Marta Nieto: "No me interesan los papeles de mujer florero"

Marta Nieto (Murcia, 1982) vive un momento muy dulce en su carrera. Gracias a su trabajo en la película de Rodrigo Sorogoyen, ‘Madre’, ha sido nominada a los premios de la Academia de Cine Europeo (EFA), que se entregan este fin de semana, junto a nombres consagrados como Nina Hoss o Paula Beer. Tiene pendiente de estreno ‘Cosmética del enemigo’, de Kike Maíllo, acaba de rodar a las órdenes de Juanjo Giménez (nominado al Oscar por su cortometraje ‘Timecode’) y prepara la ficción televisiva ‘Feria’ al mismo tiempo que ultima su salto a la dirección con la que será su ópera prima, una película que girará en torno a una madre cuyo hijo es transgénero.

¿Qué ha significado para usted ‘Madre’?

Pues un antes y un después. La oportunidad de sentirme realizada como actriz por primera vez en mi vida. Después me ha vuelto a pasar, pero antes no. Yo llevaba mucho tiempo trabajando, con mucho anhelo de interpretar personajes complejos y no lo conseguía. Con esta película y con Rodrigo Sorogoyen he podido tirarme al vacío, porque confiaba que no me iba a dejar caer. Hasta ese momento, no me había pasado, por eso he madurado mucho, he crecido, siento que me he arriesgado de verdad.

¿Podríamos considerarlo como un empoderamiento en toda regla?

Totalmente. Me he agarrado a esta revelación: yo quiero ser este tipo de actriz, yo soy este tipo de actriz. Y no voy a dar ya un paso atrás. He encontrado la certeza de hacia dónde quiero ir, y por eso valoro más mi experiencia, mi punto de vista, mi feminidad. Porque llevaba mucho tiempo haciendo personajes de apoyo a los hombres, como la mayor parte de actrices de este país, un poco de mujer florero, y ahora he tomado conciencia de que eso no me interesa.

¿Su personaje en ‘Madre’ le ha influido a la hora de escribir su debut en la dirección?

Sin duda. En él hablo de la responsabilidad de cada uno a la hora de hacerse cargo de lo que quiere. Cuando hice ‘Madre’ y disfruté del proceso como lo disfruté, pensé, ¿y ahora tengo que esperar a que alguien vuelva a confiar en mí? No. Yo ya no soy esa persona porque he encontrado un motor, una fuerza, una confianza en mí que me hace ponerme a escribir y a elegir papeles desde un lugar humilde, pero firme. Para mí el feminismo en el cine tiene que ver con eso también. Hay que ponerse manos a la obra, ponerse a hacer eso que quieres que pase, contar historias que te interesan como mujer.

"Espero que se apruebe la ley trans, es necesario normalizar este asunto porque la diversidad forma parte del individuo"

¿Cómo plasmará el tema de la transexualidad en su película?

No voy a hacer una película para dar respuestas de nada, sino para plantear preguntas sobre un tema que me interesa como es la identidad unido a la maternidad. Creo que se necesitan referentes en este tema y el cine es una herramienta poderosa para crear un imaginario colectivo. El personaje irá desde el desconocimiento más absoluto de lo que significa ser trans a la necesidad de entender.

¿Se posiciona usted a favor de la ley trans?

Sí, espero que se apruebe, es necesario normalizar este asunto porque la diversidad forma parte del individuo y si como sociedad creamos leyes de tolerancia, mejor para todos.

¿Entiende que algunas feministas históricas se hayan posicionado en contra?

No lo entiendo, pero depende de la voz con la que se interactúe. Ahora todos somos muy inteligentes y la demagogia es muy fácil.

"Cada día en el Mediterráneo miles de madres pierden a sus hijos. No entiendo por qué se empatiza más con mi personaje que con ellas"

¿Tiene usted más miedo a morir o a perder a un ser querido?

Tengo miedo del sufrimiento. El dolor no se puede evitar, pero el sufrimiento en teoría sí. Pero en el caso de mi personaje en ‘Madre’ creo que no es lo mismo la muerte de un hijo que su desaparición, porque no puedes completar el ciclo del duelo. Esa herida abierta es una tortura. No me imagino nada peor en el mundo después de haberme asomado a esa realidad.

¿Hay algo equiparable a ese dolor en el momento actual?

Creo que en el Mediterráneo todos los días miles de madres pierden a sus hijos. No saben dónde están, no pueden enterrarlos, no saben qué ha pasado con ellos. La diferencia es que mi personaje es europea y blanca, en el fondo una privilegiada, y ellas son africanas y tienen otro color de piel. No entiendo por qué se empatiza más con mi personaje que con ellas.

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