DIAGNÓSTICO DE LOS EXPERTOS

España, tarde y sin rastreadores para frenar los rebrotes de covid-19

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Valentina Raffio

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Los casos de covid-19 aumentan desde hace semanas en España. Los hospitales reciben un goteo constante de pacientes que, echando la vista atrás, hace temer que la situación se descontrole de un momento a otro. Los centros de atención primaria viven un verano al límite, en el que unas plantillas agotadas deben atender a sus pacientes habituales además de a los afectados por coronavirus. Los contados rastreadores no dan abasto. Y los sanitarios se sienten al límite. Este es el contexto en el que ahora caen las nuevas restricciones diseñadas para intentar atajar la expansión del virus, acordadas por el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas el viernes pasado. "El virus va muy rápido y las medidas para frenarlo van muy lentas", denuncian varias sociedades médicas interpeladas por este diario.

Los expertos, que la semana pasada emitieron un comunicado alertando de la "alta probabilidad" de un nuevo colapso sanitario y reclamando medidas más contundentes, perciben el acuerdo entre autonomías como un paso adelante. Pero no como una solución convincente. Preocupa sobre todo que la falta de recursos, que entorpece las labores de atención primaria y de los hospitales. Y la ausencia de la "legión de rastreadores" que se prometió para adelantarse a los contagios. Sobre todo ahora, a las puertas de un mes de septiembre en el que se esperaba reanudar la actividad laboral y escolar interrumpida por la pandemia.

Medidas tardías

Las sociedades médicas denuncian que las restricciones diseñadas para atajar los contagios llegan con 'el incendio' de casos ya empezado. Y no como medidas preventivas, tal y como se pidió hace meses. "Hace semanas que atendemos a un goteo creciente de pacientes con covid-19 y no ha sido hasta ahora que se han tomado medidas para contener los contagios. Es un paso que se debería haber dado hace tiempo", explica Germán Peces Barba, vicepresidente de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR). Y así lo corroboran todos los demás portavoces de las sociedades médicas contactadas por este diario. El aumento de casos ya se traslada a los hospitales. En Madrid, por ejemplo, ya hay centros que dedican una planta solo a pacientes covid-19. El Hospital 12 de Octubre ha suspendido gran parte de las cirugías no urgentes que tenía programadas.

Las medidas llegan tarde. El veto a los fumadores, que a partir de ahora tendrán prohibido exhalar humo a menos de dos metros de distancia de los demás, se planteó en mayo de la mano de un grupo de expertos de la SEPAR. Es decir, al principio de la desescalada. La advertencia se trasladó a la normativa de algunas comunidades como una recomendación. Y no ha sido hasta ahora, en agosto, que se ha acuñado una restricción. "Mientras no tengamos un tratamiento eficaz o una vacuna, estas medidas son lo único que nos va a salvar de otro colapso sanitario", esgrime Peces-Barba.

Sin rastreadores

El aumento de casos ya deja huella en diferentes estratos. Empezando por los laboratorios encargados de analizar las pruebas diagnósticas. Julio García, portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC) explica que en los centros se enfrentan a "una demanda de PCRs infinita con unos recursos limitados". "Si en marzo hacíamos unos 300 tests al día, ahora estamos en más de 1.500", ilustra. La capacidad de dar con casos positivos ha aumentado. Así como la detección de perfiles leves o asintomáticos, que hoy por hoy suponen hasta un 60% de los nuevos diagnósticos. Falla la planificación de una respuesta frente a estos casos. "¿De qué sirve que saquemos adelante tantas PCR si después no hay una actuación detrás? A estas alturas no podemos hablar de contratar rastreadores. Ya deberían estar actuando", esgrime García.

"A estas alturas no podemos hablar de contratar rastreadores. Ya deberían estar actuando"

Julio García

— Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC)

En estos momentos, la petición de realizar más pruebas diagnósticas choca con la falta de especialistas. García habla de contratos precarios, de mes a mes, y de una competición feroz para encontrar personal cualificado. El problema viene de atrás. Pero sus repercusiones preocupan sobre todo ahora, a las puertas de una época de gripes y otros virus respiratorios que podrían colapsar el trabajo de estos centros. "Estamos al límite de nuestra resistencia física y mental. Echamos de menos un plan. Un refuerzo. Algo que nos garantice que no acabaremos quemados", destaca García.

Tensión en la atención primaria

Mientras, en los centros de atención primaria el aumento de diagnósticos de covid-19 se percibe con preocupación. Salvador Tranche, presidente de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (SEMFYC) explica que en estos momentos los sanitarios de cabecera trabajan en una época estival con hasta el 40% de la plantilla de vacaciones. Compaginando el cuidado de los pacientes habituales, que durante meses dejaron de lado su seguimiento, con el rastreo de nuevos casos covid-19. Y enfrentándose a un aumento de positivos que no se esperaba para estas fechas.

"Ahora mismo no podemos hablar de un colapso de la atención primaria. Pero a estas alturas, cuando esperábamos que no hubiera casos, el aumento de diagnósticos resulta preocupante", explica Tranche. "El problema está en la falta de recursos y de coordinación. Apenas ha habido incorporaciones de personal sanitario en los centros. Tampoco de rastreadores. Los médicos empiezan a sentirse sobrepasados por el aumento de casos, sobre todo en las comunidades más afectadas. Ya estamos viendo las primeras señales de alarma y pedimos refuerzos antes de que perdamos el control de la epidemia", añade el doctor.

"Ya estamos viendo las primeras señales de alarma y pedimos refuerzos antes de que perdamos el control de la epidemia"

Salvador Tranche

— Sociedad Española de medicina Familiar y Comunitaria (SEMFYC)

"No olvidemos que a finales de febrero solo teníamos un puñado de casos en España. Y un mes más tarde ya había 67.000 declarados. A estos hay que sumarle los miles de 'pacientes invisibles' que atendimos desde atención primaria, que en junio ya sumaban más de un millón y medio de casos sospechosos", enfatiza el portavoz de la SEMFYC. La preocupación, pues, no está tanto en la situación actual. Sino en la posibilidad de que en las próximas semanas se desborde. El Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades ya alertó de que España se sitúa ahora mismo entre los países europeos con mayor aumento de casos. En estos momentos, de hecho, destaca como es el país con la mayor incidencia acumulada de contagios de Europa: la tasa es de 132,2 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días, por delante de Luxemburgo (98,6), Malta (98,3), Rumanía (88,5) y Bélgica (60,8).

Llamada de atención

En los centros hospitalarios, "se está atendiendo a un goteo creciente de casos y tememos que pronto la situación se acabe torciendo", argumenta Peces-Barba, neumólogo y vicepresidente de la SEPAR. Entre marzo y abril, las urgencias se enfrentaron a la primera ola de casos con escasez de equipamientos, guantes, mascarillas, respiradores. Con médicos agotados y expuestos al contagio. "Ahora mismo no sabemos si las administraciones han subsanado los errores que sufrimos en la primera oleada de casos. Los sanitarios estaremos ahí, en primera línea. Y no vamos a fallar. ¿Pero quién nos garantiza que los hospitales están preparados para atender una nueva ola de pacientes covid-19? ¿Habrá equipamientos suficientes? ¿Y personal? Sería de agradecer que nos dieran un mensaje de tranquilidad", comenta el doctor.

"Ahora mismo no sabemos si las administraciones han subsanado los errores que sufrimos en la primera ola"

Germán Peces Barba

— Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR)

Las sociedades médicas insisten en trasladar esta preocupación a la sociedad. "No por alarmar, sino para advertir de lo que puede pasar", explican al unísono varios expertos en conversaciones con este diario. "Vemos que hay segmentos de la población con una baja percepción del riesgo. La manifestación del otro día en Madrid es un ejemplo", explica Ricardo Gómez Huelgas, presidente de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI). "A estas alturas de la pandemia, después de todo lo que hemos vivido y mientras nos enfrentamos a un nuevo aumento de casos, mantener posturas negacionistas es un acto de irresponsabilidad colectiva", valora el presidente de SEMI.

Rafael Manuel Ortí Lucas, presidente de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene (SEMPSPH), pide que las restricciones para atajar el virus se expliquen con más didáctica. "Y no solo con multas. O culpabilizando", valora el salubrista. "Necesitamos que la gente entienda cuáles son las prácticas de riesgo para que así pueda evitarlas. En estos momentos es clave fomentar la educación y la responsabilidad social", añade.

Cambios estructurales

Más allá de las preocupaciones más inmediatas, los expertos también reclaman cambios estructurales en el sistema sanitario. Desde SEMI, por ejemplo, Gómez Huelgas reclama mejorar los mecanismos de gobernanza común. "Echamos en falta la existencia de una agencia a nivel estatal que coordine aquellas cuestiones relacionadas con la salud pública. Necesitamos un sistema cohesionado y equitativo, que base sus decisiones en la evidencia científica y no en consideraciones de índole política", valora el experto. El acuerdo alcanzado el pasado viernes en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, de hecho, supone algo inédito. Nunca antes en la historia de la democracia se habían acordado medidas estatales en materia de salud pública. "Necesitamos coordinar las políticas sanitarias, que hasta ahora han sido un tanto lentas y erráticas", añade.

"Necesitamos coordinar las políticas sanitarias, que hasta ahora han sido un tanto lentas y erráticas"

Ricardo Gómez Huelgas

— Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI)

La llegada de la pandemia, un fenómeno anunciado aunque imprevisible, demostró que los sistemas de salud pública no estaban preparados para hacer frente a una crisis sanitaria de esta magnitud. "Ahora ha quedado claro que hay que invertir en prevención. Y no solo por el covid-19, sino por lo que pueda suceder más adelante. Para dar respuesta a las enfermedades crónicas y a las otras 'epidemias silenciosas' que vivimos", reflexiona Ortí Lucas. "La sociedad solo se acuerda de los salubristas cuando cuando el problema ya está ahí. Tenemos que cambiar el chip", añade. Es decir, actuar antes de que sea demasiado tarde.  

"Hay que invertir en prevención. Y no solo por el covid-19, sino por lo que pueda suceder"

Rafael Manuel Ortí Lucas

— Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene (SEMPSPH)

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