CIUDAD INTELIGENTE

'Smart cities' y compromiso en la lucha contra el cambio climático

Camión 100% eléctrico para la limpieza del alcantarillado de Barcelona

Camión 100% eléctrico para la limpieza del alcantarillado de Barcelona

XAVI DATZIRA / BARCELONA

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La 'smart city' suele relacionarse con la aplicación de las nuevas tecnologías en la gestión urbana, pero sus objetivos son mucho más simples: construir ciudades más amables con los ciudadanos y más respetuosas con el medioambiente. Para ello, la movilidad juega un papel clave, no solo en materia de transporte público o reducción del coche privado, sino también en la prestación de servicios municipales que requieren vehículos de gran tonelaje, como es el caso de la recogida de residuos o la limpieza del alcantarillado.

La minimización de su impacto ambiental, la optimización de recursos y la innovación son esenciales en la sostenibilidad y en la lucha contra el cambio climático. Se podría decir así que una empresa como FCC Medio Ambiente, en colaboración con el Ayuntamiento de Barcelona, lleva avanzando hacia estos servicios inteligentes desde 1911, fecha en que empieza a realizar la limpieza y mantenimiento de la red de alcantarillado de la ciudad.

Primer camión eléctrico

Desde 1974, año en que la compañía presenta su primer camión eléctrico con baterías de plomo, su departamento de Maquinaria ha venido desarrollando una labor constante de I+D+i (ver gráfico) que ha desembocado en los actuales vehículos eléctricos de cero emisiones, que operan desde julio del 2016 en Barcelona para la inspección y limpieza de la red de alcantarillado. Algunas unidades se podrán observar en el Smart City Expo World Congress, que comienza mañana en el recinto ferial de Gran Via.

Estos motores no emiten mingún tipo de gases contaminantes y generan un ahorro energético de entre el 70% y el 80% respecto a motores de combustión. Son también mucho más silenciosos, tanto en el arranque como la frenada. La flota consta de 56 vehículos 100% eléctricos, 13 de gran tonelaje, 28 de tamaño medio con carrocería especializada y 15 furgones. A ellos se suma una flota de 35 vehículos eléctricos con los que FCC realiza el servicio de limpieza y mantenimiento de fuentes.

Energía almacenada

Gracias a su batería de ion-litio, con una alta capacidad de energía, se consiguen las mismas prestaciones y el mismo rendimiento que con los motores convencionales, pero eliminando las emisiones de efecto invernadero. En el caso de los vehículos eléctricos de recogida de residuos, la clave del sistema se basa en la batería autorrecargable, lo que significa que durante el servicio se funciona con un motor eléctrico puro, pero durante el trayecto a la descarga se produce un proceso de recarga mediante un equipo auxiliar de gas natural comprimido (GNC), en el que FCC cuenta también con amplia experiencia.

De esta forma se logra incrementar la autonomía del vehículo, de manera económicamente asequible, hasta cubrir las necesidades del servicio, sin perder potencia o capacidad de carga con respecto a un vehículo convencional. A su vez, los costes de explotación son menores que si se usaran combustibles fósiles y la vida útil del vehículo es más larga, con la misma fiabilidad.

Asimismo, estas flotas disminuyen la contaminación acústica: mientras que un vehículo recolector diésel de última generación genera cerca de 66 decibelios y uno propulsado por gas natural reduce el valor a 62 decibelios, un recolector eléctrico, en muchos casos, se confunde con el ruido ambiente. Es decir, son vehículos ecoeficientes y sostenibles que representan los valores que deben regir la smart city.  

Electrolineras 'smart'

La puesta en marcha en Barcelona de esta flota 100% eléctrica ha ido acompañada de la instalación en la sede de FCC Medio Ambiente en la Zona Franca de una innovadora infraestructura de recarga, que permite gestionar las necesidades de una flota de más de 80 vehículos eléctricos de forma simultánea, optimizando su recarga de acuerdo con los turnos de trabajo, la potencia disponible y los horarios en los que el coste de la energía es menor. Además, se almacenan los datos en tiempo real para monitorizar los resultados, detectar anomalías y mejorar la gestión.

Esta evolución constante e innovadora constata que la 'smart city' no es un invento del siglo XXI, sino que el camino necesario para llegar hasta ella comenzó hace ya varias décadas.

I+D+i para la sostenibilidad

<span style="font-size: 1.6rem;">Desde que FCC incorporó el primer vehículo sostenible hace más de 40 años, la compañía ha puesto en marcha gracias a su labor en I+D+i más de 1.400 vehículos propulsados por gas natural, así como más de 600 vehículos eléctricos. De estos últimos, 477 son 100% eléctricos puros y 40 cuentan con baterías autorrecargables, innovación clave para garantizar una plena autonomía y doblar o triplicar el turno de trabajo, sin necesidad de recarga. Además, hay que añadir otros tantos híbridos de serie o paralelos.</span>