Craig Hodges: "Cuando decimos que las vidas negras importan no es un 'hashtag', es una realidad"

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Idoya Noain

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Muchos deportistas de Estados Unidos han sumado voz y esfuerzos a las protestas contra la injusticia racial y la brutalidad policial que desde hace unos meses sacuden el país. En los años 90, se contaban con los dedos de la mano. Y, como Craig Hodges, pagaban un precio.

Dos veces campeón de la NBA con los Bulls en la era de Michael Jordan y Phil Jackson, tres veces ganador del concurso de triples del All-Star y, aun así, desterrado de la Liga. Craig Hodges fue demasiado vocal en temas de justicia racial y social, demasiado osado proponiendo el boicot de una final como protesta por el caso de Rodney King o el de Nike. Su historia está contada, en primera persona, en Tiro de larga distancia, un libro de 2017 editado ahora en España por Capitán Swing, y da la oportunidad de hablar con Hodges, via skype desde Chicago, de pasado y presente. Y futuro.

¿Cómo vive este momento de activismo, no solo de la NBA sino de todo el deporte de EEUU, ante la injusticia racial?

Es un momento fantástico. Muchos deportistas jóvenes se dan cuenta del impacto que pueden tener donde están, de la importancia de defender los derechos humanos sin que importe dónde ves suceder la injusticia. Esta generación, con la llegada de las redes sociales, es capaz de tener una plataforma instantánea y base de apoyo.

Es muy distinto a cuando usted estuvo en la NBA...

En los 90 básicamente si hablabas era una voz cantando en el viento porque los medios no te daban ninguna cobertura. Estabas solo y el cambio tenía ramificaciones negativas. No miraban a tu atleticismo o tus estadísticas, sino tus creencias políticas y tu posición, ya fuera en justicia social o en brutalidad policial. Y mi posición siempre ha sido que ante determinadas cosas no podía quedarme sentado.

Su mayor paralelo hoy sería Colin Kaepernick.

Hablamos de un deportista de 1,93 de altura y ciento y pico kilos que cada día jugaba a un deporte de choque máximo, cada día se enfrenta a otro jugador enorme pero ¿no puede elevar su voz? Eso es lo que asombra: que puedas ir a esas batallas pero supuestamente no puedas elevarte sobre algo como las palabras.

David Zirin (que firma el prólogo del libro) dice que iba por la NBA preguntando a jugadores por qué no abordaban temas sociales y le decían: “no quieres ser como Craig Hodges”. Hablamos de las ramificaciones económicas de decir la verdad, pero eso esconde respeto. Los que estamos en ello y hablamos de ello también hablamos en su nombre y eso es lo que me da más orgullo.

"Nadie te puede
decir qué es un
americano, porque
es muchas cosas
distintas. Para mi
gente, América
ha sido tanto
sueño como
pesadilla"

En su momento lo llamábamos “maestros honestos pobres” porque no era sobre dinero, era sobre verdad, y la recompensa era saber que hacíamos algo mucho más grande que nosotros. Hay mucha gente atrapada en la ilusión de “la grandeza de ser americano”... Pero nadie te puede decir qué es un americano porque es muchas cosas distintas para distintas gentes. Para mi gente América ha sido tanto sueño como pesadilla y es una locura poder tener los dos al mismo tiempo. Puedes ir a la escuela o tener un gran partido y al volver a casa ves a tu tío encarcelado.

¿Ve un cambio real desde el punto de vista de los esponsors, de los propietarios y de la NBA?

Es cosmético, es como si dijeran “tenemos que adelantarnos a esto, venderlo de una forma que no impacte a nuestros resultados”. La injusticia, el capitalismo, el racismo corporativo y el sexismo corporativos son todo parte de los males de los que habló el doctor (Martin Luther) King: racismo, militarismo y explotación económica. En el contexto de América, estés donde estés, lo puedes ver. Y hay que tener una conciencia firme y saber que tiene que ser no cambiado sino erradicado.

Con el caso de Jacob Blake (herido por la policía con siete tiros) algunos jugadores de la NBA proponían acciones radicales pero, después de que LeBron James hablara con Barack Obama, se optó por el boicot. ¿Qué piensa del enfoque incremental?

Hacen que sea digerible: ponemos Black Lives Matter en la cancha, un mensaje en la parte trasera de tu camiseta... Pero puedes quitarte una camiseta o puedes cambiar BLM por otra cosa. Son arreglos mentales temporales que América quiere usar otra vez, es un juego cerebral de divide y vencerás. Quieres decir a los jóvenes que contengan su momento de energía, que solo pasa una vez en la vida, y lo estás reprimiendo. ¿Para qué? ¿Por el bien de quién? Cuando yo fui entrenador con los Lakers y ganamos un campeonato no me dejaron ir a la Casa Blanca y Obama era presidente. ¿Entiende lo que quiero decir?

Tampoco le entrevistaron para The Last Dance, la serie sobre Jordan.

Cuando Jordan era jugador quería que tuviéramos lo máximo en un contrato pero cuando se hizo propietario quiso retrotraer todo lo que hemos ganado. Eso me enseña qué tipo de ser humano eres, qué te mueve. A Obama le movía el poder y a Jordan lo económico, pero ninguno de los dos hablaba de las muertes de niños en Chicago y me pone malo, porque pueden hablar a puerta cerrada, pero en público no llaman a las cosas por su nombre.

¿Está la nueva generación mejor educada sobre la injusticia?

No sé si ni siquiera es cuestión de educación. Hay una vibración. Mucha gente joven ha visto mucha desesperanza en su vidas en lo que se refiere a violencia pero esta generación no está preparada para esperar y quieren cambio inmediato.

Ayer estuve en una marcha en mi ciudad. Habían disparado a un niño 14 veces y la policía no decía nada a su familia y cosas como esas están llevándoles al punto en que no van a esperar. No están preocupados por ser políticamente correctos, simplemente están preocupados, quieren justicia y la quieren ahora.

América está en un atolladero y una olla de racismo que ha hervido mucho tiempo a fuego lento ahora ebulle.

¿Cree que tiene que ver con que esté en el poder Trump, con la Administración más abiertamente racista en décadas?

América siempre ha sido capaz de encubrir el racismo, ha sido capaz de destacar a Jordan, a Oprah Winfrey, a “negros especiales”, pretendiendo que eso en cierta forma sede a las masas. Pero con la pandemia todo el mundo ha tenido tiempo de sentarse y mirar a lo que pasa, no solo aquí sino en todo el mundo, porque no se trata solo de Trump, si miras a las estructuras políticas en todo el mundo todo está basado en lo mismo.

"Las políticas
racistas 
de
América son algo
mayor que Trump,
él es solo un peón
en el juego, como
lo somos nosotros"

Podemos hablar de Trump pero él es solo un mascarón, representante de todos esos intereses y entidades que los ochos años que Barack estuvo en el cargo echaban humo. Y si miras a las políticas racistas de América son algo mayor que Trump, él es solo un peón en el juego, como lo somos nosotros.

¿Qué ha cambiado y qué no?

Cuando estaba en la marcha ayer pensé: estamos en el mismo lugar por el que marché cuando era un crío. Estuve mirando, absorbiendo el ambiente, reflexionando. Seas blanco, negro, marrón o amarillo, todo el mundo quiere lo mismo: que a sus familias les vaya bien, que sus niños vayan a buenas escuelas... Pero cuando llega la hora de renunciar a algunas cosas para que haya justicia para todos mucha gente no quiere dejar su privilegio blanco, incluyendo el privilegio blanco cuando tienes un encuentro con la policía.

En la marcha éramos una pequeña reunión de no más de 60 o 70 personas, pero fuimos capaces de cortar una vía principal. También vi gente de fuera de mi comunidad que parece ser más antagonista, no solo preocupada por la paz y la justicia. Y si hubiera sido Chicago o Nueva York... Pude ver cómo pueden mezclarse y empezar caos y cómo, aunque tú estés en una marcha pacífica expresando tus derechos, te puedes ver atrapado en algo distinto.

Por eso yo participo como guardián que se queda en los laterales para asegurar que las cosas se mantienen pacíficas. Porque cada día se hace más y más palpable que hay muchas cosas movidas por el teatro político de los partidos republicano y demócrata, por los juegos que se están jugando. Intento decirle a mi gente que tenemos que estudiar, volvernos más organizados. En los 60 teníamos líderes que organizaban las marchas, ahora se sale sobre lo emocional. Entonces la policía no sabía que veníamos, ahora les dejamos saber a qué hora y dónde. Mucho es escenificado, preparado, y me entristece.

"Hay que recordar
a la gente que la
esclavitud fue la
fundación 
económica del
capitalismo blanco"

Hay una parte orgánica y una parte comercial y creo que la orgánica a veces puede ser consumida por la comercial. Se convierte en un hashtag y quedamos atrapados. Dicen Black Lives Matter y ahora BLM significa algo para los blancos que no es lo que mismo que significa para nosotros como gente. Cuando decimos que las vidas negras importan lo decimos no solo como un hashtag sino como una realidad. A mí me importan todas las vidas.

Los jóvenes que vi ayer están listos. Hay quien habla de una revolución, de un baño de sangre, y hay alguna gente armada pero la mayoría de nosotros no estamos preparados para la lucha armada. Y esto no es sobre enfrentamiento armado ahora; es sobre un intercambio pacífico de poder.

Se habla de quitar la financiación a la policía pero yo le digo a la gente que debemos presionar con los dólares de nuestros impuestos y empezar por la economía. Hay que recordarle a la gente que la esclavitud fue algo económico, fue la fundación económica del capitalismo blanco, la fundación de la civilización occidental. Y todos estos imperios occidentales que han hecho riqueza fundacional, riqueza generacional, sienten que su estructura es invencible, pero yo digo que todos los imperios han caído, han colapsado sistemas económicos a lo largo de un periodo y aparecido otros.

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