Pere Portabella: «La Caputxinada fue el ensayo general del mayo del 68»

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NÚRIA NAVARRO

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Pere Portabella ya había producido la 'Viridiana' de Luis Buñuel, que en 1961 le valió la Palma de Oro de Cannes y la hostilidad del régimen. "La víspera fui a casa de Antoni Tàpies a organizar su entrada en Sarrià y quedé con Enric Argullol, entonces estudiante de Derecho, que pasaría a recogerme –recuerda el cineasta–. Pero se entretuvo y cuando llegamos ya no pudimos entrar". 

Sin perder un minuto, Portabella, que estaba metido en el rodaje de Nocturno 29 –su segunda película como director–, fue uno de los agitadores de la resistencia exterior. Se reunió en el despacho de Joan Benet con el abogado Salvador Casanovas para crear una plataforma cívica, unitaria y transversal de apoyo, la Taula Rodona. "Fue el organismo que dio pie a la asamblea de intelectuales de Montserrat, donde se elaboró el texto base para la constitución de la Assemblea de Catalunya del 7 de noviembre de 1971".

Hasta aquel momento, asegura, oficialmente no se habían sentado juntos los comunistas y los democristianos, a los que se añadirían los partidos nacionalistas y los sindicatos. "La Caputxinada creó una cultura asamblearia, que luego los partidos abandonaron durante la Transición, para organizar candidaturas verticales, con cúpula y fidelidad", se queja. 

A POR 2.555.000 PESETAS

Portabella tuvo otro papel protagonista. A los 30 intelectuales y profesores invitados a la Caputxinada les cayó una multa gorda. En total, 2.555.000 pesetas (unos 15.360 euros). Los más castigados, Jordi Rubió, Antoni de Moragas, Antoni Tàpies, Carlos Barral Agustín García Calvo. Había que sacar dinero de debajo de las piedras. Y ahí estaban él y su agenda de contactos. Fue a ver al poeta Jacques Dupin, que dirigía la Maeght de París, la galería de Antoni Tàpies, y organizaron una subasta en el Palais Galliera de París. Samuel Beckett René Char cedieron manuscritos y Alexander CalderWilfredo Lam, Eduardo Chillida, Max Ernst, Joan Miróilfredo, Picasso y el propio Tàpies, obra gráfica.

FRAUDE SIN ÁNIMO DE LUCRO

Portabella intentó convencer a tres o cuatro prohombres de la alta burguesía –"no diré nombres"– para que viajaran y compraran. Pero no fue ni uno solo. Aun así, se reunieron 2.783.640 pesetas, que había que pasar por la frontera. Un contacto le dio una dirección de París y una contraseña. De película de Samuel Fuller. Para allá se fue con la bolsa, la depositó y le entregaron unas señas de Barcelona, donde recibió un paquete con el fajo. "¡Fue un fraude brutal! El único que he cometido en mi vida", confiesa.

Poco después, intelectuales franceses como Simone de Beauvoir, Jacques Prevert y Alain Resnais firmaron un documento de apoyo. "La Caputxinada fue un ensayo general del mayo del 68 –canoniza–. Aquí se tradujo en una plataforma ejemplar que generó una cultura de negociación y de pactos".