Cornellà impulsa un presupuesto "prudente" ante la incertidumbre económica

El presupuesto municipal de Cornellà de Llobregat (Baix Llobregat) para este año 2020 estará marcado por la "prudencia", en palabras del alcalde Antonio Balmón, debido a la situación de incerteza económica que atraviesa el país. Así ha anunciado el primer edil socialista este jueves ante la prensa unas cuentas que ascienden a los 87,3 millones de euros -103 sumando las dos empresas de titularidad municipal, Procornellà y el Institut Municipal de Ràdio Cornellà-, lo que supone un aumento del 2,41% respecto al año anterior.

En esta línea, Balmón ha reconocido que pese a que una de las preocupaciones principales en este mandato es dejar de destinar el mayor grueso de los recursos municipales a paliar las consecuencias de la crisis para poder destinar más a políticas sociales, para este ejercicio se ha tomado la “prudente decisión” de seguir una línea continuista, abogando de nuevo por invertir, especialmente, en el fomento del empleo y la promoción de la actividad empresarial. 

Otro de los grandes ejes del presupuesto -aprobado con los votos favorables de PSC y En Comú Movem Cornellà, la abstención de Podemos y el voto contrario de Cs y ERC- se centra en fomentar el proyecto urbanístico Cornellà Natura. “Queremos seguir actualizando la ciudad y dando fuerza al espacio público”, ha defendido el alcalde, que ha reiterado la apuesta de la administración por naturalizar el municipio.

Siguiente objetivo: "cerrar barrios"

En materia de urbanismo y medio ambiente, el primer edil cornellanense ha avanzado que la intención del consistorio es ir un paso más allá: “Hemos trabajado en cerrar calles para los peatones o para que solo pueda circular el transporte público y ahora estamos trabajando en ‘cerrar barrios’”. Una idea con la que se quiere impedir que los distritos de la ciudad soporten más tráfico del que generan sus propios habitantes.

“No queremos hacer una política en contra del coche, pero es cierto que las ciudades se crearon pensando en los coches y eso debe cambiar”, ha defendido el alcalde de Cornellà, ciudad incluida -en parte- dentro de la Zona de Bajas Emisiones de Barcelona.  También en materia de espacio público, Balmón ha resaltado la inversión y el cambio que supondrá la nueva contrata del servicio de limpieza viaria y de recogida de residuos, un ámbito, este último, que se quiere potenciar para alcanzar las metas de reciclaje marcadas por Europa. 

"Exprimir los equipamientos municipales"

Balmón ha destacado además el aumento del 3% del presupuesto destinado a la acción social, partida dirigida a proteger a las personas más vulnerables y que este año incluirá el desarrollo de un proyecto para combatir la soledad no solo en personas mayores sino también en los más jóvenes. De este modo, se quiere impulsar la creación de espacios para fomentar la cohesión entre los jóvenes, además de incentivar las actividades dirigidas a ellos y a otros colectivos.

“Queremos hablar de una ciudad de nueve de la mañana a nueve de la noche. La ciudad no puede funcionar solo a partir de las seis de la tarde, porque hay jóvenes que estudian por las tardes y que querrían hacer actividades por la mañana”, ha defendido Balmón. En esta línea, ha insistido en la necesidad de “exprimir los equipamientos municipales" -deportivos y culturales- para que cumplan su función social.

Precisamente en el ámbito cultural, el primer edil ha recordado que este año se llevará a cabo la fase final de las obras de las nuevas bibliotecas de Fontsanta-Fatjó y Almeda y ha avanzado que se dará un nuevo impulso a la Escola d’Humanitats. 

Combatir el problema de la vivienda

Uno de los grandes problemas del municipio -y en general del área metropolitana de Barcelona- es el tema de la vivienda, un asunto que ha ocupado gran parte de la presentación de Balmón, que ha hecho saber que desde el consistorio se está trabajando en la redacción de un documento en materia de vivienda que incluya "todos los aspectos" relacionados con este asunto, especialmente el referido a la creación de vivienda social.

“En el primer mandato hicimos 300 viviendas, pero no a través de la empresa municipal sino a través de empresa privada”, ha explicado el alcalde, que ha asegurado que el consistorio no tiene recursos suficientes para hacerlo. “No podemos hacer vivienda de alquiler porque hacer una promoción de 50 pisos implica un gasto de ocho millones de euros; eso son casi dos años de inversión e implicaría un gran endeudamiento”, ha defendido.

Asimismo, el primer edil ha aclarado que desde la administración local agradecerían “tener más instrumentos legales para actuar” en materia de vivienda, especialmente para hacer frente a problemáticas como la ocupación ilegal de viviendas por parte de grupos organizados, un fenómeno que, aunque asegura que no se ha incrementado, es una de las grandes preocupaciones del consistorio en este ámbito.

Relación con las administraciones

Durante el balance sobre sus últimos años al frente de la gestión municipal, Antonio Balmón ha reconocido que en la última década ha tenido que hacer frente a momentos difíciles, a la crisis económica y a sus consecuencias, en algunas ocasiones en solitario. "Mucha compañía no hemos tenido", ha reconocido el edil, que ha señalado que pese a que en materia de educación y sanidad sí que ha logrado entenderse con la Generalitat, el Govern, que es la administración "más cercana" a la local, ha estado "desaparecido" durante mucho tiempo.

Asimismo, el alcalde ha reiterado la necesidad de trabajar "en consenso" y de crear sinergias con instituciones supramunicipales como la Diputació y el AMB y se ha mostrado esperanzado con el nuevo Gobierno central, al que pide "más esfuerzo" y más herramientas a disposición de las esferas locales. "Más que dinero necesitamos instrumentos legales para gestionar nuestro dinero", ha apuntado Balmón, poniendo de ejemplo los límites en la gestión del superávit.