Expectación

Vídeo | Las imágenes del cohete chino Long March 5b cayendo en el océano Índico

Numerosos países, entre otros España, han seguido la caída descontrolada

cohete chino

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EFE

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Agencias de seguridad y servicios de vigilancia de todo el mundo, entre ellos de España, han vuelto a estar pendientes otra vez de dónde caerían los restos de un cohete chino; esta vez ha sido el Long March 5B, con una masa estimada de unas 20 toneladas y que viaja sin control a una velocidad de 28.000 kilómetros por hora.

Después de muchas predicciones, los restos del cohete han caído a las 18:50 hora española (16:50 GMT) en el océano Índico, tras una reentrada no controlada en la atmósfera.

Según su trayectoria, los expertos habían estimado que la probabilidad de que este cohete cayese sobre Europa "era prácticamente nula y casi se podía descartar" la probabilidad de que cayera en Europa, el Mediterráneo o las islas Canarias si algún fragmento hubiera sobrevivido a la reentrada en la atmósfera terrestre, ha explicado Jorge Lomba, jefe del departamento de Espacio del Centro para el Desarrollo Tecnológico e Industrial (CDTI).

Lo más probable es que el cohete se haya desintegrado en su mayor parte cuando entre en la atmósfera y, aunque en un principio la trayectoria afirmaba que caerían en latitudes mas bajas que las de Europa, finalmente ha llegado hasta el océano Índico.

El cohete chino, que despegó el pasado 24 de julio de la isla de Hainan y tenía como objetivo transportar un módulo a la estación espacial orbital china, la "Tiangong", pero ha acabado dando vueltas a la Tierra. La cancillería china ya aseguró que las probabilidades de que el Long March 5B (Larga Marcha 5B) causase daños tras su caída a la Tierra eran "extremadamente bajas" y había advertido de que "en su etapa final, el cohete vuelve a entrar en la atmósfera y allí la mayoría de sus componentes serán destruidos".

Aunque el riesgo parecía descartado, los científicos han vigilado muy de cerca la trayectoria de la nave, desde Estados Unidos o desde el Servicio de Vigilancia y Seguimiento Espacial de la Unión Europea (EUSST). El EUSST ha coordinado permanentemente por el CDTI y ha tenido varios servicios en marcha, entre ellos el de vigilar objetos que vagan sin control y que podrían reentrar en la atmósfera terrestre. Aunque la coordinación global de este organismo se hace desde el CDTI, es Italia el país que coordina la monitorización del Long March 5B.

El antecedente

No es la primera vez que una nave espacial ha sido vigilada por la comunidad internacional. En mayo del año pasado también fue un cohete Long March 5B el que alertó a los servicios de vigilancia de todo el mundo; este terminó desintegrándose casi en su totalidad y los restos cayendo en el océano Índico, sin causar daños.

Tres años antes, en abril de 2018, el laboratorio orbital Tiangong 1, que estaba en desuso desde 2016 y que vagaba sin control por el espacio, también fue monitorizado; este reentró en la atmósfera terrestre sobre el océano Pacífico sur, también sin causar daños.

Hay formas, y así ocurre la mayoría de las veces, de efectuar reingresos controlados en la atmósfera de partes de cohetes que se envían al espacio y, en su caso en el océano, pero hay que guardar mucho combustible para ello, lo que supone una gran inversión, detalla Lomba.