HISTORIA DE LA TELEVISIÓN

Lucille Ball: la mujer más divertida (y troleada) de los años 50

La película 'Being the Ricardos', de Aaron Sorkin, recuerda la química explosiva entre Lucille Ball y su marido, Desi Arnaz, Lucy y Ricky Ricardo en una telecomedia histórica en Estados Unidos

Lucille Ball y Desi Arnaz

Lucille Ball y Desi Arnaz

Juan Manuel Freire

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La nueva película de Aaron Sorkin, 'Being the Ricardos' (Prime Video, 21 de diciembre), se centra en una semana de producción de la mítica 'sitcom' de los cincuenta 'Te quiero, Lucy', pero se sirve de flashbacks y desvíos para dibujar el retrato completo de Lucille Ball (Nicole Kidman), la maestra de la comedia física que dio vida a Lucy Ricardo, la esposa con impulsos artísticos del director de orquesta Ricky Ricardo, encarnado por el verdadero músico cubano Desi Arnaz (Javier Bardem). 

Todavía hoy hacen falta recordatorios de los hitos de una artista que, aunque cueste creerlo, no dio con el éxito a la primera. Antes que reina cómica, Ball fue modelo, actriz de Broadway y, bajo contrato en RKO, aspirante a diva glamurosa en la línea de Rita Hayworth y Marilyn Monroe. La más firme apuesta en esa dirección llegó en 1942 con 'Su última danza', al lado de Henry Fonda, pero después llegaron, sobre todo, series B con poca enjundia. 

En 1940 había conocido, durante el rodaje de 'Demasiadas chicas', al director de orquesta Arnaz, con quien se casó en noviembre de ese mismo año. Dos se convertían en uno; cuando la CBS propuso a Ball trasladar la comedia radiofónica 'My favorite husband' a la televisión, ella insistió en que este marido favorito fuera su verdadero marido. 

Dinamitando la misoginia

De la idea acabó naciendo una serie con otro nombre, 'Te quiero, Lucy', estrenada en CBS el 15 de octubre de 1951 y cerrada en 1957 después de 180 episodios. Una comedia irresistible, aunque Sorkin diga lo contrario, sobre la fijación de una joven ama de casa de clase media por insertarse en la vida nocturna de su esposo y formar parte del mundo del espectáculo. La gestualidad y el gusto por el disfraz de Ball son leyenda. Pero es que, además, la serie podía ser avieso retrato de su época: sus tramas de enredo hacían estallar las restricciones impuestas a las mujeres en la sociedad estadounidense de los cincuenta. 'Te quiero, Lucy' se puede ver, además, como historia del medio televisivo: el tremendo episodio 'Lucy does a TV commercial' es casi "una especie de documental sobre las peores indecencias de la primera publicidad en televisión", tal y como apuntaba el crítico Saul Austerlitz en su ensayo de 2014 'Sitcom'. 

Durante cuatro de sus seis temporadas, 'Te quiero, Lucy' fue la serie más vista en Estados Unidos, y ha seguido siendo vista obsesivamente desde entonces. Por entonces, las series se interpretaban y emitían en vivo y no se conservaban en cinta, pero Ball y Arnaz insistieron en que los episodios se filmaran en 35 mm. Eso permitió que siguiera reponiéndose durante décadas y que Ball fuera referente para varias generaciones de mujeres que creían que la comedia no era solo cosa de hombres. En mujeres como ella pensaban los guionistas de 'Hacks' (HBO Max) al crear el personaje de Deborah Vance (Jean Smart), esa veterana cómica que se gana el respeto, tras diversas epifanías, de la joven guionista 'cancelada' Ava (Hannah Einbinder).

Dueña de un gran estudio televisivo

Si Ball y Arnaz podían decidir cómo se hacía la serie, era porque ellos mismos producían a través de su compañía Desilu, la misma que, años después, daría pie a 'Los intocables' o, ya con Ball como única propietaria, 'Star Trek' y 'Misión: Imposible'. Así es: en 1962, Ball se convirtió en primera mujer en llevar las riendas de un gran estudio televisivo. 

Con su biografía se podría hacer una serie, pero Sorkin ('El Ala Oeste de la Casa Blanca') ha preferido hacer una película y centrarse en varias crisis que se permite aglutinar en una semana de 1952: cómo reverbera, década y media después, la antigua afiliación de Ball al Partido Comunista (solo lo hizo, según explicó, por aplacar a su abuelo socialista); cómo afecta al matrimonio la publicación de una foto de Desi con otra mujer en una revista sensacionalista (ella estaba en esa fiesta, pero su marido fue solo a muchas otras), y cómo se las ingenió la pareja para introducir el embarazo real de Ball en la mítica ficción.

El episodio 'Lucy goes to the hospital' de 1953, en el que Lucy, así es, acudía al hospital para dar a luz al pequeño Ricky, fue el más visto de toda la serie: 44 millones de espectadores y casi un 72% de share. Una vez más, Ball demostraba tener razón. En un principio, cadena y patrocinador se habían negado incluso a mostrar el embarazo. Por entonces, el casto Código de la Televisión prohibía cualquier sugerencia de índole sexual. Cualquier tiempo pasado no siempre fue mejor.

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