AGRESIONES EN ESPACIOS PÚBLICOS

¡Cuidado, aquí se acosa!

Un sitio web promueve, a través de la colaboración ciudadana, la localización de espacios donde se hayan producido episodios de violencia callejera. Barcelona es una de las más de 90 ciudades con mapa de puntos negros.

¡Cuidado, aquí se acosa!

¡Cuidado, aquí se acosa!

MONICA PELLICCIA

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Era de noche cuando Sonia volvía a casa. De repente un hombre la empujó al interior de su portal, la amenazó y le orinó encima. A plena la luz del día, otra chica se dirigía al trabajo con los auriculares puestos, en las inmediaciones del paseo de Gràcia. De repente, un transeúnte se le acercó para levantarle la falda y tomar una fotografía, después huyó rápidamente, ante la mirada de un testigo que se reía de la escena. Ambos episodios tuvieron lugar recientemente en Barcelona y solo son algunos de los relatos que se pueden leer en Hollaback Barcelona, un sitio web dedicado a localizar de manera colectiva el acoso callejero en la capital catalana, a través de denuncias ciudadanas (http://barcelona.ihollaback.org/).

Barcelona es una de las últimas metrópolis que se ha unido al proyecto Hollaback, justo el año pasado. Se trata de un movimiento internacional que nació en Nueva York en el 2005 y, gracias a internet, se ha difundido a más de 90 ciudades de todo el mundo. El objetivo es crear una red virtual de descripción de episodios de acoso callejero y geolocalizarlos en mapas para identificar puntos pocos seguros y romper el silencio sobre la violencia de género en la calle. Una iniciativa que llegó a Barcelona gracias al impulso de dos mujeres, expertas en temas de igualdad, Mireia Ferrer e Izaskun Balerdi «Trabajábamos juntas como talleristas en temas de género. Allí descubrimos que el 99% de las mujeres, por no decir el 100%, tenían miedo a un posible acoso callejero», cuenta Ferrer. «Queríamos hacer algo en este ámbito y entramos en contacto con el equipo de Hollaback que nos asesoró para abrir la página dedicada a Barcelona», detalla la activista.

VÍCTIMA O TESTIGO

El funcionamiento del sitio web es sencillo. Si se ha vivido un episodio de acoso callejero de cualquier tipo, desde insultos verbales hasta agresión física, se puede relatar la experiencia en http://barcelona.ihollaback.org/ o bajar la app para el móvil Hollaback!. Al principio, hay que indicar si se ha sufrido o se ha sido testigo de algún acoso. Después, aclarar la tipología: verbal, asalto, agresión, transfobia, racista... y detallar la denuncia, que puede ser anónima, con una breve descripción de los hechos. También hay la posibilidad de agregar fotos y vídeos realizados durante el acoso. Otra opción que tiene quien visite la web es apoyar virtualmente el proyecto dándole al botón «cuenta conmigo». El amparo mutuo es la idea base del movimiento global que anima Hollaback. «No estás sola, hay mucha gente que como tú ha sufrido acoso callejero, puedes apoyar a estas personas y ellas a ti», explica Mireia Ferrer. «A través de las denuncias queremos que la ciudadanía sea parte activa de la solución para poner el foco sobre la conducta del agresor. Hay que deslegitimar la impunidad que permite que nos traten como objetos y no como sujetos», añade.

En España, el acoso sexual es una experiencia que ha sufrido una mujer de cada dos mayor de 15 años, según datos generales de la Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea (FRA). En el 36% de los casos es de tipo verbal, mientras que en el 16% se trata de violencia física. Si ponemos la lupa sobre el acoso callejero, y las relativas agresiones sexistas, tránsfobas, racistas o homófobas, no es tan sencillo cuantificar el fenómeno. «No hay ni estadísticas, ni una ley específica sobre este tema porque el acoso en las calles está normalizado, hay una justificación de estos actos como si fuera algo propio de la cultura latina o mediterránea», concluye Mireia Ferrer. «Hay que romper este discurso». Por eso, Hollaback Barcelona pretende reunir historias para crear una base de datos sobre este tema y, gracias a la geolocalización, un mapa de puntos negros de los diferentes barrios, para indicar las zonas donde las personas no se sienten seguras.

EXPERIENCIAS PIONERAS

Un camino para recorrer que ha sido trazado por experiencias pioneras de mucho éxito. En el otro lado del mundo, encontramos iniciativas similares, como la india Safecity (http://safecity.in/). Sitio web que nació a raíz de la indignación generada por la brutal violencia sexual que sufrió una mujer en un autobús de Delhi, a finales del 2012. Safecity en tan solo tres años de actividad ha conseguido reunir más de de 8.500 denuncias desde la India, África y también algunas desde Europa. «La reconquista del espacio público es el primer paso de la emancipación respecto a la sociedad patriarcal», declara Elsa D'Silva, fundadora de Safecity y una de la 100 emprendedoras más relevantes de su país, según la BBC. «¿Si no cómo podrías animar a las chicas a salir de casa, a hacer sus elecciones o a construir su carrera profesional?».

El debate contra el acoso callejero es global y la pasada semana la oenegé estadounidense Stop Street Harassment organizó la «Anti-Street Harassment Week» (semana contra el acoso callejero). Iniciativas como esta y otras pretenden imaginar un espacio público donde todas las personas puedan moverse sin miedo.