Bernard-Henri Lévy, un bombero contra el populismo pirómano

<strong>Bernard-Henri Lévy</strong>, el filósofo más estudiadamente despeinado de Francia, acreditado alumno de Jacques Derrida y fundador en los años 70 de los 'nouveaux philosophes' –críticos con el mayo del 68– siempre ha sido una mezcla de 'maître à penser' y vedete mediática. Sionista confeso –nació en Argelia en el seno de una familia sefardí–, solía jactarse de su influencia sobre Sarkozy y sobre algunas de sus decisiones en política exterior (fue clave en embarcar a la OTAN en la intervención de Libia y se ha permitido hacer una declaración de guerra contra Bashar el Asad).

"Veo fuego en mi casa"

Bien, pues a sus 70 años, aparte de apuntalar su fama de donjuán –su relación extramatrimonial con <strong>Daphne Guinness</strong>, heredera del imperio cervecero, le ha tenido entretenido en los últimos tiempos–, se ha trasmutado en 'showman', paseando por teatros de Occidente su monólogo, 'Looking for Europe', justo antes de las elecciones de mayo. La razón para embarcarse en esta empresa: "Veo fuego en mi casa" (y no se refiere a la del boulevard Saint-Germain, ni al 'palais' de la Zahia de Marrakesh, sino a "Europa").

La 'performance' político-filosófica de Lévy llegará al Coliseum de Barcelona el 25 de marzo –el 20 habrá pasado por València y el 26 viajará a Madrid–, auspiciado aquí por Josep Ramon Bosch, presidente de Societat Civil Catalana; con el contrapunto escénico de Albert Boadella, actor tan reactivo como la cetona que ha visto aquí la ocasión de 'volver a casa', y con el mullido cojín de un manifiesto previo, 'Europa en llamas', que han firmado una treintena de alérgicos a la izquierda obrera como Mario Vargas Llosa, Fernando Savater, Milan Kundera o Salman Rushdie.

BHL, que así le conocen en Francia, centra su cháchara en un demonio –el populismo– y la colorea con su idea de democracia, de España y Catalunya, y de Europa en general. Como algunos términos se han vuelto polisémicos, aquí ofrecemos, de su mano, un modesto diccionario para seguir su pensamiento. 

CIUDADANOS

CIUDADANOS(El partido, no el conjunto de individuos que conforman una sociedad). En la inesperada rueda de prensa de Barcelona, el martes, a la que fueron llamados medios de Tabarnia –en la fila cero, Arcadi Espada y Manuel Valls–, el extrotskista y hoy macroniano que se reclama "de izquierdas", uf, dice: "Si yo fuera un español de origen catalán, Ciudadanos me parecería la opción más razonable".

CHALECOS AMARILLOS

CHALECOS AMARILLOSEn su definición más clínica es una revuelta ciudadana que empezó como protesta por la subida del precio de los carburantes y ha ensanchado su base con reclamaciones que van del aumento del poder adquisitivo para las clases medias y bajas a la dimisión del presidente Macron.

Para nuestro filósofo, sin embargo, es "algo mortífero", llevado por el "odio" y la "destrucción". "Yo conozco la diferencia entre un movimiento social llevado por una cólera verdadera del llevado por una cólera que lo único que quiere es la nada", razona. Y los transversales 'gilet jaunes', señala, pertenecen a estos últimos. En ellos hay "conatos antisemitas, homófobos y antifeministas" y un claro "menosprecio a la República", por no hablar de los "ataques a las fuerzas del orden". "La sociedad que se prometen no es en ningún caso mejor que la que combaten", concluye.

DEMOCRACIA

DEMOCRACIA"En democracia los soberanos –el pueblo incluido– no tienen una soberanía ilimitada".

–Entonces, ¿quién marca los límites?

–Como decía Engels, la prueba del 'pudding' está en comérselo.

–¿...?

–Es lo real quien muestra los límites. Y están los Derechos del Hombre, la Constitución...".

–Aquí se recogieron firmas para cargarse un proyecto estatutario. ¿Qué tipo de real es ese?

–El pueblo puede llegar a creer que quiere la libertad y estar trabajando en su servidumbre.

EUROPA

EUROPAComo señalamos, "está en llamas" (y Putin tiene el fuelle en la mano). Más aún, "sin capacidad para decidir ni ejecutar el reparto de refugiados entre países de la Unión", "sin poder político verdadero", "con una banda de jefes de Estado xenófobos, como Orbán o Morawiecki, que pulsan las opiniones populistas". En su opinión, hace falta "más política y más democracia, y dirigentes que tengan un rostro y no solo un número de teléfono". Como primera medida, dice, "yo nombraría un ministro de Exteriores común, elegido por sufragio universal tras una batalla electoral fraternal".

FEMINISMO

FEMINISMOLévy, que siempre ha dicho que sus inclinaciones naturales son las mujeres y la escritura, considera que "el feminismo es una reclamación justa". "La igualdad debe ser practicada de todas las formas posibles, y es bueno echar luz sobre crímenes ignorados y no nombrados", pero nada en el mundo puede justificar que "un hombre sea arrojado a los perros, sin pruebas, sin confrontación" (Recordar su apoyo a su amigo Dominique Strauss-Kahn, exdirector gerente del FMI acusado de agresión sexual por una camarera del Sofitel de Nueva York, cosa que que truncó su concurso a las primarias socialistas con vistas a las presidenciales de Francia del 2012). 

INDEPENDENTISMO

INDEPENDENTISMOTan pernicioso como el racismo y el fascismo. Algo a combatir. "Ante un descontento real o la incapacidad para hacer frente a una crisis, desvía la atención hacia un fin simbólico o imaginario", argumenta BHL.

–¿Qúe tal una campaña electoral en Andalucía fundada en el Coco catalán?

–Hay que combatir a quienes razonan así con resolución. La derecha española debe comprender que Vox es el enemigo jurado y que cualquiera que salte a su bando se buscará la muerte política.

NACIONALISMO

NACIONALISMO"El nacionalismo consiste en pensar que yo soy mejor que tú a causa del lugar donde he nacido". (Dicho por un miembro del 'establishment' el argumento rechina un poco).

–Pues el chovinismo francés tiene gran reputación.

–El nacionalismo alemán y el francés provocaron la peor carnicería de la humanidad.

–¿Y qué piensa del nacionalismo español, ebrio de unidad territorial?

–El independentismo catalán ascendió a partir del 2003 para no enfrentarse a las verdaderas cuestiones. Es fácil hacer desfilar a la gente al grito de 'independencia', y mucho más difícil arreglar los problemas de la crisis financiera del 2008.

Aclarado este extremo, está de acuerdo con la diferencia que establece Macron entre nacionalismo y patriotismo ("patriotismo es el exacto contrario al nacionalismo", dijo el inquilino del Elíseo bajo el Arco del Triunfo en el aniversario del Armisticio de la primera guerra mundial).

ODIO

ODIO"Según Freud, el odio es el factor de cohesión social". Una especie de pegamento rápido, vaya. "Y yo creo que, desgraciadamente, es un elemento consititutivo de la sociedad. Luego hay dos categorías de intelectuales, o de hombres políticos, o de élite si quiere: los demagogos, que sacan partido del odio, y los demócratas, que tratan de retirar el odio aun si eso los vuelve menos populares".

–¿A qué tipo pertenece usted?

–Soy de los humanos poco movidos por el odio, aunque no lo crean.

PATRIOTA EUROPEO

PATRIOTA EUROPEO"Es lo contrario de populista", zanja Lévy.

POPULISMO

POPULISMOSu bestia negra. "En el populismo, la idea es que el pueblo tiene la última palabra, incluso cuando se suicida".

–¿Democracia no es la forma de organización social que atribuye la titularidad del poder al conjunto de la ciudadanía?

–Cuando el pueblo alemán abrazó el nazismo, se suicidó; cuando el pueblo francés aplaudió a Pétain, se suicidó; cuando una parte del pueblo español aprobó a Franco, se suicidó.

–¿Cuando el pueblo de Israel respalda a Netanyahu y su política en territorio palestino...? (Antecedente: en el 2010 BHL respaldó el bloqueo marítimo a la llegada de ayuda humanitaria a Gaza).

–No es lo mismo. El interés del pueblo israelí es tener a su lado a un Estado palestino, y quien no lo comprenda, se equivoca.

–No es lo mismo Le Pen que Mélenchon, Abascal que Iglesias.

–¡Los son! Populismo es la palabra del pueblo inmediata, sin la élite, sin intelectuales, con el mínimo de representación.

–Usted forma parte del 1% que tiene todos los privilegios. Quizá teme perderlos.

–Mi inquietud no es perder mis privilegios, sino la sociedad que dejo a mis hijos. Y el fascismo, el antisemitismo y el independentismo son malos para la convivencia.

–Los dictados del Mercado también.

–El Mercado no tiene cabeza, ni moral, ni sentimientos, ni compasión. Y hay casos en los que resulta beneficioso. Por ejemplo, mientras Europa no ha tenido el coraje de hacer frente al loco programa de la alianza de populistas en Italia [la Liga Norte de Matteo Salvini y el Movimiento 5 Estrellas de Luigi di Maio], felizmente existe un mercado que los frena.

–¿Podemos no es una opción?

–Si se pusiera en práctica su concepción que tienen del debate, de la política y del pueblo, estoy seguro de que sería una mala experiencia. En Francia hay gente que quiere la Venezuela de Maduro, y yo haré todo lo posible para impedirlo.

QUIM TORRA

QUIM TORRAEn enero, nuestro 'mâitre à penser' lanzó el siguiente tuit: "Cuando #Torra describe a los catalanes que hablan en español como 'bestias con forma humana', los califica de 'nauseabundos' y los ve como un 'bache en su cadena de ADN', demuestra formar parte de la fraternidad de admiradores de <strong>Mussolini y Milosevic</strong>".

No entraremos aquí a comentar el hilo que desató, pero sí en que sus asesores en 'torralogia' son el patrón de Societat Civil Catalana, y el mentado Boadella. Ambos asentían cuando BHL arremetió en Barcelona contra la mención de Torra de la vía eslovena. "Es aceptar el principio de 62 muertos, ¿en qué mundo vive ese hombre? ¡La autonomía que goza Catalunya ya es inmensa!".

El 25 de marzo expondrá todo esto en el Coliseum (y en el madrileño Nuevo Apolo el 26). Y lo hará sin miedo a los 'atentados pasteleros'. Porque si algo le honra es encajar impertérrito tartazos reales y dialécticos. Los de harina y huevos se los han tirado a la cara desde 1985. En Lieja (1988), en Bruselas (1985, 1988 y 2000), en Cannes (1994), en Niza (1995), en París (2012), en Belgrado (2017). ¿¿Será la mascarilla secreta de su celebérrima melena?