lucha contra el coronavirus

El Govern renuncia a los 139.000 test previstos en las universidades

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Michele Catanzaro

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El programa Orfeu de la Generalitat de Catalunya, que prometió 309.000 pruebas genéticas del covid-19 (PCR) en universidades y centros de investigación catalanes, ha realizado unas 22.000 a fecha de hoy.  Éstas se han llevado a cabo solo en los centros. A las universidades no les ha llegado ninguna muestra.

Poco después de que EL PERIÓDICO diera esta información, la Conselleria de Salut dio a conocer su renuncia a avanzar con los test en las universidades.  Los centros prevén cerrar el proyecto dentro de unas semanas, sin acercarse a la cifra de pruebas anunciada.  

"Mucho personal universitario está frustrado porque querían participar", comenta Jordi García-Fernández, director del departamento de Genética de la Universitat de Barcelona. Hay enfado y decepción entre algunos científicos voluntarios del proyecto.

Lanzamiento temprano

La Generalitat lanzó Orfeu el 7 de abril. Su objetivo era que algunos centros de investigación suplieran con 170.000 pruebas (190.000 según un documento interno) a la falta de PCR que había en los hospitales. "Lo escuchamos por la radio y nos dejó en vilo: aún no habíamos ni movido las máquinas", cuenta Josep Samitier, director del Institut de Bioenginyeria de Catalunya (IBEC). 

El 28 de abril, el Goven anunció una segunda fase, en la cual se alcanzarían 309.000 pruebas, gracias a 139.000 test aportados por las universidades. Sin embargo, el proyecto no arrancó en serio hasta el 11 de mayo, según los directores de los centros implicados. Mientras Orfeu se armaba, la epidemia subió y bajó y Salut equipó a los hospitales con las pruebas que faltaban en un principio.

Dificultades logísticas

La logística de un proyecto de gran escala hizo que no se activara cuando más se lo necesitaba. "Había que montar una plataforma con tres robots, entrenar a los voluntarios, montar un sistema informático…", explica Luís Serrano, director del Centre de Regulació Genòmica (CRG) y coordinador del proyecto.

La logística de un proyecto de gran escala retrasó la iniciativa

Orfeu desarrolló un protocolo para desactivar el virus en cuanto la muestra se insertara en el tubo de ensayo y un sistema de códigos de barras para trazar los tubos. Una empresa cedió al CRG un robot que puede hacer hasta 8.000 PCR al día.

Luego intervino la falta de materiales. "Tuvimos que comprar los reactivos en una época de competición, en la que tardaban 10 o 12 días en llegar", explica Serrano. "No es lo mismo comprar 300 tubos o 30.000", afirma Samitier. Salut tardó en conseguir los escobillones necesarios para tomar las muestras. 

Finalmente, Salut exigió que los hospitales validaran el sistema. Luego, tardó en devolver los tubos enviados por los centros. Por ejemplo, anteayer el Parc de Recerca Biomèdica había recibido unos 5000 tubos con muestras, de los 8000 enviados. 

Otros modelos

"Nos comprometimos a un sistema de miles de muestras diarias, pero se podría haber optado por otro modelo", reflexiona Armand Sánchez, vicerrector de investigación de la Universitat Autònoma de Barcelona y coordinador de la parte universitaria de Orfeu. 

Por ejemplo, la Universitat de Girona se organizó por su cuenta y lleva desde principios de abril haciendo hasta 800 PCR al día de forma manual para el Hospital Josep Trueta. La universidad pionera es la Complutense de Madrid, que lleva desde el 25 de marzo analizando centenares de muestras de residencias cada día, por iniciativa del investigador José Manuel Bautista. 

La universidad cree que su parte del proyecto ya no despegará 

Serrano cree que este modelo es inviable si se implica a más de un centro, porque se necesita en todo caso montar un sistema de logística. "A principio no sabíamos cuantas personas estarían afectadas y creíamos necesaria una estrategia de gran escala", afirma Samitier.

"A fecha de hoy, [las universidades] no hemos hecho ni una sóla PCR", afirma Sánchez. Los laboratorios preparados en los distintos campus se desmontarán sin haber operado nunca. En cuanto a los centros, los directores estiman que el proyecto acabe entre 2 y 4 semanas. 

Serrano afirma que los centros han adelantado  la compra de reactivos por 1.300.000 euros y confía que la Generalitat los reembolse (trabajo y máquinas son cedidos gratuitamente). Las universidades no han comprado reactivos. 

PCR asequibles

De esta forma, es probable que centenares de miles de pruebas PCR queden sin explotar, aunque tienen un precio bajísimo: unos 9 euros por prueba, mientras en el sector privado se están pagando más de 100 euros, algunas de ellas subvencionadas por la propia Generalitat. A los directores tampoco les consta que el gobierno catalán y el madrileño hayan hablado para ofrecer las PCR de Orfeu a Madrid, donde faltan.

En el caso de un rebrote, Orfeu se podría reactivar rápidamente, según los responsables. Serrano piensa mantener todo listo hasta octubre. Sin embargo, Salut confía en que los hospitales serían suficientes en esa eventualidad, según Serrano.