El alcalde Balmón, en el coloquio de EL PERIÓDICO en Cornellà: “A esta ciudad nadie le ha regalado nada”

Las calles donde creció el alcalde de Cornellà de Llobregat, Antonio Balmón, no olían a jazmín "sino a esfuerzo". Así lo afirmó el edil en el tercer encuentro -después de Badalona y L'Hospitalet de Llobregat- de EL PERIÓDICO con sus comunidades locales del área metropolitana de Barcelona. La cabecera realiza el proyecto en el contexto de su estrategia de fortalecer su oferta de información local en este territorio.

En esta ocasión, Balmón, que charló con el periodista de Información Local de EL PERIÓDICO Manuel Arenas, radiografió los principales retos de la ciudad catalana poniendo el foco en la identidad local de la ciudad, el rol metropolitano de Cornellà o la salud mental y la soledad, ámbito en el que el político hizo especial hincapié.

Balmón, máxima autoridad cornellanense desde 2004 y que, tras las recientes renuncias de históricos alcaldes socialistas como Josep Mayoral (Granollers); Josep Perpinyà (Sant Just Desvern); Enric Llorca (Sant Andreu de la Barca); y Antoni Poveda (Sant Joan Despí), se convirtió en el alcalde del área metropolitana con más años en el cargo (18).

Un bagaje apreciable en su discurso medido, cercano con la audiencia y que, para más comodidad, pudo desarrollar en la tienda Abacus de Sant Ildefons, el barrio en el que se crió y una zona que, para Balmón, al igual que el conjunto de la ciudad, ha crecido y salido adelante sin que “nadie nos haya regalado nada”. Así, para Balmón, Cornellà es “combate, gente peleona, humilde, pero con ganas de plantar cara”.

El principal reto: consolidarse

“Yo no compito, pero identidad tenemos. Yo soy hijo de Sant Ildefons y mis calles no olían a jazmín, sino a esfuerzo, modestia, compromiso y ganas de trabajar para salir adelante”, expresó Balmón durante el acto, en el que también sacó pecho de que después de que en los ochenta la crisis del petróleo destruyera el tejido empresarial local y unos 28.000 vecinos acabaran en el paro, la ciudad se ha recuperado económicamente.

Balmón señaló el incivismo, ciertas incapacidades del espacio publico para "contener todo lo que existe", como la falta de aparcamiento, o el tema de la seguridad, como alguna de las principales preocupaciones ciudadanas, pese a defender que los datos validad que se trata de una ciudad segura.

Respecto a los principales retos, apuntó que la ciudad necesita un plan de iluminación: “Yo asocio iluminación con seguridad”. Y un plan de renovación de aceras. “Me dirás que poco ambicioso, pero a mi me parece mucho, porque creo que la ciudad tiene que consolidar lo que tenemos”, manifestó.

Inteligencia artificial y desinformación

Durante el acto, el alcalde de Cornellà explicó también que la introducción del programa electoral para estas municipales lo hizo una inteligencia artificial: “Yo jamás lo hubiera redactado tan bien”, bromeó el edil, quien remarcó que el propio programa advierte de este hecho.

En este sentido, sobre el desarrollo de tecnologías como la inteligencia artificial, Balmón reconoció que es un fenómeno que “nadie va a parar”, pero reivindicó la importancia de que este desarrollo tecnológico debe estar vinculado con los “valores de conducta de una comunidad”, porque, de no ser así, “van a existir individuos nada mas. Y eso no ayuda”.

También en el marco de la evolución tecnológica y cómo esta ha afectado al despliegue de la desinformación, el alcalde remarcó la importancia de dar a los vecinos herramientas para que puedan acceder y digerir el gran volumen de información que diariamente se publica. “Ese es nuestro combate, contra el rumor no se puede combatir”, sostuvo.

Desvirtualizar a la audiencia

El acto lo clausuró el director de EL PERIÓDICO, Albert Sáez, quien explicó que uno de los principales objetivos del evento era “desvirtualizarnos y vernos cara a cara con la gente que nos sigue”. “Estamos aquí porque queremos vincularnos con la gente de Cornellà, porque queremos explicar historias que interesen”, añadió Sáez.

“Estamos aquí porque los diarios hemos andado despistados pensando que éramos máquinas de vender anuncios e imprimir papel y la tecnología nos ha traído una sacudida y nos ha hecho volver a pensar qué tenemos que ser. Y lo que tenemos que ser es una comunidad, y eso se trata de tejer vínculos con la gente porque cuentas cosas que les interesan, que les pueden ser útiles, que emocionan o les hace cabrear. Estamos a vuestra disposición”, remachó el director de EL PERIÓDICO.

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