«Vete a fregar platos es el insulto que más oigo»

Victoria Petrova, arquitecta de profesión y árbitra de vocación, no ha cumplido los 30 años, pero ya lleva 15 pitando. A los 14, sus amigos y familiares vieron en esta catalano-búlgara el perfil de la perfecta colegiada: «Ellos me animaron. Yo nadaba. Nunca había jugado al fútbol, pero me gustaba ir al campo. Me interesaba mucho el reglamento. Tengo mucho carácter y me gusta dirigir. Pensaron que me iría bien».

Petrova es una resistente: «He vivido todas las etapas, desde cuando éramos la novedad, hasta que acabamos siendo uno más», asegura. «De la primera oleada de chicas de hace 20 años, unas 60, solo queda una. Y Ana Zardaín hasta hace poco. El compaginar el arbitraje de cada fin de semana, los estudios, vida laboral y la maternidad hizo que muchas poco a poco lo fuesen abandonando», señala.

A Petrova no le gusta quejarse, pero acaba confesando que el machismo está en la grada: «Vete a fregar platos es el insulto que más oigo. Alguna vez hemos expulsado a algún padre, pero las mujeres son, lamentablemente, las más machistas, sobre todo las de fútbol base, que precisamente son las que deben dar ejemplo. En este sentido, la campaña 'insultos 0' de la Federación ha sido muy positiva».