Medidas para una movilidad más sostenbile

Valencia estudia implantar un peaje urbano contra la contaminación

La ciudad desarrolla un proyecto piloto junto a la Asociación Mesura y Abertis Mobility Services

Un ecopeaje permitiría reducir las emisiones generadas por el tráfico y mejorar la calidad del aire

El sistema Cloud de Abertis Mobility Services cuenta con Cloud, un sistema de gestión del tráfico vía satélite

El centro de Valencia, sin coches

El centro de Valencia, sin coches

Xavi Datzira

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La emergencia climática requiere pasar a la acción mediante iniciativas contundentes que permitan reducir las emisiones contaminantes, causantes del calentamiento global y nocivas para la salud de las personas. Y esto debe pasar irremediablemente por un cambio de hábitos, especialmente en las ciudades. Por ejemplo, a nivel de movilidad. El tráfico es el responsable de cerca del 50% de emisiones de una urbe y, por ello, muchos ayuntamientos están empezando a plantear medidas para reducirlo. Así, en Valencia se está llevando a cabo un proyecto piloto junto a Abertis Mobility Services (AMS) y la Asociación Mesura para implantar un ecopeaje. 

Este proyecto tiene como objetivo estudiar diferentes escenarios para la implantación del sistema de peaje urbano con los que lograr una mejor calidad del aire y una mejora en la salud para sus ciudadanos. Para ello, la asociación Mesura, con el apoyo de AMS como consultores, y en colaboración con el Ayuntamiento de Valencia, está trabajando en un modelo inclusivo de regulación de la movilidad urbana para determinar cómo se podría implementar este sistema.

Diferentes tarifas

Uno de los ámbitos clave del estudio es analizar cómo se deberían fijar los precios de este ecopeaje en base a cinco criterios: diversidad funcional, familia numerosa, autónomos, vehículos eléctricos y residentes. El piloto, que se presentará en junio, contempla el establecimiento de diferentes tarifas que recojan situaciones específicas como trabajadores, personas con diversidad funcional o vehículos menos contaminantes, entre otras variables.

Abertis Mobility Services ofrece su experiencia a la asociación Mesura como consultores tecnológicos, en aspectos legales y económicos, para la gestión inteligente del tráfico en las ciudades. Algo que los expertos juzgan como clave si se tiene en cuenta que, según los datos de Naciones Unidas y el Banco Mundial, el 60% de la población mundial va a vivir en entornos urbanos en el 2030 y para el año 2050, será el 70%, lo que implica que entre 1.000 y 1.500 millones de personas en el mundo se van a incorporar a las ciudades.

«Los estudios indican que el volumen de coches va a ser más del doble respecto del actual», asegura Christian Barrientos, CEO de AMS, que pone en duda que la solución pueda venir solo de la creación de Zonas de Bajas Emisiones, como en Barcelona. «La gestión del tráfico urbano no pasa únicamente por la implantación de una ZBE, ya que en un futuro volveremos a tener ciudades congestionadas de vehículos eléctricos. La solución es implantar sistemas de pago por uso o ecopeaje, que además de reducir la contaminación, mejoren la congestión y permitan obtener recursos para la mejora del transporte público».

Tecnología vía satélite

Basada en tecnología satelital y en el vehículo conectado, la solución Cloud de AMS permitiría establecer el pago por uso y el pago por contaminación. Actualmente, ya está implementada en Estados Unidos, concretamente en el entorno interurbano de los estados de Oregón y Utah y, próximamente estará disponible en Virginia. 

Gracias a su experiencia, están evolucionando la solución satelital a entornos urbanos para promover la transformación de ciudades en espacios saludables, sostenibles y conectados. En este sentido, la tecnología juega un papel clave para poner en marcha sistemas que consigan incentivar, entre otras cosas, un uso mayoritario de transportes urbanos, más eficientes y saludables. 

Precisamente, la implantación de un sistema de pago por uso se encuentra dentro de las directrices que recoge la ley estatal de Cambio Climático para las 149 ciudades españolas de más de 50.000 habitantes, que a partir del año 2023 deberán instaurar para desincentivar la entrada de coches en zonas contaminadas o congestionadas. Sin ello será muy difícil cumplir con los compromisos de reducción de emisiones y que son vitales para evitar que la temperatura media del planeta suba por encima de los 2 grados.

Valencia busca la neutralidad de carbono en el 2030

Europa persigue una reducción del 55% de las emissiones para el año 2030 y la neutralidad climática para el 2050. Sin embargo, algunas ciudades aspiran a conseguir esa neutralidad dos décadas antes, de la mano del proyecto NetZeroCities, diseñado para ayudar a superar las barreras estructurales, institucionales y culturales actuales.

A la iniciativa se han presentado 377 ciudades para ser seleccionadas entre las 100 ciudades neutras en emisiones en el 2030. Valencia es una de ellas, y se ha presentado con su programa Missions Vàlencia 2030, que tiene como objetivo conseguir que Valencia sea una ciudad más saludable, más sostenible, más compartida y conectada que permita mejorar la calidad de vida de las personas.