INTEGRACIÓN SOCIAL Y REUTILIZACIÓN

Sostenibilidad e integración: comercio con valor añadido

L¿Estoc

L¿Estoc / El Periódico

Lluís Muñoz / Barcelona

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En 1987 aparece el Informe Brundland, donde se puede encontrar por primera vez el concepto de desarrollo sostenible, como una solución ante el crecimiento ilimitado de un planeta finito como la Tierra. El informe fue realizado por distintos países para la ONU y en él se enfrentaban y contrastaban las posturas de desarrollo económico actual junto con la de sustentabilidad ambiental. Sin embargo, fue a partir de la crisis de 2008 cuando se volvió a traer a la centralidad de la opinión pública la sostenibilidad, como una forma de producción necesaria para evitar burbujas económicas y con la que combatir los efectos del cambio climático.

A pesar de que se avanza lentamente, cada vez hay más empresas que centran su actividad en la sostenibilidad, con la reutilización de materiales. Este concepto verde va más allá y suelen ser empresas que, además, apuestan decididamente por lo social en otros aspectos, como la integración de personas con discapacidad en su trabajo, fomentando el valor añadido que aportan estas personas en los ámbitos más humanos. La aparición de estas empresas ha coincidido con el surgimiento de un nuevo tipo de consumidor preocupado, sobre todo, por cómo se hacen las cosas.

Historia

En Poblenou hay una tienda que tiene una clara apuesta por la economía circular. Se trata de L’Estoc, un taller de mobiliario para el hogar y la empresa, que también dispone de showroom.

La actividad comenzó hace cinco años y su particularidad reside en que los muebles se fabrican a partir de materiales reutilizados y que el equipo está integrado por personas con discapacidad intelectual. 'Yo era director de un centro de personas con discapacidad y disfruto trabajando con ellos porque el entorno de trabajo es diferente. A pesar de sus limitaciones, tienen valores añadidos como la comprensión de las capacidades emocionales, la transparencia y la humildad. Son valores muy necesarios en el entorno laboral', explica Jordi Mayals, uno de los cinco socios propietarios de L’Estoc.

Los muebles, además de utilizar materiales reutilizados, se realizan totalmente de forma artesanal, otorgándoles una gran personalización, y convirtiéndolos en más que un mueble. 'Cuando vienes a nuestro showroom, te enseñamos nuestras obras de primera mano. No queremos que la gente se lleve un simple mueble de madera. No, queremos que conozcan la historia que hay detrás de cada objeto, el cual ha sido realizado mediante materiales reutilizados, y por personas con discapacidad intelectual, que ofrecen valor añadido a otras personas', explica Mayals.

La Fundació La Caixa hizo un estudio para estudiar el impacto social de L’Estoc: de cada 10 € que se invierten en la tienda, 5,41 € tienen impacto social. 'La sostenibilidad es el camino a seguir en el futuro. Necesitamos otra forma de consumir, de relacionarnos con el entorno y de relacionarnos con las personas. Todos tenemos que aportar nuestra semilla, y cuantos más seamos, más grande será el impacto', concluye Mayals.

Integración

Otra empresa que aúna la integración de personas con discapacidad intelectual y sostenibilidad ambiental es Teb. Una cooperativa que trabaja con los mercados de Barcelona, cargando los paquetes en las paradas y repartiéndolo a los clientes del barrio. El reparto se hace a pie, y con carretones, disminuyendo las emisiones de CO2. 'Teb nace para generar oportunidades en las personas con discapacidad intelectual. Nuestro ADN es la sostenibilidad social. Le damos un proyecto de vida a las personas que forman parte de la iniciativa. Además, nos hemos dado cuenta que unir esta sostenibilidad con la ambiental, nos da un gran potencial, multiplicando el impacto, y el retorno social', explica Pepa Muñoz, directora de comunicación de Teb.

Esta iniciativa ha generado unas relaciones muy positivas en el mercado y en su entorno. Los equipos de Teb se han integrado en la vida de los mercados, y los clientes han establecido una gran confianza con el colectivo, creando un tejido social marcado por la integración. 'La sociedad no avanza si en el camino se dejan colectivos atrás. Las familias que pusieron en marcha el embrión de Teb en 1965 lo tuvieron muy claro, porque hasta ese momento sus hijos estaban destinados a quedarse en casa. Su presencia pública les visualiza y normaliza como colectivo, evitando tratos paternalistas', concluye Muñoz.

Contra la violencia de género

El pasado sábado 25 de noviembre, Día Internacional contra la Violencia Machista, los escaparates de 120 comercios de Creu Coberta y 40 del Born aparecieron vinilados con diferentes mensajes antimachistas como Ens Volem Vives o No es No. Además, los comercios colocaron los maniquís girados para interpelar a la ciudadanía en la lucha contra la violencia contra las mujeres. El lema de la campaña ha sido Davant la violència masclista, no et pots girar d’esquenes y durante toda la jornada se repartió información de la campaña y recursos municipales de atención a las mujeres.

Con estas acciones comunicativas, la concejalía de Feminismos y LGTBI apuesta por una campaña transversal, con la voluntad de que llegue a todo el mundo, ya que también se podrá ver en edificios municipales, con pancartas y vinilos, así como en páginas web y redes sociales. Por este motivo, con la voluntad de corresponsabilizar al conjunto de la sociedad de esta lacra, la concejalía ha colaborado con algunos ejes comerciales de la ciudad, demostrando que es un problema que afecta a todas las esferas y colectivos y al que toda la población de Barcelona tiene que combatir.