Danica Curcic: la reina absolutista de 'El caso Hartung' (y del 'noir' nórdico)

Danica Curcic nació en Belgrado en 1985, pero con solo un año acabó con su familia en Copenhague, donde su padre trabajó en la embajada yugoslava. Cuando empezaron las guerras de principios de los noventa, los Curcic optaron por hacerse a su nueva casa. Danica ha acabado siendo más danesa que serbia, pero, según ha contado, a veces le han dicho que es demasiado morena para hacer de novia danesa.

Trabajo no le ha faltado, sea como sea: en 2012, el mismo año que se graduó en la Escuela Nacional Danesa de Artes Escénicas, empezó una densa trayectoria en el cine con 'Over kanten'. Dos años después, en 2014, era destacada como Shooting Star (o estrella emergente del cine europeo) en el festival de Berlín. Fue el año de 'Profanación: Los casos del Departamento Q', en la que no hacía de típica novia danesa, sino de mujer que viajaba por el mundo con el cadáver de su bebé. Un papel menos confortable. También ese año llamó la atención en 'Corazón silencioso', de Bille August, como hija pequeña de la madre enferma protagonista; papel después encarnado por Mia Wasikowska en el remake 'La decisión'. 

Pasado y presente del género

Pero, al menos fuera de Dinamarca, asociamos a Curcic todavía más con las series. La hemos visto en 'Nobel' como intérprete del Servicio de Inteligencia de Noruega; en 'La niebla' como drogadicta fugitiva, o en 'Equinox' como una protagonista marcada por la misteriosa desaparición de su hermana y toda su clase una veintena de años atrás. 

En cierto modo, Curcic representa, además, el pasado y el presente del llamado 'nordic noir', que se resiste a desaparecer como tendencia. Estuvo en clásicos del género como 'Those who kill', 'Inspector Wallander' o 'Bron (El puente)', y ahora lidera el reparto de 'El caso Hartung' como inspectora que asocia la muerte de una joven madre con el caso de una niña desaparecida y dada por muerta. La mirada de Curcic rebosa, de nuevo, inteligencia e inquietud a cada paso de la investigación. Ella no es, ni mucho menos, novia danesa de nadie. 

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