ESTRELLA DE VUELTA

Orlando Bloom, otra vez fantástico

El Legolas de 'El Señor de los Anillos' regresa al género que mejor le sienta en la serie 'noir' romántica 'Carnival Row'

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Juan Manuel Freire

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Orlando Bloom (Canterbury, Kent, 1977) no es un recién llegado a las series: al principio de su carrera salió en 'Casualty' o 'Los asesinatos de Midsomer', y no hace mucho lo veíamos en pleno 'ménage à trois' en un gran episodio de 'Easy'.

Pero 'Carnival Row', estrenada por Prime Video el 30 de agosto, es la primera que el actor inglés protagoniza, codo con codo con Cara Delevingne. Él es Rycroft Philostrate, inspector de policía en una ciudad neovictoriana donde han emigrado criaturas mitológicas desde territorios en guerra. Ella es una de esas criaturas, el hada refugiada Vignette Stonemoss. 'Carnival Row' cuenta el romance entre ambos, pero también el misterio alrededor de una serie de crímenes. Llámenlo noir romántico de fantasía.

El director principal de la serie, Jon Amiel, tiene experiencia en eso de llevar las historias detectivescas a otra dimensión. Antes de perderse en Hollywood, dirigió la serie noir y musical 'El detective cantante', obra maestra escrita por Dennis Potter.

Regreso a las raíces

Para Bloom, 'Carnival Row' supone una doble vuelta al principio: a la televisión, el terreno en el que, como tantos actores, se curtió, y también a la fantasía, el género a través del cual se instaló en la conciencia colectiva. Solo dos días después de graduarse en la escuela Guildhall de música y teatro, consiguió el papel del príncipe elfo Legolas en 'El Señor de los Anillos'.

Este golpe de suerte marcó su carrera y la dirigió hacia las historias de fantasía y/o épicas y/o situadas en una era remota. Adecuado: Bloom tiene el físico de una estrella pretérita. "Si yo fuera Jack Warner, montaría un equipo de guionistas, les pondría a escribir películas de época y ficharía a Bloom", dijo en 'GQ' Liam Neeson, compañero de reparto en 'El reino de los cielos'. "Orlando es como una estrella clásica de los 40".

Tiene el físico 
de una estrella
pretérita. Podría
pasar por un
actor de los 40,
ha dicho de él
Liam Neeson

Antes de 'El reino de los cielos', sobre las Cruzadas del siglo XII, Bloom pasó por 'Black Hawk derribado' como un soldado que se rompía la espalda, lo mismo que le había pasado tres años antes, en 1998, cuando cayó desde tres pisos mientras trataba de subir a una terraza por una cañería.

Solo tardó unas semanas en salir del hospital por su propio pie, pero esa experiencia le dejó profunda huella psicológica y le obligó a bajar el ritmo. No en la pantalla: sus siguientes papeles fueron aventureros y dinámicos, del joven herrero Will Turner de 'Piratas del Caribe' al Paris de 'Troya', pasando por Joe Byrne, miembro de la pandilla del bandolero Ned Kelly (Heath Ledger) en 'Ned Kelly: Comienza la leyenda'.

El Bloom contemporáneo

Curiosamente, fue plantearse un personaje de hombre moderno y empezar a ver cómo su trayectoria imparable empezaba a perder fuelle. Sus películas en entorno actual no son las más populares: 'Haven', 'Elizabethtown', 'Amor y otros desastres', el segmento de Shunji Iwai en 'New York, I love you', 'Sympathy for delicious', 'Main Street'… Cuesta recordar qué hacía Bloom en ellas. Bueno, en 'Elizabethtown', escuchar las infinitas canciones reunidas por el director Cameron Crowe para la banda sonora. Y enamorarse de Kirsten Dunst.

Algunas de sus mejores críticas recientes las ha recibido (pobre Bloom, solo puede ser antiguo) por su Romeo Montesco de un celebrado montaje en Broadway del 2013. Por lo demás, y a la espera de la recepción de 'Carnival Row', en los últimos años se ha hablado casi más de sus amores (su antigua esposa, Miranda Kerr, o la futura, dentro de poco, Katy Perry) que de sus trabajos. Pero él tiene potencial para volver a florecer.