Luna, Marte y más allá: las futuras misiones que se propone protagonizar Starship

Uno de las primeras aventuras que se esperan del Starship será, ya de por sí, algo histórico. SpaceX planea lanzar la primera misión privada alrededor de la Luna: el proyecto 'Dearmoon'. El multimillonario japonés Yusaku Maezawa ha seleccionado personalmente a 10 artistas, creadores de contenido y atletas de todo el mundo para que lo acompañen en un viaje alrededor de la Luna. La misión podría despegar hacia finales de 2023 y, aunque no aspira a posarse sobre la superficie lunar, entrará en los libros de historia como la primera misión de este tipo protagonizada por actores privados.

Starship también aspira a convertirse en una de los nuevos vehículos que protagonizarán la 'reconquista' de la Luna. El módulo de aterrizaje de este cohete, también diseñado por SpaceX, ha sido seleccionado por la agencia espacial estadounidense NASA como el encargado de llevar a "la primera mujer y al próximo hombre a la Luna" como parte del programa espacial Artemis. Si todo avanza según lo previsto, el despegue de esta misión está previsto alrededor del 2025.

Una de las grandes promesas de este artilugio tecnológico de nueva generación tiene que ver con su gran capacidad de almacenaje y todo lo que ello implica para las misiones de largo alcance. Esta nave espacial ha sido diseñada para transportar tripulaciones de hasta 100 personas en vuelos interplanetarios de larga duración hacia destinos como, por ejemplo, Marte. Para que entiendan la magnitud de esta cifra, recordemos algunos datos. Hasta ahora, la gran mayoría de misiones espaciales tripuladas han albergado entre tres y seis tripulantes como máximo.

El cohete ruso Soyuz, uno de los más utilizados en la historia de la carrera espacial, puede acoger hasta tres astronautas. El Space Launch System, uno de los más potentes, podría transportar cuatro. La Estación Espacial Internacional, la mayor plataforma orbital, en su momento de esplendor ha llegado a albergar a unos siete humanos. La nave Orión, la más sofisticada desarrollada hasta la fecha, aspira a que, algún día, pueda transportar hasta a ocho personas.

Starship también promete ser una revolución para el lanzamiento de misiones espaciales de última generación ya que, debido a su amplia capacidad de almacenaje, permitiría lanzar misiones más grandes y a un menor coste. Según argumenta Alexandra Witze en un artículo publicado en la revista 'Nature', este cohete también podría propiciar el despegue de misiones cada vez más sofisticadas y voluminosas. "Starship podría abrir la puerta a nuevos tipos de misiones de astrofísica y ciencia planetaria, ya que nos permitiría lanzar telescopios y naves espaciales mucho más pesadas de lo que hasta ahora han podido soportar otros vehículos", argumenta.

Otro de los sectores que espera revolucionar Starship es, cómo no, el lanzamiento de satélites de comunicación. Según anunció el mismo Musk hace unos años, este nuevo cohete podría ser clave para desplegar la nueva constelación de satélites de la red Starlink. Su objetivo es lanzar más de 12.000 aparatos a partir de 2026 (una cifra que multiplica por seis el número de satélites activos en 2018). Este proyecto, no exento de controversias, podría crear una novedosa red que permitiría conectarse a internet desde cualquier punto del globo.

SpaceX también propone utilizar el Starship para viajes terrestres. La razón es simple. Según sus cálculos, este poderoso cohete espacial podría realizar prácticamente cualquier trayecto alrededor del globo en 30 minutos o menos. Un viaje de Londres a Hong Kong, que en un vuelo convencional demoraría casi 12 horas, podría reducirse a tan solo 34 minutos. Un trayecto de Nueva York a París, que en avión suma siete horas y media, con este cohete solo tardaría 30 minutos. Viajar de Bangkok a Dubái pasaría de seis horas y media a solo 27 minutos.

Este programa de vuelos "tierra a tierra"es, por ahora, solo algo teórico. Según ha explicado el propio Musk en repetidas ocasiones, el uso de este cohete en misiones terrestres permitiría desplazarse por el globo a más de 25.000 kilómetros por hora y cargar con hasta 150 toneladas de materiales. Todo esto podría "mejorar drásticamente el costo, la complejidad y la facilidad de las operaciones" de transporte por el mundo.