Mohammed Bin Salman, un príncipe en Hollywood

El heredero al trono de Arabia Saudí, de gira por Norteamérica, se hace selfis con Morgan Freeman, Michael Douglas y James Cameron.

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zentauroepp42755069 file photo u s president donald trump shakes hands with sa180404131326 / Jonathan Ernst / Reuters

Núria Navarro

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En Arabia Saudí lo conocen como 'Mr. Every-thing', porque toca todos los palos del poder. La defensa, la política exterior, el banco central, los asuntos de desarrollo y el productor petrolero estatal Aramco. Mohammed bin Salman (Yeda, 1985), el (nuevo) príncipe heredero, es visto por los súbditos –el 70% de la población tiene menos de 30 años– como el timonel de un cambio que permitirá conducir a las mujeres, abrir cines y hasta montar un Hollywood igual al de California.

Con esa idea de apertura para los suyos –para Yemen, es el cruel causante de la mayor crisis humanitaria de la zona–, Bin Salman se ha ido de 'tournée' por EEUU, ocupando en cada parada 285 habitaciones de hotel para él y su séquito. El lunes, tocó Los Ángeles, con cena en la mansión de Bel Air  de Rupert Murdoch, el CEO de la Fox, donde se pudo codear con estrellas como Morgan Freeman, Michael Douglas, James Cameron y Dwayne 'La Roca' Johnson. (Fuera, mientras ellos se hacían selfis, según el 'Hollywood Reporter', el grupo feminista Code Pink blandía fuera una sonora protesta por las mujeres yemenís y sus familias).

La CIA asegura que es "el hombre misterioso" que compró por 366 millones el ‘Salvator Mundi’ de Leonardo da Vinci

¿Quién es este treintañero león de Arabia? Ahí va una biografía de solapa: es el mayor de los hijos del rey Salman, de 81 años (que, según el 'Washington Post', padece demencia senil), y su tercera esposa, Fahda; sacó la segunda mejor nota de su promoción de Derecho en la Universidad King Saud de Riad; en el 2015 se convirtió en el ministro de Defensa más joven del país; el pasado junio desbancó en la sucesión al trono a su primo Mohammed bin Nayef (tenía "un problema de drogas", zanjó Bin Salman en una entrevista de la BBC) y está casado con su prima Sarah y tiene cuatro hijos.

Quienes le conocen aseguran que no le tiembla el pulso. Incluso que es algo cruel. El pasado noviembre, por ejemplo, detuvo a cuatro ministros, 11 príncipes  –entre ellos, Alwaleed bin Talal, antiguo accionista mayoritario de la Fox e inversor de los parques Disney– y unos cuantos altos empresarios, que justificó como una operación anticorrupción aunque los afectados lo ven como una purga de gente que le molesta. También tiene un plan, el 'Visión 2030', para modernizar (lo justito) el país bajo un marco mental deudor, según dice, de Steve Jobs y Bill Gates.

Como ellos, está más por crear un innovador imperio –o sea, arrebatar el poderío de Irán, su rival regional– que las brazadas en la opulencia de su antecesor. Tiene fortuna personal, claro. Y es dueño de 'la casa más cara del mundo', el château Louis XIV cerca de Versalles (275 millones de euros) que fue escenario de un cameo de Kim Kardashian con motivo de su boda con Kayne West, pero el mayor capricho conocido es su yate, 'Serene', que compró a un oligarca ruso por 500 millones de euros. (La CIA añade que es "el hombre misterioso" que el pasado noviembre se hizo con el 'Salvator Mundi' de Leonardo da Vinci por 366 millones, pero la casa de subastas Christie’s lo niega.