EXPLORACIÓN ESPACIAL
Viaje a la primera colonia de Marte
Varios investigadores imaginan cómo podría ser la primera ciudad del planeta rojo, desde su arquitectura hasta el estilo de vida de los futuros habitantes marcianos
Valentina Raffio
Periodista.
Valentina Raffio
Año 2100. Hace ya sesenta años que las primeras misiones humanas tripuladas salieron rumbo a Marte. La primera ciudad del planeta rojo, Nüwa, ha ido abriéndose paso entre las rocas del acantilado de 'Tempe Mensa' hasta convertirse en la primera colonia extraterrestre de la humanidad. Los registros ya hablan de un millón de habitantes marcianos. La mayoría son inmigrantes de la Tierra. Otros muchos, hijos del planeta rojo. Sus vidas podrían parecer sorprendentemente normales. Pero a cientos de millones de kilómetros de la 'canica azul', la civilización surge sobre unos pilares radicalmente diferentes. Todo tiene que cambiar para que la vida siga como siempre. Así empieza su historia.
El 'factor humano' es, de hecho, uno de los principales escollos con los que se enfrenta actualmente la exploración espacial. Porque la tecnología para ir a Marte está más o menos a punto (o lo estará en los próximos años). Falta saber si los humanos aguantarían física y psicológicamente la vida en otro planeta. "Si se sigue el mismo proceso que se da ahora con los astronautas, se seleccionarán a personas en buenas condiciones físicas que, además, estén preparadas mentalmente para vivir en un entorno hostil y lejano", comenta Sureda. "Pero llegará el día en que nazcan habitantes autóctonos, los verdaderos marcianos, y entonces los retos serán otros", añade.
Los primeros habitantes marcianos tendrán que ser científicos, pero con el tiempo se necesitarán otros perfiles
El futuro de Marte también se construirá en las escuelas. Los niños marcianos no tendrán asignaturas como tal, sino que deberán aprender a buscarse la vida. "En lugar de centrarse en conocimientos enciclopédicos, los alumnos deberán aprender a utilizar los recursos disponibles para adaptarse rápidamente a las innovaciones", recalca el plan educativo de Nüwa. Las universidades, diseñadas para jóvenes y adultos, serán un lugar en el que aprender habilidades técnicas específicas. Como diseñar robots, programar algoritmos de inteligencia artificial y construir paneles solares.
¿MENÚ? ALGAS, INSECTOS Y CARNE SINTÉTICA
¿MENÚ? ALGAS, INSECTOS Y CARNE SINTÉTICAEn Nüwa está todo pensado. Hasta la comida. El menú marciano debería incluir fruta y verdura terrestre de kilómetro cero cultivada en Marte. Pero también algunas 'delicatessen' como algas, insectos y carne sintética. "Tenemos que pensar en un sistema alimentario más eficiente", argumenta explica Gisela Detrell, responsable de los sistemas de soporte vital de Nüwa e investigadora del Institute of Space Systems de la Universidad de Stuttgart (Alemania). Así que nada de agricultura, ganadería o pesca extensiva en el espacio. "Es un modelo insostenible", defiende la científica.
"El principal reto a la hora de planificar un asentamiento extraterrestre es cuantificar todos los recursos necesarios para la vida. Aquí en la Tierra damos por hechas muchas cosas, pero en Marte tendremos que empezar desde cero", explica Detrell. Se necesitarán 10.000 toneladas diarias de agua, 1.500 de comida y 40 millones de kilovatios para mantener a un millón de habitantes marcianos. Y eso sin tener en cuenta las necesidades adicionales de escuelas, hospitales, geriátricos y zonas de ocio…
El menú de los marcianos incluirá algas, insectos y carne sintética
La vida en Nüwa tiraría adelante gracias a una combinación de energía solar y nuclear. Las ciudades se construirían con recursos minerales locales. Y hasta se desarrollarían herramientas para reconvertir el dióxido de carbono de la atmósfera en materiales útiles para la colonia. Todo ello, minimizando los costes y evitando al máximo el desperdicio.
¿DE QUÉ SIRVE IMAGINAR UNA VIDA EN MARTE?
¿DE QUÉ SIRVE IMAGINAR UNA VIDA EN MARTE?Llegados a este punto, muchos se estarán preguntando de qué sirve imaginar una vida en Marte si todavía estamos estancados en la Tierra. Los creadores de Nüwa lo tienen claro. "Es un ejercicio de reflexión que también sirve para ver en perspectiva algunos de los desafíos que enfrentamos hoy en nuestro propio mundo", argumentan como conclusión a su proyecto. El plan de vida para el planeta rojo, de hecho, tiene mucho que ver con las propuestas que hoy en día se lanzan para hacer frente a la crisis climática. "No se trata de huir de la Tierra, sino empezar a pensar cómo podemos lograr un planeta mejor", reflexiona Detrell.
Imaginar cómo será la vida fuera de la Tierra sirve para ver en perspectiva los problemas del planeta
Imaginar cómo podría ser la vida más allá de la Tierra es, además, parte del espíritu humano. Así que a largo plazo, si las misiones humanas extraplanetarias prosperan, este tipo de proyectos podrían sentar las bases para las futuras colonias extraterrestres. "Hay que pensar desde ya en aspectos científicos, técnicos y sociales. Abrir horizontes. Imaginar qué tipo de sociedad queremos exportar a otros planetas", argumenta, soñador, Sureda.
Si el proyecto de Nüwa prospera, la semilla de la primera ciudad marciana podría empezar a testarse en breves desde el suelo terrestre. "Algún día podríamos construir un simulador para poner a prueba algunas de las tecnologías que planeamos llevar a Marte", comenta Anglada-Escudé. Así que quién sabe. Puede que el viaje hacia la primera colonia marciana empiece próximamente en la Tierra.
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