Estudio científico
Reducir un 25% el tráfico en Barcelona permitiría evitar más de 200 muertes por contaminación al año
Un estudio liderado por ISGlobal y el Barcelona Supercomputing Center muestra cómo la mejora de la calidad del aire tiene un impacto directo en la salud pública
Barcelona tendrá un sistema pionero para predecir la contaminación por horas y calle a calle: "Es el modelo más sofisticado jamás hecho"

Unos padres acompañan a sus hijos al colegio en Barcelona / Ricard Cugat


Valentina Raffio
Valentina RaffioPeriodista.
Un estudio liderado por dos de las grandes instituciones científicas de Barcelona, el Instituto ISGlobal y el Barcelona Supercomputing Center (BSC-CNS), estima que reducir un 25% el tráfico de vehículos que circulan por la ciudad permitiría evitar más de 200 muertes prematuras al año derivadas de la contaminación del aire. Según explican los autores de este trabajo, los análisis demuestran que la reducción del tráfico permitiría mejorar sustancialmente la calidad del aire en la ciudad, reducir las concentraciones de gases dañinos como el dióxido de nitrógeno (NO2) y minimizar así algunos de los impactos más dañinos de la polución en la salud ciudadana. "Este estudio tiene como objeto Barcelona, pero también sirve como ejemplo a otras ciudades para entender el impacto que pueden tener las políticas dirigidas en disminuir la contaminación atmosférica", explica Mark Nieuwenhuijsen, director del programa de Clima, contaminación atmosférica, naturaleza y salud urbana de ISGlobal.
"Este estudio tiene como objeto Barcelona, pero también sirve como ejemplo a otras ciudades para entender el impacto de las políticas dirigidas en disminuir la contaminación"
El análisis, publicado este mismo martes en la revista científica 'Health & Place', ha evualuado el impacto de tres escenarios distintos relacionados con la reducción de tráfico en la ciudad. El primero, derivado de la implementación del antiguo Plan de Movilidad Urbana 2018-2024, en el que se contemplan medidas como la creación de supermanzanas y ejes verdes. El segundo, con la puesta en marcha de una zona de bajas emisiones. Y el tercero, con medidas específicas de urbanismo táctico enfocadas a la reducción del tráfico y en el que, además, se contempla la electrificación del puerto de Barcelona. A partir de ahí, los investigadores crearon una serie de modelos basados, por un lado, en datos reales de mortalidad asociada a la contaminación en Barcelona y, por otro lado, estimaciones de qué pasaría en caso de aplicar otro tipo de políticas para reducir la polución atmosférica.
Según explican los investigadores que han realizado este análisis, en cada uno de los escenarios estudiados se observó un impacto muy distinto tanto en los niveles de calidad del aire como en su repercusió a nivel de salud pública. En el primer escenario, por ejemplo, se observó una reducción del 6% de la polución atmosférica y esto, a su vez, se asoció con unas 67 muertes evitables al año derivadas de la contaminación. En el segundo caso, se observó una disminución del 17% de contaminates atmosféricos y unas 199 muertes evitadas por año. Y en el tercero, en el que se contempla la combinación de una reducción del 25% del tráfico rodado con la electrificación del puerto, se vio una reducción cercana al 20% en los niveles de polución del aire, especialmente en el caso del dióxido de nitrógeno (NO2), y una reducción de más de 288 muertes al año.
El escenario más beneficioso, según este estudio, es el que contempla una reducción del tráfico de vehículos junto a la electrificación del puerto
Zonas más afectadas
Los modelos indican que, de aplicarse estas medidas para reducir la polución en la ciudad, "los descensos en la mortalidad se concentrarían especialmente en el centro de la ciudad, siendo esta la zona con los niveles de contaminación más elevados", aunque también se podrían esperar beneficios generalizados en el conjunto de la metrópolis. En este sentido, el estudio también estima que la aplicación de estas políticas urbanas para mejorar la calidad del aire y reducir el número de muertes prematuras podrían evitar pérdidas de entre 170 y 580 millones de euros en la ciudad. Otros estudios elevan esta cifra hasta los 1.292 millones de euros anuales, dado el enorme impacto de la polución en la salud pública, las enfermedades crónicas y las muertes prematuras.
"Esto nos dice que debemos hacer más y de manera más efectiva para mejorar la calidad del aire de nuestra ciudad"
El análisis muestra de forma clara que cualquiera de los tres escenarios estudiados de reducción de emisiones conlleva un beneficio claro para la salud ciudadana. Aun así, según destaca Ana Ramos, investigadora de ISGlobal y primera autora del estudio, ninguno de los modelos planteados logra cumplir con las nuevas directrices europeas de calidad del aire, que entrarán en vigor en 2030. Especialmente en referencia a las concentraciones de dióxido de nitrógeno (NO2). "Esto nos dice que debemos hacer más y de manera más efectiva para mejorar la calidad del aire de nuestra ciudad", afirma la especialista, quien junto a los demás autores invita a reforzar este tipo de políticas ambientales para salvar vidas.
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