Richard Jewell: el héroe devorado

Eastwood recrea la historia del guardia que evitó un atentado en los JJOO de Atlanta y fue acusado en falso por policía y medios

zentauroepp51442961 oly137 sportolympics atlantageorgia30jul96 richard jewell 33191219142220

zentauroepp51442961 oly137 sportolympics atlantageorgia30jul96 richard jewell 33191219142220 / periodico

Nando Salvà

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El mayor héroe de los Juegos Olímpicos de Atlanta no ganó medallas ni batió récords. Y no era un atleta veloz ni un ágil gimnasta. Era un guardia de seguridad con contrato temporal que, con 33 años, seguía viviendo con su madre, y en la madrugada del 27 de julio de 1996 evitó lo que podría haber sido la peor tragedia en la historia olímpica. Y, pese a ello, pasó de héroe a enemigo público en cuestión de días. 'Richard Jewell', la nueva película de Clint Eastwood, recrea su historia.

Jewell era uno de los 30.000 efectivos asignados a la seguridad de los Juegos. Aquella noche había estado casi siete horas de servicio alrededor del parque Centennial Olympic cuando, a las 0.58 horas, vio una mochila abandonada bajo un banco, cerca de una torre de luz y sonido. Nueve minutos después, una llamada a la policía desde una cabina telefónica cercana confirmó sus sospechas: era una bomba. Inmediatamente, un equipo seguridad que incluía a Jewell comenzó a evacuar el área.

La bomba detonó 10 minutos después. Dos personas murieron, y otras 111 resultaron heridas. A media mañana, el presidente Bill Clinton describió el atentado como un «acto de terror y cobardía», y elogió a quienes localizaron el artefacto y evitaron una tragedia muchísimo peor. Por la noche, la CNN identificó a Jewell como el héroe de la jornada, y lo mismo hicieron todos los periódicos al día siguiente.

Investigación

Pero cuando el presidente del Piedmont College, Ray Cleere, llamó a las autoridades a la tarde siguiente para sugerir que tal vez Jewell –que durante sus años como guardia del campus había mostrado signos de agresividad– podría haber colocado él mismo la bomba para poder luego hacerse el héroe, el FBI empezó a investigar. Horas después, Jewell se había convertido en el principal sospechoso, y en objeto de vigilancia permanente.

Su reputación
nunca llegó a
repararse tras
dejar de ser
sospechoso.
Murió a los 44
años de diabetes

El principal rotativo local, 'Atlanta Journal-Constitution', publicó una edición especial en la que se hacía eco de la filtración. En cuanto estuvo en la calle, cadenas de televisión como la NBC y la CNN la propagaron por todo el país, igual que la agencia de noticias Associated Press. Los periodistas acamparon afuera del apartamento donde Jewell vivía con su madre, y ahí se quedaron. El guardia de seguridad se convirtió en chiste recurrente de los 'talk shows' y, por supuesto, la opinión pública decidió que era culpable. Y así fueron las cosas durante tres meses, hasta que el equipo legal de Jewell fue informado de que su cliente ya no era el blanco de la investigación. Sin embargo, la reputación de aquel hombre nunca llegó a repararse, ni cuando el verdadero culpable del atentado, Eric Rudolph, fue condenado a cadena perpetua seis años después. Jewell murió a los 44 años, a causa de complicaciones derivadas de la diabetes.  

Demagogia

Sobre el papel, tiene sentido que Eastwood haya decidido recordar esta historia ahora. En la era digital, después de todo, es aún más fácil publicar informaciones falsas y propagarlas, y destruir así reputaciones. Sin embargo, el cineasta ha sido acusado de usar al héroe de Atlanta para hacer demagogia en contra de los medios de comunicación y el FBI y, en otras palabras, de hacer campaña a favor de Donald Trump. Y resulta obviamente irónico que el caso de Jewell, todo un ejemplo del peligro de los rumores y las insinuaciones y de lo importante que es atenerse a la verdad, sirva ahora para dar argumentos a un presidente de EEUU que ha hecho de la mentira su principal arma política.