Brian Cox: el padre de 'Succession' que jamás te llevarías a casa

El actor escocés, especializado en grandes villanos, interpreta el patriarca millonario y despiadado de la serie de HBO

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Abel Cobos

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Pasado el boom de 'El juego del calamar', llega la tercera temporada de 'Succession' para tomar el relevo en la conversación social. Esta comedia dramática, una adaptación moderna de 'El rey Lear' que gira en torno a una rica familia disfuncional donde la herencia es el eje de sus vidas, promete convertirse de nuevo en el pelotazo de HBO, con la audiencia y los aplausos de la crítica incrementándose día a día.

Pero entre la montaña de elogios, destacan los que recibe el escocés Brian Cox, actor que encarna a Logan Roy, el patriarca multimillonario y dueño del imperio mediático de la discordia, que enemista a la familia protagonista de la ficción. Roy es el arquetipo de millonario despiadado: cruel con sus hijos, distante en lo afectivo y más dedicado a su profesión que a su familia. Un rol que ejecuta a la perfección y el cual le ha proporcionado un Globo de Oro y una nominación a los Emmy.

A sus 75 años, este papel supone un éxito más en una longeva carrera de personajes maquiavélicos. Por ejemplo, fue Hannibal Lecter antes que Anthony Hopkins, el rey Lear de la Royal Shakespeare Company, un Tito Andrónico galardonado con dos Olivier –los Oscar de la dramaturgia inglesa–, y ganó un Emmy por su retrato del criminal de guerra nazi Hermann Goering en la serie 'Nuremberg'. Incluso ha sido el villano en 'X-Men 2', un papel que indirectamente se vincula con 'Sucession', al menos, por lo que afirma otro de sus protagonistas: "Mira, te voy a decir cómo es ser rico, ¿vale? Es una puta maravilla. Es como ser un superhéroe, pero mejor. Haces lo que quieres y sin que te pillen".

Y aunque ha sido el villano de uno de los grupos de superhéroes más poderosos, un peligroso nazi y un déspota shakespeariano, según la crítica, su papel más terrorífico, por lo tristemente real de su planteamiento, ha sido en 'Sucession': "Uno de los personajes más aterradores de la televisión actual", titulaba 'The Independent' respecto a Cox. 

A lo largo de su carrera, el escocés ha aprendido a dominar, con mucho magnetismo, el rol de sociópata. Tanto, que la idea original era matarlo al final de la primera temporada, pero su magistral interpretación convirtió el personaje en alguien tan escalofriante que no se atrevieron a prescindir de él. Suena a tópico cinéfilo, pero Cox lo ha vuelto a demostrar: los mayores monstruos son los que se ocultan en plena luz del día.

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