'BIOPIC' DE UN GRUPO GLAM-METAL
Mötley Crüe: drogas, alcohol y delitos sexuales
'The dirt' rescata las andanzas de una de las bandas más salvajes de la historia de la música

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Los miembros de Mötley Crüe no se hicieron ricos y famosos solo por su música. Por supuesto, crearon un catálogo trufado de canciones pegadizas como 'Kickstart my heart', 'Girls, girls, girls' y 'Smoking in the boys room' aunque, como la mayor parte de quienes integraban la escena del rock glam-metal de principios de los 80, llamaban más la atención por la convicción con la que lucían los pantalones de cuero, las melenas lacadas y el exceso de rímel. Pero lo que convirtió a la banda de Los Ángeles en una de las más famosas del mundo fueron sus hazañas extramusicales. Energizada por cócteles de drogas y cataratas de alcohol, avanzó dejando un rastro de habitaciones de hotel destrozadas, estancias en cárceles de varios países y un reguero de fechorías sexuales.
Detalles escabrosos
Sus andanzas fueron recogidas en un volumen cuyo título lo dice todo: 'Los trapos sucios. La autobiografía de Mötley Crüe' (2001), considerado la Biblia de todos los libros de memorias del rock básicamente porque no escatima ni un solo detalle escabroso. Y ahora llega a Netflix (desde el próximo viernes) su adaptación a la pantalla, el 'biopic' 'The dirt', que deja clara su fidelidad al modelo desde su primera escena: el batería del grupo, Tommy Lee, practica sexo oral a una 'groupie' hasta que de la entrepierna de la joven emana un copioso fluido que causa el regocijo de todos los presentes. A partir de entonces, la historia del cuarteto es narrada alternadamente por cada uno de sus miembros, cuyas versiones a veces se solapan y se contradicen.
Más allá del gusto compartido por el trasiego de bebidas espirituosas y los afectos del otro sexo, todos ellos eran terribles a su propia manera. A lo largo de sus años como vocalista, Vince Neil fue acusado varias veces de abusar de prostitutas, cónyuges y compañeras de profesión. Era tan voraz que hasta se construyó su propia versión de la mansión Playboy, y la llenó de 'strippers', camellos y hasta un ring para peleas en el barro. A lo largo del 'tour' posterior a la edición del disco más celebrado del grupo, 'Shout at the devil', estaba tan enganchado a las drogas que necesitaba inyecciones de cortisona antes de subir al escenario. Llegó a estar tan descontrolado que fue expulsado de la banda: incluso sus compañeros decidieron que aquello era demasiado.
Teléfono en la vagina
Por lo que respecta a Tommy Lee, da igual que se le considere el miembro más jovial y entrañable del cuarteto: el tipo era un degenerado. Durante las giras, sus ansias de canalleo eran tan insaciables que por las noches solo se le podía contener esposándolo a la cabecera de la cama, y su historial incluye ataques físicos a varias de sus cónyuges, entre ellas Heather Locklear y Pamela Anderson. También violó a una joven dentro de un armario junto al bajista Nikki Sixx, su mejor amigo en el grupo.
Sixx era un tipo tan salvaje que, horas después de estar a punto de morir por una sobredosis, se escapó del hospital y, tras chutarse de nuevo nada más llegar a casa, sufrió otra sobredosis; tan salvaje que en una ocasión incitó a una joven a que mantuviera una conversación con su propia madre, a través del teléfono que le había introducido en la vagina.
Para contener
los excesos de
Tommy Lee
durante las giras
lo tenían que
esposar a la
cabecera de
la cama
El guitarrista Mick Mars, es cierto, parecía vivir en un planeta distinto al del resto incluso antes de ser diagnosticado de esquizofrenia; aquejado de una artritis severísima y un alcoholismo galopante, dibujaba una figura menos execrable que patética.
El de Mötley Crüe es un relato admonitorio, un cuento con moraleja. Incluso antes de que el mundo de la música diera la espalda al glam-metal para prestar atención al grunge a principios de los 90, todos ellos habían empezado a pagar el precio por sus excesos. Mick Mars estuvo a punto de morir por los litros de vodka que usaba para tragar la medicación. Tommy pasó una temporada entre rejas. Vince Neil causó la muerte de su amigo Razzle –batería del grupo Hanoi Rocks– en un accidente de coche en 1984, y años después vio morir, de cáncer, a su propia hija de cuatro años.
En cualquier caso, que nadie espere encontrar en 'The dirt' una censura a las vidas y milagros de sus protagonistas; después de todo, ha sido coproducida por ellos mismos, y omite varios de los episodios aquí relatados. Y recientemente, preguntado por la película, Nikki Six afirmó: «Las bandas actuales son jodidamente aburridas, así que espero que se sientan inspiradas por ella». Genio y figura.