Probamos en Corea el nuevo Hyundai Ioniq 6

Probamos en Corea el nuevo Hyundai Ioniq 6

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Como dicen, no hay dos sin tres, ni cinco sin seis. Hyundai sigue en su cruzada eléctrica y presenta en sociedad el nuevo Ioniq 6. Un escalón más. Tras la apuesta por el Ioniq 5 para inaugurar la saga, la marca coreana ha querido dar un giro con esta nueva creación mostrando un modelo tipo berlina con aire cupé, que se aleja del concepto SUV de su hermano. También se aleja de las líneas rectas y apuesta por la fluidez. Llegará a España en 2023 y nos hemos ido hasta Seúl para probar en primicia esta segunda pata de la gama Ioniq. Habrá tercera pata con el Ioniq 7 que ya calienta motores en los talleres de diseño de Hyundai.

En Corea ya se vende, con un precio que ronda los 44.200 euros. Para su aterrizaje en nuestro país se espera que el precio se sitúe ligeramente por debajo del Ioniq 5 (que arranca en algo más de 46.000 euros), lo que permitirá a la marca crear una oferta atractiva en un mercado que necesita un impulso importante para aspirar a colocarse entre los punteros de Europa. Por ahora, con una cuota de eléctricos de 3,55 % en lo que llevamos de año. Lejos, muy lejos. La marca señala al Polestar 2 y al Tesla Model 3 como sus principales rivales.

Dos baterías, tres potencias

Hyundai ha hecho un buen trabajo en adaptación tecnológica y en respuesta eléctrica. Nos ofrecen dos baterías, una de 53 kWh y otra de 77,4 kWh. Con la batería pequeña hay una única versión con tracción trasera de 151 CV (111 kW) que anuncia una autonomía de 429 kilómetros, mientras que con la grande permite una versión de tracción trasera con 229 CV (168 kW) y otra con tracción total de 325 CV (239 kW) en cuyo caso la autonomía estimada es de 614 kilómetros. Dispone de cuatro niveles de frenada regenerativa usando las levas situadas detrás del volante.

El nuevo Ioniq 6 ofrece una conducción muy suave y mantiene la misma fuerza que ya descubrimos en el Ioniq 5. Muy estable en carretera, incluso me atrevería a decir que un poco más que su hermano. En ciudad el comportamiento es bueno, sin demasiadas exigencias. En carretera juega un papel dinámico interesante, con pesos muy bien repartidos y una buena sensación de firmeza y comodidad. Buena parte de su dinamismo hay que buscarlo en el coeficiente de resistencia al aire que se sitúa en un 0,21, de los mejores del mercado en su categoría. El Ioniq 5, sin ir más lejos, acredita 0,29.

La posición de conducción es buena. El volante carece de logotipo en el centro. “No es necesario, porque entre otras cosas en casa no tienes el logo en todo lo que hay allí. Queremos que te sientas como en casa”, argumentan desde el área de diseño. La instrumentación es clara y precisa en datos. Nos sorpendió gratamente el contenido de sistema de navegación integrado (que en Corea debe funcionar mejor porque las carreteras están muy bien señalizadas).

El salpicadero es limpio y plano, con una doble pantalla de 12,2 pulgadas cada una, como la que monta el Ioniq 5. Presenta varias configuraciones para controlar los diferentes elementos del vehículo. El sistema de climatización tiene mandos fijos. El sistema de iluminación ambiental del interior cuenta con 64 colores a elegir, y añade una función que hace que cambie la intensidad de la iluminación en las plazas delanteras a medida que el coche gana velocidad (sistema denominado Speed Sync Lighting).

Carga tecnológica

En este modelo Hyundai propone retrovisores (opcionales) a través de cámaras y pantallas, como sucede en competidores como el Audi e-tron y el Honda-e. Las cámaras están colocadas sobre una carcasa de plástico transparente y al igual que la antena, los componentes internos quedan bien visibles. Dicen desde diseño que es para realzar la pureza del estilo.

En la prueba pudimos analizar la adaptación de este sistema y, la verdad, el gusto irá por barrios. En nuestro caso el ‘espejo’ de la derecha no es complicado para visualizar ya que la vista tiene que recorrer menos distancia hasta la pantalla situada al final del salpicadero. No obstante, en el izquierdo, pensamos que habrá que acostumbrarse algo más. La vista sigue yendo hacia el exterior, donde ahora está la cámara, para luego rectificar. Hay que practicar bastante el ejercicio.

No nos parece una solución que marque la diferencia porque, además, las distancias y la percepción es bastante artificial. Con los retrovisores convencionales, sin embargo, se pierden unos tres kilómetros de autonomía.

Diseño atrevido

Las líneas del Ioniq 6 hay que interpretarlas, tal y como nos comentó Simon Loasby, responsable de diseño de la marca, en una visión que escenifica “la conexión emocional” que se busca entre el usuario y el vehículo. Está claro que los eléctricos tienen que gustar, pero sobre todo convencer, y en esa tesitura se mueve el nuevo Ioniq 6. Sus orígenes estilísticos hay que buscarlos en el Prophecy presentado en 2020. Simon Loasby considera que la “búsqueda de la aerodinámica ayuda a mejorar el diseño, y con este coche lo hemos conseguido”.

El Ioniq 6 es un coche de perfil alargado pero no es bajo, lo que se traduce en una buena posición de entrada para el conductor y los pasajeros. Emplea la misma plataforma E-GMP que el Ioniq 5, lo que ha permitido unas cotas realmente amplias en el interior. Mide 4,85 metros de largo lo que le coloca en la línea de un Porsche Taycan, por ejemplo.

La distancia entre ejes de 2,95 metros consigue habilitar unas plazas traseras realmente amplias y cómodas. No obstante, su perfil afilado con la caída en la parte trasera deja a las personas de más de 1,80 metros con la cabeza muy cerca del techo.

Hay que destacar que los diseñadores del Ioniq 6 no han querido complicarse la vida con el portón trasero ni recurrir a amortiguadores que podrían complicar el diseño de la zaga. Así, han optado por un maletero con tapa en lugar de portón. De hecho hay dos maleteros, uno detrás y otro más pequeño delante. Simon Loasby nos reconoce en la charla que mantuvimos con él en el Hyundai Motor Studio de Goyang (cerca de Seúl) que “inicialmente sí habíamos pensado en la propuesta de un portón, pero los dispositivos necesarios habrían invadido la zona de la cabeza de los pasajeros, comprometiendo la habitabilidad”.

Esa batalla por el espacio interior es, según Loasby, uno de los principales argumentos para decantarse por un diseño de berlina a sabiendas de la poca popularidad de estas siluetas en algunos mercados.

Trasera con personalidad

Pero si en algo tenemos que destacar al Ioniq 6 dentro de la ‘Liga del diseño’ es la zaga. Alguno incluso podría llegar a ver un Porsche. Loasby nos reconocía que es una de las partes más atrevidas del modelo. Lo preside un alerón elíptico flotante repleto de leds que le confieren un aspecto futurista y deportivo. Es un alerón fijo y curvado que actúa como en los aviones mejorando la aerodinámica. Se trata de una solución innovadora y atrevida.

También lo es los elementos del paragolpes delantero que se abren y cierran en función de las necesidades aerodinámicas, permitiendo que pase el flujo de aire. Son algunos elementos de diseño de los que Loasby está muy satisfecho, como de su equipo de diseñadores. “Me siento como Pep Guardiola”, admite. Pues bienvenidos al Dream Team de Loasby, donde el Ioniq 6 es pieza clave de ese engranaje. Y muy pronto lo disfrutaremos en España.