Lluvia de estrellas

Un factor deslucirá este año la visión de las Lágrimas de San Lorenzo

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Lluvia de estrellas de abril, Líridas

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Este año, los amantes de las lágrimas de San Lorenzo tendrán algunas dificultades para visualizar las estrellas fugaces que caen cada año a partir de mediados de agosto. Así pues, con la previsión de que pasen entre 50 y 100 estrellas fugaces por hora, solo serán visibles entre 10 y 20 por hora en el mejor de los casos.

Pero, ¿por qué? El motivo principal no es ni la contaminación lumínica o la posición de la Tierra y el Sol. Se trata de la Luna, que este año 2022 coincide en que el 19 de agosto habrá Luna llena, restando así la oscuridad al cielo nocturno a mediados de mes y dificultando la visión de las estrellas fugaces.

"Lamentablemente, el pico de las Perseidas de este año verá las peores circunstancias posibles para los observadores", dijo en un comunicado el astrónomo de la NASA Bill Cooke, quien dirige la Oficina de Medio Ambiente de Meteoroides en el Centro Marshall de Vuelos Espaciales de la NASA.

"La mayoría de nosotros en América del Norte normalmente veríamos 50 o 60 meteoros por hora", dijo, "pero este año, durante el pico normal, la Luna llena reducirá eso a 10-20 por hora en el mejor de los casos".

Un satélite brillante

Aunque no tenga luz propia, la Luna es mucho más brillante que cualquier otra cosa en el cielo nocturno, por lo tanto restará brillo y eliminará las Perseidas menos luminosas, excepto las que atraviesan nuestra atmósfera y se queman en lo alto, que son las más brillantes.

A medida que se desvanece la Luna llena, las Perseidas comenzarán a menguar el 21 y 22 de agosto y cesarán por completo el 1 de septiembre. Son los restos de escombros del cometa Swift-Tuttle, una pesada "bola de nieve" compuesta de hielo, roca y polvo, que orbita nuestro Sol cada 133 años. El cometa en sí fue visible por última vez para nosotros en 1992 y no volverá a pasar por nuestro camino hasta 2125.

Hasta qué punto se remontan realmente los avistamientos de las Perseidas sigue siendo motivo de controversia, dijo Cooke. El cometa en sí no se identificó hasta 1862, pero la lluvia de meteoritos se vio sobre la Europa medieval.

El evento anual llegó a ser conocido como "las Lágrimas de San Lorenzo", llamado así por el último de los siete diáconos de la iglesia romana martirizados por el emperador Valeriano en agosto del año 258.

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