empuja lo que le ponemos enfrente. Somos los seres humanos quienes inventamos, construimos y compramos las máquinas. Debemos manejarlas, no ser manejados por ellas.

¿En qué siglo todo irá como la seda? 

El feminismo va lento pero tiene lógica.

Tiene dos hijas y un hijo. ¿Lo verán?

Los niños aprenden con el ejemplo. Hacen lo que ven más que lo que les dices. Mi marido se muestra muy orgulloso de hacer un trabajo que tradicionalmente se ha vinculado a las mujeres –es diseñador de jardines– y se queda en casa con los niños encantado.

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