MEDIDAS CONTRA LA POBREZA ENERGÉTICA

Una escuela para aprender a ahorrar energía y rebajar la factura

Escuela de Energía

Escuela de Energía

XAVI DATZIRA / BARCELONA

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“La gente que deja de pagar las facturas no lo hace por voluntad. Lo último que quieren es que les corten el suministro y hacen todo lo posible por evitarlo”. Lo explica Paula Torreadrado, coordinadora de los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Tres Cantos (Madrid), aunque la experiencia podría extenderse a la mayoría de ayuntamientos.

La vulnerabilidad energética afecta a distintos perfiles –incluso a personas con trabajos precarios, en lo que se conoce como la ‘nueva pobreza’–, por lo que cada caso se debe tratar de forma especial y con un enfoque distinto. Pero para ello es preciso tener un gran conocimiento de aspectos como la optimización de la factura, las medidas de eficiencia, la discriminación horaria y, en especial, el bono social. Por eso, la Fundación Gas Natural Fenosa ha puesto en marcha la Escuela de Energía, que en menos de un año de vida ha formado ya a más de 2.000 personas en toda España.

Al mejorar sus conocimientos, los trabajadores sociales pueden atender mejor a las familias vulnerables

El objetivo de la escuela consiste en asesorar, por un lado, a las familias vulnerables. Y, por el otro, al personal de los servicios sociales de los ayuntamientos, así como a los trabajadores de las entidades del Tercer Sector en cuestiones relativas a la eficiencia, el ahorro energético y las ayudas disponibles. Y que de esta forma puedan atender mejor a las personas que acuden a ellos. “Estamos revisando los casos de las familias que hemos ayudado recientemente para comprobar si, una vez hecha la formación, podemos ayudarles de nuevo. Si alguna persona puede beneficiarse del bono social, por ejemplo, o si a alguna persona podemos evitarle el corte de suministro…”, añade Torreadrado, que participó en una de las sesiones de la escuela.

En este sentido, una de las claves de los talleres de la Fundación Gas Natural Fenosa es que realmente se aprenden cosas, y este conocimiento permite a los profesionales mejorar su atención a las familias en situación de vulnerabilidad. “Había muchas cosas que no sabía y que aprendí en la sesión. Por ejemplo, en la formación nos pidieron a cada trabajador social llevar una factura y con ella los profesores nos explicaron sobre el papel en qué consistía cada concepto. La verdad es que fue muy dinámico y nos aclaró muchas cosas”, explica Mónica Rodríguez, trabajadora social en Tordoya (Galicia) y otra de las participantes en una de los talleres de la escuela.

"En la sesión nos pidieron que lleváramos una factura para explicarnos sobre el papel en qué consisitía cada concepto"

Mónica Rodríguez

— Trabajadora social en Tordoya (Galicia)

Igual que en el caso de Tres Cantos, están contactando de nuevo con las familias que atienden por problemas con la facturas energéticas “para explicarles cómo la funciona la factura, cómo pueden reducirla, si pueden acogerse al bono social…”.

Paliar la pobreza energética

“Este proyecto está inspirado en el modelo de soluciones que están aplicando países como Austria, Bélgica o Hungría para paliar la pobreza energética y que comprenden programas de formación para los profesionales que trabajan a diario con los colectivos más vulnerables. En estos países ha resultado muy efectivo y esperamos que aquí también lo sea”, apunta Martí Solà, director general de la Fundación Gas Natural Fenosa. La Escuela de Energía es una de las 20 medidas incluidas en el Plan de Vulnerabilidad de la compañía, el primero desarrollado por una energética española para luchar contra la pobreza energética.

Las clases comenzaron el año pasado en Catalunya, Galicia y Madrid y ya está trabajando también en la Comunitat Valenciana, Castilla y León y Castilla-La Mancha.

Durante las sesiones, se forma a los participantes sobre temáticas como las buenas prácticas de ahorro, la implantación de medidas eficientes en los hogares, la compresión de la factura y los programas de apoyo de que dispone la Fundación Gas Natural Fenosa en el ámbito de la pobreza energética. Para facilitar la asistencia a los talleres, la escuela se desplaza a las sedes de ayuntamientos y oenegés.

Formación adaptada al perfil

El programa formativo de la Escuela de Energía está adaptado en función del público al que se dirige. “Cuando está orientado a los trabajadores sociales, la formación es más amplia. Comenzamos con una explicación del sector energético y luego hablamos de la factura, los conceptos que engloba y cómo optimizarla. A continuación nos adentramos en las diferentes ayudas que existen como es el bono social y, por último, la formación se orienta a aquellos pequeños hábitos que nos permiten reducir la factura energética”, explica Almudena Laguillo, responsable de la escuela.

"En los talleres se habla del sector energético, las partes de la factura, las ayudas existentes o de los pequeños hábitos que ayudan a ahorrar energía"

Almudena Laguillo

— Responsable de la Escuela de Energía

A la hora de analizar posibles acciones de eficiencia energética, lo primero es analizar dónde se está produciendo el consumo energético dentro del hogar para ver qué zonas o electrodomésticos tienen mayor potencial de ahorro. Y poder actuar sobre el termostato de la calefacción, programas de lavado a menor temperatura o apagar el fuego cinco minutos antes cuando se cocina para aprovechar el calor residual. “Gracias a estas formaciones hemos descubierto que era una necesidad que tenían estas personas”, añade Laguillo.

Familias vulnerables

Además de orientarse a trabajadores sociales, la Escuela de Energía también cuenta con programas especialmente dirigidos a familias en situación de vulnerabilidad económica, que les conlleva dificultades para hacer frente a los pagos de suministros. Una formación que les permite aprender de forma directa maneras para ahorrar energía y optimizar la factura. Por ejemplo, a través de la existencia del bono social, que muchas personas desconocen. "En el taller he aprendido que para solicitar el bono social tengo que pasar del mercado libre al regulado, cosa que nadie me había explicado antes", señala Alejandra García, una de las participantes en la sesión de la Escuela de Energía que se celebró el pasado 21 de febrero en Sant Adrià del Besòs. 

Las dudas de los participantes suelen girar sobre cómo acceder al bono social o rebajar la potencia contratada 

Otra de las participantes, Luci Sarmiento, comenta que a raíz del taller revisará la potencia contratada, ya que con los electrodomésticos que tiene no le hace falta "tanta potencia" y, por lo tanto, "podría ahorrar en la factura de cada mes". Lo mismo Walter Montivero, que además mirará si "le sale más a cuenta tener una tarifa de discriminación horaria", en la que la energía sale más económica de 10 de la noche a 12 de la mañana.

En este vídeo, grabado por El Periódico a la salida del taller de Sant Adrià del Besòs, los participantes explican su experiencia:

La temática de estas sesiones abarca distintos temas, pero se centra sobre todo en la factura. “Las principales dudas siempre giran sobre ellas. Los participantes no suelen saber si están en el mercado libre o regulado (no saben ni que existen estos mercados), qué tipo de tarifa tienen contratada, si tienen o no un servicio contratado (por ejemplo, de mantenimiento), si tienen o no discriminación horaria… Por ese motivo en las sesiones intentamos analizar la factura por conceptos, explicarles qué tarifas pueden contratar, que ayudas existen…”, detalla Jesús Moix, profesor de la Escuela de Energía de la Fundación Gas Natural Fenosa. Incluso en muchos casos, no eran conscientes de la existencia del bono social, por lo que muchos asistentes salen del taller animados a solicitarlo.

Y de esta manera, tanto a través de la formación a los trabajadores sociales como a las mismas familias vulnerables, se busca coordinar fuerzas para reducir al máximo la pobreza energética.

¿Quién puede solicitar el bono social?

<span style="font-size: 1.6rem;">Ante una situación de dificultades para asumir el coste de la factura eléctrica, la primera acción a llevar a cabo sería comprobar si el usuario <strong>puede acogerse al bono social, </strong>un descuento en la factura eléctrica. Esta rebaja varía entre e<strong>l 25%</strong> para los clientes vulnerables,<strong> el 40%</strong> para los clientes vulnerables severos y un <strong>100%</strong> para aquellas personas en riesgo de exclusión social (descuento cofinanciado por las comercializadoras, que asumen el 40%, y los Servicios Sociales, que costean el 50% de la factura. El 10% restante es también asumido por la comercializadoras mediante un concepto diferente al bono social).</span>