Objetivo: un Macba menos elitista y más cercano al artista local

Elvira Dyangani Ose, directora del Macba, apuesta por un museo más intergeneracional

La nueva responsable también contempla la gratuidad en algunas actividades

Elvira Dyangani Ose: "Hay que descolonizar el Macba"

Elvira Dyangani Ose, directora del Macba

Elvira Dyangani Ose, directora del Macba / Ferran Nadeu

Gemma Tramullas

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¿Podría concretar una sola de sus ideas fuerza? ¿Cuál sería una de sus primeras acciones?

Sería la permeabilidad del museo, acercarlo a la gente.

¿Pero eso qué significa a la práctica? ¿Que será gratuito? [La entrada general cuesta 11 euros]

Para entrar a ver aspectos de la colección sí, me encantaría. Creo que esa sería una de las primeras cosas que haría.

El Macba lleva años queriendo acercarse al público. ¿Qué puede hacer usted que no hicieran sus predecesores?

Creo que aporto esa puesta en valor de los elementos más vulnerables, de la parte humana del Macba, de la capacidad que deberíamos tener de generar un diálogo con la comunidad, del espacio de los afectos, como he dicho en alguna ocasión. Tenemos que generar espacios que no estén reñidos con la visión del arte, romper con esa visión de los museos, no solo el Macba, como algo elitista.

"Me encantaría que entrar a ver aspectos de la colección fuera gratuito"

¿Su designación es mejor noticia para el arte contemporáneo catalán o para el africano?

Yo espero que sea para todos. En el catálogo de la Bienal de Sao Paulo de este año escribí que de todas las posibles Elviras había decidido ser aquella que no estaba determinada por una etiqueta específica, que podía ser fluctuante, que podía cambiar, que aceptaba la posibilidad de ser permeable a las conversaciones y a la identidad de otros. Espero que sea una buena noticia sobre todo para la gente interesada en vivir experiencias de arte más allá de posibles elitismos y demagogias.

Pero gran parte de su trabajo ha sido entorno al arte moderno y contemporáneo africano.

Sí, por supuesto. Hace poco estaba con artistas que trabajan generando espacios y nuevas formas de institución en ciudades como Lubumbashi, Addis Abeba, Harare, El Cairo y Algiers. Pero ese mismo fin de semana estuve con la Asociación Española de Directores de Espacios de Arte. He trabajado en el CAAM, en el CAAC (Centro Andaluz de Arte Contemporáneo) y también tengo una trayectoria aquí.

Proyecto arquitectónico de la ampliación del Macba.

Proyecto arquitectónico del nuevo Macba. / ARCHIVO

Después de acercar el museo a la gente, ¿cuál sería otra de sus prioridades?

Hacer un museo más intergeneracional, que no tengas que ser ni de una cierta edad ni de un cierto rango o incluso estar muerto para tener una exposición.

¿Y eso cómo se hace?

De muchas maneras. Empezando a seguir a los artistas desde el principio de sus carreras y acompañándoles en algunos momentos del proceso. Una de las cuestiones más significativas en mi programa era el mirar a lo institucional antes de que se generara la institución, qué es lo que estaba pasando en los años 70 y mitad de los 80 en Barcelona, en Catalunya, que propiciaba la necesidad de un museo como el Macba.

"Queremos un museo más intergeneracional, que no haga falta estar muerto para tener una exposición"

Usted vivió en Barcelona en los años 90.

Yo llegué a la reiteración de ese gesto. Tenemos la coartada perfecta para atender a lo local y a lo que yo llamo lo vernacular: qué es lo que se está produciendo aquí y en este instante para generar otro tipo de acercamiento a la práctica emergente.

Insisto, ¿esto a la práctica cómo se hace?

Se puede hacer a través de comisiones con mucho más diálogo con la escena local, dando mucha más plataforma a un ecosistema en el que tanto lo local como lo internacional estén en una conversación más evidente. La idea de las comisiones es estar al lado del artista, al que le brindas ese espacio de imaginación y de creación, casi un espacio de producción, de corresponsabilidad con las comunidades circundantes para que después esto se pueda presentar en eventos internacionales de envergadura.

¿Tiene algún referente?

Pienso en los talleres Barcelona Art Triangle que nutrieron la colección del Ayuntamiento que está depositada aquí. Son una manera de ver el taller de artista como un generador no solo del trabajo de un artista individual sino de la confabulación del contexto cultural de ese momento. O la idea de lo que estaba sucediendo en la escena, que en los años 70 era transdisciplinar y transgeneracional, con espacios como la Sala Vinçon, Metrònom, Espai 13, el Saló Diana, las galerías en Sabadell, el espacio B5-125 en Bellaterra…

Ahora lo local está muy descentralizado. Los centros de arte de referencia son espacios como Konvent.0, que está en Berga. ¿También cuenta con esta escena?

Sí, por supuesto. No es una cuestión de que el Macba sea un gigante gargantúa fagocitador, sino que seamos uno más de la conversación de ese ecosistema. 

"Si no conseguimos que el Macba le pertenezca aún más a la gente, habremos fracasado"

¿El proyecto de ampliación del Macba no es una colonización de la plaza dels Àngels?

Primero, desterrar la palabra 'colonización'. Me parece ofensiva.

Lo replantearé. El museo se va quedando con más espacios de la plaza. Hay un tercer edificio previsto para el 2023. ¿Realmente el problema del Macba es una cuestión de espacio?

La clave es dar más espacio al público. Si nosotros no conseguimos que el generar este tercer edificio suponga que el Macba le pertenece más aún a la gente de esta ciudad, si la gente no se apropia del lugar, entonces habremos fracasado.

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