Makoke, Brad Pitt y Julio Iglesias, y otros (descacharrantes) romances 'fake'

La 'ex' de Kiko Matamoros ha recibido un toque de los respresentantes de ambos artistas pidiendo que cierre el pico

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Núria Navarro

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Ver relacionados en una misma frase a Makoke [Giaever], Brad Pitt y Julio Iglesias puede causar un cortocircuito en el organismo (excepto, tal vez, en el de Conchita Pérez, la poligrafista de 'Sálvame', acostumbrada a encajar variables más extremas). Pues con este triángulo endemoniado –y con permiso de Kiko Rivera e Irene Rosales– ha quedado inaugurado el 2019.

Para quienes no estén al tanto, la trama es la siguiente: la civilización occidental se ha enterado por boca de Makoke que se acostó con Brad Pitt –"dormimos haciendo la cucharita", ha especificado la 'ex' de Kiko Matamoros–, y hasta que pasó con él un finde en Valladolid. Ambos acontecimientos ocurrieron cuando Pitt promocionaba en España 'Siete años en el Tíbet', la película que irritó al Gobierno de Pekín, y no precisamente por el 'look' capilar a lo Gwyneth Paltrow del protagonista.

Representantes movilizados

La Giaever, que no resultó ser la ganadora del último 'GH Vip' –el maletín se lo llevó la 'princesa inca' Miriam Saavedra–, ha aprovechado la estela del concurso para muñir asuntillos de alcoba que guardaba en su secreter. El de Pitt, que acabó, dice, porque el 'ex' de Angelina Jolie "pecaba de romántico", pero también el de Julio Iglesias, un 'flirt' más peninsular y sin embargo igual de abracadabrante. En este último caso, el recuerdo se remonta a cuando tenía 19 años y él, 26 más que ella. Flotaba aún el jaroteo de la Expo’92 y era típico poner una pléyade de señoritas a tiro (Makoke formaba parte del estoc 'azafata del Telecupón'). Aquello, dice la madre de una hija de Matamoros, no quedó en un aquí te pillo aquí te mato, sino que llegó a mudarse con él a Miami.

Ambos asuntos pasarían de largo, como tantas cosas, si no fuera por el hecho insólito de que representantes del actor de Oklahoma han mandado un comunicado de desmentido –la conoció, sí, pero no hubo final feliz, viene a decir–, y también los del intérprete de 'Hey', que en vistas al juicio por la demanda de paternidad de Javier Sánchez, han pedido a Makoke que cierre el pico, o al menos, que no hable de "una relación". 

‘Amenities’ para ricos

Lo espantoso del asunto no es que Makoke diga la verdad o no –hay colaboradores de 'Sálvame' e incluso su 'ex' que la creen–, sino que es el testimonio de una época en que las chicas formaban parte de las 'amenities' para ricos y famosos. Se ponía el cordón de seguridad del silencio alrededor, y aquí paz y después gloria. Tras años de afear los concursos de mises y otros mostradores de carnicería, y de comprender que muchas jovencitas de finales del siglo XX veían en el 'florerismo' un faro para su noción de infinito, las chicas han empezado a explotar los 'fakes flirts' para sus propios fines. ¿Alguna objeción?

Pero en la galería de relaciones que huelen a chamusquina hay matices. El 'hit parade' español está encabezado, históricamente, por Ana Obregón, la bióloga con más chispa que el pedernal. Ella, como Zelig, respiró el aliento de varios ilustres. Empezo en 1986, descongelando con su ‘joie de vivre’ al hierático Alberto Grimaldi, el heredero del trono monegasco. Más tarde supimos que engrosó la lista con Julio Iglesias –uff–, que logró que Steven Spielberg se tragara una paella "verde" que había perpetrado; y que no se podía sacar de encima a David Beckham ("esta historia saltó a la prensa no por mí, sino por Victoria [Adams], que vino a mi gimnasio  insultándome", aclaró).

La Monroe de Berga

En una versión sin duda más loca, le pisa los talones la vidente Aramís Fuster que, con el mismo desparpajo con que asegura tener "un coeficiente intelectual a la altura del de Albert Einstein" –o no llevar "nunca" bragas, o sufrir un serio problema "de gases"–, relata a quien la quiera escuchar su cosecha de amantes que incluye, rivalizando con Marilyn Monroe, el toque presidencial. Resulta que la bruja berguedana dice que se encamó con Barak Obama. "Me veía con él en Chicagu (sic)", ha detallado, sin revelar si eso fue o no una aventura extramatrimonial del hawaiano.

Y ya puesta en la órbita del despropósito, la pitonisa también jura que tuvo un arrime con Al Pacino –"le he tenido en mis brazos, ¿eh? Es chiquitillo, 'arrugao' como una pasa, pero te mira...", confesó ante las cámaras en Guadalix de la Sierra a un boquiabierto Ángel Garó– y un 'affaire' con Muamar el Gadafi, el sátrapa aficionado a las amazonas vírgenes y a los bombardeos en zonas populares. Aunque su amor platónico, insiste, es Mario Conde. "Le han jodido la vida igual que a mí". Ole.

‘Se non è vero...’

Luego están las que se llevarán a la tumba el verdadero calibre de su relación. ¿Hubo o no matarile entre Norma Duval, la vedete favorita del PP, y el cómico Benny Hill? Si se aplica el método científico, parece improbable. El supuesto seductor era aquel cómico gordito que chorreaba babas cada vez que veía una minifalda en 'El show de Benny Hill', buque insignia de la BBC en los 70 y 80.

Oficialmente, la vida amorosa de la Duval arranca con Marc Ostarcevic, con quien se casó en 1992. Pues ese mismo año Hill moría solo y estigmatizado por practicar durante 20 años un humor sexista (su cadáver pasó cinco días sentado delante del televisor antes de que le encontrasen). Pero antes, cuando ella solo era Puri Martín Aguilera y su palmarés estaba encabezado por haberse presentado a Miss Autoescuela, el británico era dios.

El Sena y los ácidos nucléicos

Y qué decir del tándem Barbara Rey-Alain Delon, que hoy es un francés muy mayor y muy deprimido, pero que a mediados de los 70 protagonizó las abuardilladas fantasías de las españolas que solo tenían a mano tipos que oían la 'Ramona pechugona' como el himno a la alegría. "A mí me gustaba mucho, pero a él le gusté yo más –ha declarado la 'ex' del fallecido domador de leones Ángel Cristo–. ¡La cantidad de mensajes que me dejaba en el contestador...!. Estaba enloquecido conmigo. En París yo vivía en la casa de Alain y salíamos a pasear los perros por el Sena, pero nunca quise que nos sacaran fotos juntos".

Está también el caso de la inmensa Sara Montiel, que aprendió a fumar puros con Ernest Hemingway, flirteó con Gary Cooper y hasta puede que desentumeciera a James Dean. Ahora bien, ¿un flirt con Severo Ochoa, Nobel de Medicina por la síntesis de ácidos nucléicos? Saritísima aseguró en el último tramo de su vida –cuando Ochoa y su esposa, Carmen, ya se habían ido al otro barrio– que lo suyo no fue un lío, sino una relación duradera que empezó a principios de 1951. "No me acosté un par de veces con él, como va diciendo por ahí su sobrina, fueron cuatro años maravillosos y muy intensos". ¿Y por qué no? Cuentan que a Erwin Schrödinger, padre de la teoría cuántica, se le ocurrió su más célebre ecuación tras una noche tórrida en un hotel de los Alpes con una amante de los gatos.

Apatrullando con Ava

No solo ellas han soltado intimidades. Ellos –en menor grado– también han dado a entender que habían pillado su cacho. El caso más hilarante es el de José Luis Cantero Rada, El Fary, que embarcó en su taxi al ‘animal más bello del mundo’ cuando tenía 22 años y aún no había inmortalizado ‘El toro guapo’. Paco León, que ha puesto ese flas en la serie ‘Arde Madrid’, asegura que la diva salió del Pasapoga desesperada por encontrar a un bailaor gitano, Falico, del que se había encaprichado. El Fary contó por su parte que la estrella le pidió una "buena fiesta flamenca», que inauguró con unas sopas de ajo y cerró, "16 horas" después metiéndola en la cama del Ritz.