Tres expertos analizan esta fuente renovable en una mesa redonda

La energía fotovoltaica en Catalunya: ¿macroparques o parques sociales?

La energía fotovoltaica tiene que jugar un papel clave en la transición hacia una economía verde y con menos emisiones

En la actualidad se está apostando por macroparques, frente a una red de pequeñas instalaciones más sostenibles 

Un sistema de parques de menos de 10 hectáreas revitalizaría la economía local y permitiría la participación ciudadana

Placas fotovoltaicas para el autoconsumo en un tejado de Barcelona

Placas fotovoltaicas para el autoconsumo en un tejado de Barcelona

Eduard Palomares

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Los objetivos de reducción de emisiones contaminantes y la transición hacia una economía verde requieren que las energías renovables tengan un peso cada vez mayor. Entre ellas, la fotovoltaica. Y aunque actualmente hay 121.000 Mw con punto de conexión concedidos para proyectos de energías renovables –más del doble de lo previsto en el Plan Nacional de Energía y Clima– aún queda mucho camino por recorrer para dejar de lado los combustibles fósiles en todos los ámbitos.

Además, la energía fotovoltaica se encuentra ahora en una encrucijada. La Asociación Nacional de Productores de Energía Fotovoltaica (Anpier) alerta de que se está fomentando la aparición de macroparques financiados por fondos internacionales, mientras se está dejando de lado los parques de tamaño medio y pequeño, con menos impacto ambiental y más beneficios para la economía local.

Para hablar de todo ello, El Periódico organizó la semana pasada la mesa redonda digital 'Pasado, presente y futuro de la energía fotovoltaica en Catalunya'. Participaron Albert Mases, delegado de Anpier en Catalunya; Joan Vila, presidente de la comisión de energía de Pimec; y Jaume Pedrós, responsable de energías alternativas de Unió de Pagesos. 

Cambio urgente ante la emergencia climática

Los tres expertos coincidieron en que la tecnología está desarrollada y madura, pero no hay tiempo que perder porque el reto es mayúsculo. "Hay que electrificar al máximo el consumo de energía, procedente de fuentes renovables. Y aquí la fotovoltaica debe tener un papel fundamental, porque es económica, escalable y se puede implementar en toda Catalunya", apuntó Mases. Por su parte, Vila reclamó enfocar los objetivos no solo en el consumo eléctrico actual, sino en el consumo energético total: "Si lo enfocamos así, el reto es mayúsculo. En Catalunya consumimos 165.000 MW a la hora y en el futuro se reducirá a 85.000 MW hora, que se tendrían que generar con renovables".

“Un parque fotovoltaico de pequeña potencia es más participativo, inclusivo y con menor impacto ambiental”, Albert Mases.

Para Jaume Pedrós, el desafío también hace referencia al modelo energético que se quiera implantar: "Tenemos que conseguir que la gente sepa que las renovables son clave, y para eso también tienen que notarlo en el bolsillo. Hay que fomentar el autoconsumo, porque el beneficio no tiene que ser solo para las grandes multinacionales". En esta línea, Albert Mases reivindicó la inversión en «parques sociales, de pequeña potencia y menos de 10 hectáreas, en los que puedan participar ciudadanos pymes y ayuntamientos». El problema es que, actualmente, no pueden competir con los macroparques, porque los costes de inversión y mantenimiento son mucho mayores. "Nuestro modelo pasa por colocar los puntos de producción cerca de la fábrica, y este sistema de autoconsumo tendría que se extensivo a toda Catalunya. Pero hay que ver cómo lo hacemos", subrayó Vila.

“Con el autoconsumo se puede descentralizar la industria de la metrópoli y revitalizar el territorio catalán”, Joan Vila

"Si queremos un país autosuficiente en el ámbito energético, pero también en el de la alimentación, tenemos que cuidar el entorno rural. Por eso, hay que apostar por pequeños parques fotvoltaicos que permitan revitalizar el territorio y convencer a la gente que también tendrán un beneficio. Si el modelo pasa por las grandes multinacionales, la fotovoltaica no arraigará", auguró el representante de Unió de Pagesos.

Parques sociales para la producción de energía limpia

En el debate también se habló de que el precio de la electricidad será cada vez más volátil. "Pedimos que un 20% de las subastas sean para estos parques sociales, con una prima adicional, para que puedan competir", comentó Albert Mases, que hizo un repaso de la trayectoria de los pequeños y mediados productores en los últimos 15 años, poniendo sobre la mesa los recortes que han sufrido y pidiendo que se reconozca su papel. También se habló de la importancia de mejorar y economizar las baterías eléctricas y de la necesidad de seguir con la labor de sensibilización.  

“Si el beneficio es solo para las compañías multinacionales, la fotovoltaica no volverá a arraigar”, Jaume Pedrós

"Hace falta más cultura e información energética para el ciudadano, así como fomentar parques en los que puedan participar ciudadanos y pymes", remarca Mases. "Hay que explicar de manera clara que el salto que debemos hacer para reducir las emisiones de CO2 es enorme, y el ciudadano debe implicarse", añade Vila, mientras Pedrós pone el broche: «Todo el mundo debe ser consciente que nuestro futuro pasa por las renovables».

Un mercado maduro gracias a los pioneros

La energía fotovoltaica ha evolucionado gracias a 60.000 familias (6.000 en Catalunya) que fueron pioneras. Apostaron por la producción renovable en parques de tamaño medio y pequeño y, a cambio, el estado les impuso toda una serie de recortes retroactivos e impuestos al sol. Por eso, Anpier, la asociación que los agrupa, pide que se reconozca su labor, se les compense por el daño causado y se garantice la seguridad jurídica.