'EL CARNICERO DE VILNIUS'

Franz Murer: un nazi sin castigo

Fue uno de los criminales más sanguinarios a las órdenes de Hitler. Y, lejos de pagar por las atrocidades cometidas, murió en la cama, a los 82 años, en su idílica granja de Gaishorn (Austria). Ahora, el relato de aquella injusticia llega al cine

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Nando Salvà

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Cuando Franz Murer fue finalmente absuelto de todos los cargos que pesaban contra él, su esposa Elisabeth no era la única que lo esperaba impaciente a las puertas del Palacio de Justicia de Graz; la acompañaban miles de simpatizantes, que recibieron la sentencia con vítores y aplausos. Se cuenta que aquel día todas las floristerías de la ciudad agotaron sus existencias. Y eso a pesar de que aquella sentencia era injusta, y de que el crimen por el que Murer nunca llegaría a pagar lo que merecía era el exterminio de decenas de miles de seres humanos. El próximo viernes llega a la cartelera 'Caso Murer: El carnicero de Vilnius', que recrea aquel arbitrario juicio.

Vilnius, capital de Lituania, en su día fue conocida como la 'Jerusalén del Norte'. Murer se trasladó allí en 1941 para coordinar los trabajos forzados de los judíos, y para supervisar su masacre. Durante los dos años que permaneció allí, se calcula que en la ciudad murieron 80.0000 personas, la práctica totalidad de la población hebrea. De él se cuentan historias terribles; por ejemplo, que se paseaba por las calles a bordo de un carruaje blanco desde el que disparaba a niños y ancianos en la calle, o que castigaba a los reclusos haciéndolos ladrar como perros. Pero, cuando acabó la guerra, nadie fue en su busca. Durante años llevó una vida apacible en su localidad natal, Gaishorn. 

Sentencia a muerte

En 1947, finalmente, <strong>el cazador de nazis Simon Wiesenthal</strong> lo descubrió y lo puso en manos del ejército británico, que a su vez se lo entregaron a los soviéticos. En 1948, en Vilnius, un tribunal militar lo sentenció a muerte, pero su sentencia fue conmutada a 25 años de trabajos forzados. Y, en 1955, tras la firma del Tratado del Estado Austriaco –que restableció a Austria como estado soberano–, se acordó su extradición con la condición de que, una vez de vuelta en su país, fuera allí juzgado por sus crímenes. Sin embargo, la fiscalía austriaca no presentó cargos contra él. En su ciudad natal, Gaishorn, lo recibió la banda municipal. Y, de nuevo, volvió a su apacible vida campesina.

No fue hasta varios años después que, de nuevo a instancias de Wiesenthal, la presión internacional logró que el caso fuera reabierto. Murer pasó dos años en la cárcel en espera del juicio, que finalmente tuvo lugar en el verano de 1963. Fue acusado específicamente de 17 asesinatos, y la fiscalía presentó a 37 testigos llegados desde diferentes puntos de Austria, Alemania, Estados Unidos e Israel. A medida que iban subiendo al estrado, esos supervivientes se echaban a llorar mientras rememoraban las atrocidades cometidas por 'El carnicero de Vilnius'. De nada sirvió. Hay quien dice que, tras emitir la sentencia, algunos miembros del jurado se reunieron con Murer en un restaurante cercano para brindar.

En la lista del Mossad

En 1977, el Mossad –la agencia israelí de espionaje internacional, conocida por sus expeditivos métodos– elaboró una lista de nueve nazis que debían ser encontrados y ajusticiados de un modo u otro. La encabezaba el doctor Josef Mengele, y también estaban en ella nombres como Horst Schumann, que condujo experimentos de esterilización y castración a los prisioneros judíos de AuschwitzWalter Rauff, un ingeniero de las SS que diseñó los camiones de gas que precedieron a las cámaras de gas; y Klaus Barbie, el oficial de la Gestapo apodado 'El carnicero de Lyón'. También Murer figuraba en esa lista. Y, de hecho, el Mossad llegó a mandar a un grupo de agentes a su granja de Gaishorn. Inexplicablemente, la operación no llegó a ser ejecutada. El carnicero de Vilnius murió mucho después, en 1994, a los 82 años, en su cama.

Aunque se centra en rememorar la aberración judicial que hizo esto último posible, la película que ahora llega a los cines tiene un objetivo más urgente. Se trata de recordar cómo la sociedad austriaca fracasó a la hora de confrontar su pasado nazi, y cómo ese fracaso sigue teniendo consecuencias en el presente. El gobierno austriaco actual es fruto de  un pacto entre el Partido Popular y el Partido de la Libertad, que fue creado en 1956 por un antiguo oficial de las SS y cuyo discurso destaca por la islamofobia y el antisemitismo. 

Otros ‘carniceros’ de cine

Los niños del Brasil (1978).  Josef Mengele

Fue miembro destacado del grupo de médicos del campo de concentración de Auschwitz, que llevaron a cabo aberrantes experimentos con los prisioneros judíos y organizaron las ejecuciones en las cámaras de gas. Tras el fin de la segunda guerra mundial huyó a Sudamérica, donde evitó ser capturado hasta su muerte. El ‘thriller’ ‘Los niños del Brasil’ lo imagina en la piel de Gregory Peck y refugiado en el país americano, donde planea recurrir a la clonación para dar vida a un nuevo ‘Führer’. 

Amen (2002) Kurt Gerstein

Oficial empleado en el Instituto de Higiene de las SS, emprendió una solitaria lucha tanto en contra del programa de eutanasia creado por los nazis para eliminar a los enfermos psíquicos como de la maquinaria de exterminio de los campos de concentración, que incluso lo llevó hasta la Santa Sede. Su testimonio quedó registrado en el llamado ‘Informe Gerstein’, que sirvió de prueba en los Juicios de Nüremberg en contra de altos mandatarios nazis. En ‘Amen’, el director Costa-Gavras recordó su figura.

El hundimiento (2004) Adolf Hitler

Entre las numerosas películas que han prestado mayor o menor atención a su figura, las más conocidas son aquellas que nos los presentaron al borde de la muerte. ‘El hundimiento’  se desarrollaba en el búnker donde Adolf Hitler y sus allegados se refugiaron al final de la conocida como Batalla de Berlín, y en el que acabó suicidándose; y, en ‘Malditos Bastardos’ (2009), Quentin Tarantino reescribió la Historia para acribillar al ‘Führer’ a balazos y convertirlo en un amasijo de pellejos y sangre.

Operación Valkyria (2008) Claus Von Stauffenberg

Se le considera un héroe de la resistencia alemana a pesar de que fue coronel del Estado Mayor de la Wehrmacht y Jefe del Ejército de Reserva de Berlín durante el Tercer Reich. En julio de 1944 puso una bomba en la sala de conferencias del cuartel general del ‘Führer’ en Prusia Oriental; Una mesa se interpuso entre Hitler y el artefacto y evitó que el atentado tuviera éxito. Los hechos fueron llevados a la pantalla por el director Bryan Singer en ‘Operación Valkyria ‘. Tom Cruise se encargó de dar vida a Stauffenberg.

Eichmann (2007) Otto Adolf Eichmann

Teniente coronel de las SS, fue el responsable de los transportes de deportados a los campos de concentración durante la segunda guerra mundial y, sobre todo, el ideólogo de la ‘Solución Final’. ‘Eichmann’ recreó su vida basándose en la entrevista que poco antes de su ejecución en Israel mantuvo con un joven oficial de policía. Asimismo, recientemente Netflix estrenó ‘Operación Final’, que recrea la cacería y captura del oficial nazi en Buenos Aires en 1960 a cargo del servicio israelí de inteligencia, Mossad.

El hombre del corazón de hierro (2012) Reinhard Heydrich

Odiaba a los judíos, los gitanos, los homosexuales, la iglesia católica, los masones, los discapacitados, los comunistas, los socialistas, los liberales, los demócratas y a todo aquel con ideas distintas a las suyas respecto a cómo hacer Alemania más grande. Al ‘Führer’ le gustaba halagarlo refiriéndose a él como ‘El hombre del corazón de hierro’. Así precisamente se llama el ‘biopic’ estrenado en el 2012, que recrea tanto la evolución de Heydrich como la llamada ‘Operación Antropoide’, que resultó en su asesinato.